PROHIBIDO

Rachel había llegado a Hamburgo uno de los restaurantes más lujosos de Alemania, tuvo de comensales a los Príncipes de Gales y muchas mas figuras públicas. Su comedor miraba al puerto, lo que confiere unas espectaculares vistas al atardecer. También contaba con terraza. En la carta se encontraba pescados como el rodaballo, o mariscos como las ostras o el bogavante.

La chica vestía un jeans con desgastes, un top negro, chaqueta de cuero negro, botines negros, cabello suelto, se veía realmente muy hermosa. Había llegado el lugar mucho antes de la hora estipulada, deseaba salir lo más rápido posible, aún estaba aturdida por lo ocurrido en su departamento y no podía sacar de su cabeza los labios de su tío.

Maximiliano también llegó bastante informal, se veía muy guapo, llevaba jeans, una remera blanca y una chaqueta de cuero marrón, su cabello aún estaba húmedo "Sigue siendo lindo" Pensó la mujer.

Crepúsculo podía escuchar los pensamientos de la niña y mentiría si dijera que no le afecto como veía su pequeña sobrina al profesor, antes no le importó, pero desde que la había besado se había transformado en el único dueño de sus deseos, no obstante, también podía escuchar los pensamientos lascivos del hombre hacia su chica, podría despedazarlo en un abrir y cerrar de ojos "Tendré que castigarte" Pensó para sí.

"Rachel, te ves hermosa" Dijo Maximiliano con una sonrisa.

"Tú también estás muy guapo" Sonrió Rachel.

La pareja cenó entre conversaciones triviales, luego de pedir una copa para relajarse Maximiliano dijo "Me gusto lo que pasó y quiero que se repita, muchas veces"

Rachel abrió los ojos y bebió de inmediato su copa "No puede ser, estás casado, no estaría bien"

Maximiliano frunció el ceño y respondió "Vamos ¿En serio? ¿Esa es tu excusa? Me quieres llevar a la cama desde que era tu profesor y ahora me sales con esa excusa barata sabiendo perfectamente que no te importa si estoy o no comprometido"

"¿De qué me hablas? Dejé a James por ti y te largaste con el dinero que te dio mi padre, eres una mierda, si lo hubiese sabido antes de acostarme contigo nunca me hubieses tenido" Espetó Rachel.

"Rey, lo siento, era un suplente, de verdad estaba buscando algo más estable, siempre estuve interesado en ti..." Dijo Maximiliano siendo interrumpido.

"Claro, por eso te casaste, eres un cabrón" Dijo Rachel bebiendo otra copa y haciéndole señas al mesero que trajera más.

"Rey, volviste con James, lo vi en las noticias, ¿Qué querías que hiciera?" Preguntó el pelinegro molesto.

"No importa, ya pasó, no perdonaría a un hombre que decidiera abandonarme por pensar únicamente en él" Dijo Rachel levantándose, pero la chica había bebido bastante y su cuerpo perdió el equilibrio, unos fuertes brazos la sujetaron, el agradable aroma que impregnó su nariz era familiar.

"Christian" Susurró Rachel.

"Suéltala, está conmigo" Advirtió Maximiliano.

Crepúsculo sonrió mientras abrazaba a la castaña y miró al hombre de pies a cabeza "Está bien, la llevaré a casa, Largo de mi vista"

Maximiliano lo tomó con fuerza del brazo "¿Quien eres?"

Aunque ese movimiento para el mago fue insignificante, el hombre nunca había tolerado el tacto humano, era bastante desagradable para el, el hermoso Crep miró fríamente a Maximiliano como si fuera una hormiga "Soy su novio, ahora quita tu mugrosa mano de encima, o te juro qué te mataré"

Maximiliano palideció, la mirada del hombre lo paralizó, reaccionó cuando la pareja estaba fuera de su alcance "¿Qué me ocurrió?" Pensó.

Crepúsculo llevó a la chica a su departamento, en el camino la mujer se comportó como una pequeña niña, hizo pataletas porque no quería subir al auto, luego cuando estuvo dentro le dijo al hombre "Hueles bien, me agrada tu aroma" Sonrió jalando los botones de la camisa del mago.

El hombre suspiró, Rachel poseía un imán al hablar, eso hacía perder los estribos a cualquiera, la chica se durmió y al llegar tuvo que cargarla hasta el sitio, Rachel presionó su rostro contra el pecho de hombre y este reaccionó diciendo "Cheli ¡Detente!" Advirtió Crep.

