Perdí La Memoria

Osmara cambio su rostro, empezaba a molestarse de que Arick solo estaba parado mirándola como tonto.

Arick reaccionó y sonrió.

- Disculpa es que te ves tan diferente.

- Tengo prisa Arick, dijo ella molesta.

- Si, el auto está afuera, dijo Arick caminando junto a ella.

- ¿Rentaste un auto?, pregunto sorprendida.

- Si, y reserve en un restaurante, espero que te guste.

El abrió la puerta del auto y Osmara se subió, sonrió.

Nadie antes le había abierto la puerta, ella siempre tomaba el control y se subía.

Arick encendió el auto y cuando llegó al restaurante, Osmara sonrió.

Entraron juntos y cuando el joven de la recepción miró a Osmara la saludo como si fueran viejos conocidos.

- señorita Osmara pensé que hoy no iba acompañarnos.

- Hola charli, yo también lo pensé.

- ¿La mesa de siempre?

- Reserve una mesa, dijo Arick molesto.

El joven miró a Arick y sonrió.

- Si señor disculpe, a nombre de quién.

- De Arick Zavala.

- Si aquí está, puedo hacerle una sugerencia, dijo el joven.

- claro, dijo serio Arick. El chico se acercó a su oído.

- La mesa que reservo es horrible y a la señorita le gusta la vista al jardín, tenemos su mesa favorita libre puedo llevarlos ahí.

Arick miró molesto al joven.

- Ok, puedes mostrarnos el lugar.

- Claro adelante.

Se sentaron en la mesa favorita de Osmara ella miraba las flores y sonreía.

Arick pedía vino.

El mesero miró a Osmara.

- Señorita Osmara, va pedir lo mismo de siempre.

Ella miró al mesero.

- Si por favor René.

- Yo pedí una botella, interrumpió Arick.

Osmara miró al mesero, tomaré lo que pidió el señor por favor.

El mesero se alejo.

Arick comenzó a sentirse como un estupido, el quería impresionar a Osmara y solo estaba quedando como un idiota.

- ¿es tu restaurante favorito?

- Si, siempre que vengo, como y ceno aquí.

Siempre pido lo mismo, trato siempre de no probar otros menús o vinos.

- ¿No te gusta experimentar cosas nuevas?

- No, contesto sería Osmara.

Cuando el mesero llegó, Arick le dijo que lo disculpara que por favor le sirvieran a la señorita todo lo que ella siempre bebé y come. Y que el quería lo mismo, el mesero se puso nervioso.

- Pero señor ya abrí la botella y es costosa, dijo el mesero nervioso.

- Si la voy a pagar, si quieres puedes tomarla tu.

- No me dejan hacer eso señor.

- Pero yo te la estoy invitando, es más dile al dueño que la señorita Osmara te la invitó, no creo que te diga que no.

- Gracias señor, dijo el mesero sonriendo. Ahora mismo le traigo sus copas.

El mesero se marchó con la botella y las copas para traer las nuevas copas con vino.

- ¿Le darás propina o esa fue tu propina?, dijo sería Osmara.

- Le daré propina Osmara, no soy un tacaño.

- Ya se que no eres tacaño y que todo lo arreglas con dinero.

El mesero colocó las copas de vino y los filetes de carne.

- Gracias dijo Arick.

El bebió la copa, le pareció muy dulce el vino pero no hizo un comentario, pues el comentario de Osmara lo había hecho sentir mal.

El partió la carne y comió en silencio.

Osmara miró el rostro de Arick y se sintió mal por qué sabía que el hacia un esfuerzo por beber el vino corriente que ella quería, claro que ella había probado el vino caro que regalo al mesero, sabía el valor de la botella.

No sabía que decir, Arick seguía con la mirada en su comida y no decía nada.

- Me pasas la sal, dijo ella tratando de que se rompiera el hielo.

El se lo paso pero no la miró. Ella tomó su mano.

- Disculpame Arick, a veces me comporto así por qué he salido con muchos hombres que siempre tratan de impresionarme con cosas costosas y humillando a las personas, se que no eres como esos hombres pero a veces no puedo bajar la guardia.

Arick sonrió

- Yo no logro impresionarte, siempre hago casas estúpidas, definitivamente no soy como esos hombres.

Osmara sonrió.

- Si haces muchas cosas estúpidas, dijo sonriendo.

- La carne está muy buena, dijo Arick sonriendo.Ahora entiendo por qué es tu lugar favorito, me imagino que debes ser muy estricta al comer carne.

- La carne está buena porque nosotros la surtimos.

- Pues déjame decirte que tienes muy buena carne.

- Yo no tengo buena carne, mi empresa surte carne de calidad, dijo seria Osmara.

Arick se sintió como idiota, no penso que Osmara pensara que el hablaba de ella así.

- No lo dije así, yo... bueno si tienes buena carne, perdón, yo digo que tú producto.

Osmara se sonrojo.

Arick le pedía disculpas y esperaba que ella lo golpeara o que le contestara molesta pero ella solo comenzó a partir su filete, con su rostro rojo.

El la miró como idiota, su corazón latía tan rápido y sus manos sudaban como nunca.

Osmara sentía que su pecho se quemaba y su rostro, bebió el vino y sonrió.

Arick le sonrió y terminaron de comer en silencio. Osmara termino y pidió la cuenta.

- Osmara no te enojes, dijo Arick tomándola de la mano.

- No estoy enojada, solo que no tengo mucho tiempo, podemos irnos por favor.

- Si, Arick pago la cuenta y corrió a abrirle la puerta.

El se sentía tan estupido, eso había sonado a un cumplido vulgar.

Se subió al auto y la miró.

- Osmara disculpame yo no quise decir eso.

- Tranquilo, si entendí, ahora podemos irnos.

- Si, el arranco el auto y en todo el camino el silencio estuvo presente.

Ella se bajó y el corrió a su lado, la tomo de la mano.

- Me encantó conocerte, espero que no pienses que soy un patán o un idiota, no fue mi intención jamás incomodarte, jamás me había pasado algo así en mi vida.

- Fue un placer señor Arick, espero regrese con bien a su casa. Osmara entro al hotel, el teléfono de Arick comenzó a sonar era el chófer de su amigo, diciéndole que estaba llegando al hotel.

El chófer entró al estacionamiento en una camioneta parecida a la de Osmara pero con todo mucho mejor, más caro.

- Señor Savala, buenas tardes.

- Buenas tardes amigo, dijo Arick.