La mujer hizo pucheros y pataleó, al posarla en la cama, Rachel abrió los ojos y rodeó los brazos en el cuello del pelirrojo "Hazme tuya"

Crepúsculo soltó una carcajada, al día siguiente estaría arrepentida y diciendo que era un sádico y quien sabe que cosas más "No Cheli, duerme, estás ebria" Dijo el hombre quitando sus manos.

"Chris, vamos" Provocó Rachel.

"Cheli, Cheli, estás jugando con fuego" Advirtió el hombre.

"Me quiero quemar" Confesó.

El hermoso hombre asaltó los labios de la mujer, cayendo encima de su cuerpo, Rachel enredó las piernas en la cintura de este, haciendo fricción, acto que provocó aún más al mago.

La decisión que habían tomado cambiaría sus vidas para siempre, su atracción era prohibido, pero quienes conocían los antecedentes amorosos de la familia de La chica por parte de madre y padre sabrían que cuando un miembro se enamora, lo da todo por el otro, nadie pensó que la caprichosa Rachel encontraría una atracción peligrosa en brazos del desalmado Crepúsculo.

Crepúsculo había tenido muchas parejas amorosas, seres especiales y humanos, muchas mujeres habían muerto en sus manos por el simple hecho de desear su sex*, por alguna razón sentía que su adorada sobrina tenía una fuerza indescriptible, y había desarrollado sus dones mucho más que su madre y hermano.

Los ojos del magnate del mundo mágico cambiaron de color, ahora eran negros como si su pupila hubiese atrapado la esclera por completo, sintió su cuerpo como nunca, el enorme fuego se instaló en su pelvis, era inexplicable.

Los ojos de Rachel, por lo general eran puros e inmaculados, ahora estaban llenos de lujuria, sentimientos románticos y también eran del mismo color que los de su tío y su cuerpo ahora estaba a la intemperie.

Ambos eran terriblemente hermosos y sin ropa mucho más, como si miles de estrellas brillaran en el cielo azul oscuro.

Crep al observarla tragó saliva, el fuego en sus ojos era tan poderoso que estaba a punto de consumir a la persona que tenía enfrente.

"¿Qué ocurre?" Preguntó en voz baja, moviendo la nuez de Adán.

Rachel lo señaló con su índice golpeando un poco el pecho desnudo del hombre "Me siento extraña"

La chica observó los ojos de Crep que estaban un poco complicados y sospechosos, Crepúsculo sonrió, era una bella y sincera sonrisa, no como las anteriores que habian sido despiadadas, entonces dijo "Me temo que te agotarás."

Rachel frunció el ceño y dijo de manera demandante "No lo haré. ¡No me subestimes!"

Crepúsculo cedió, esperando que la castaña no le suplicara más tarde.

Las hojas de los árboles se agitaban con la brisa y la luna brillaba.

En lo profundo de la intimidad de la mujer, se escondía un jardín secreto, y el misterioso mago perdido se precipitó hacia él.

Después de muchos años, como nunca, crepúsculo se volvió a conectar con alguien que le importaba, de la manera más íntima y feroz el hombre hizo suya a la chica a la que le llevaba una tonelada de años encima, pero en sus brazos se veía una mujer sublime llenando cada parte que se encontraba sombría y desolada.

Rachel yacía en la cama, sudando desbordadamente, jadeando, su voz suave, sensual y ronca, "No más" Pronunció.

El guapo hombre metió la nariz en el espacio entre el rostro y el hombro de la chica aspirando su ternura, su agotamiento y su descontrolada respiración.

Crepúsculo estaba en trance, y la voz de la chica lo volvía más loco, como si fuera un adicto y no pudiera liberarse.

"Cheli..."

"Cheli..."

"Cheli..."

Christian llamó a Rachel en su oído repetidamente en voz baja, lo que le provocó una sensación de picazón a la mujer.

Fue una noche larga en un verano tan caluroso, ardían de sudor y respiraban con dificultad.

De manera breve el hombre poseyó a la mujer que se encontraba expuesta para el. Antes de que llegar la madrugada, Crepúsculo le dijo al oído de Rachel: "Cheli, fruta prohibida, me declaro enfermo de ti"