Tarde Para Volver A Amar?

BEA

Fueron pasando los días que se convirtieron en semanas largas muy largas y el señor – me trataba cada vez peor.  – dándome tareas que cada vez eran más absurdas sabrá dios porque motivo. 

Era completamente insoportable. Era atorrante, prepotente, y sobretodo irritable. – cada vez me caía peor este hombre.  – y si aunque  fuera apuesto y sexy muy sexy. . – con su actitud mataba todo encanto.

No me dejaba comer  en ningún momento ya que si me levantaba  y él me necesitaba y no me veía – explotaba una bomba nuclear, tampoco podía comer en el escritorio ni siquiera una pequeña galleta porque si llegaba a verme,  llenaba la sala de gritos e insultos.  – aunque no soy de comer mucho, por lo menos necesitaba  algo en el estomago - pero era totalmente imposible.  –  Cada día me sentía peor,  me sentía agotada y fatigada,  sin comer bien y sin dormir – ya que las pesadillas tampoco me dejaban descansar. Tenía mareos, sin saber porque – y en uno que otro momento los mareos eran tan fuertes que terminaba postrada en el piso.

 No he explotado, porque sobre toda las cosas, esta mi profesionalidad.  – y aunque él caresca de eso, yo sí lo tenía.

Pero esta situación cada día me agotaba mas -este hombre me va a matar en algún momento ¡ - pienso – echando un suspiro.

Después de lo que paso con su hijo Adam  estaba cada vez más insoportable.  -  hoy se encontraba en una reunión así que podía medio comer ¡ - me levante del escritorio y fui a la sala de descanso un momento.  – Dándole gracias a todos los dioses que él no estaba– necesitaba descansar y  comer algo.

En eso me saca Bruno de mis pensamientos.

_ Hola! – dice con una sonrisa. 

Yo volteo instintivamente y  parpadeo un par de veces ya que no me lo esperaba aquí a estas horas, así que sonriendo le respondo.

_ Oh  hola Bruno ¡ - que tal como estas ¿? – le pregunto.

_  Muy bien hermosa y tu ¡ - responde el radiante como siempre.

Bruno era una persona simpática y alegre. – Era lo que más lo caracterizaba  - desde que llevo trabajando aquí, - ha sido un buen compañero y amigo. – podíamos hablar cómodamente por horas y no me aburría para nada.

_ Bien gracias Bruno ¡ - quieres café ¿? – le pregunto con cordialidad.

_ siii!! – tus cafés son exquisitos nunca había probado uno así de sabroso. – dice riéndose.

_ no es necesario tanto alago Bruno – y los dos nos empezamos a reír.

Cuando escucho esa voz  tan aterradora y gélida que ponía todos mis sensores en alerta.

_ Señorita moretti ¡ - a mi oficina ya! . -

Volteo a verlo y se encuentra parado con las manos en los bolsillos, sin ningún tipo de expresión en el marco de la puerta de la sala de descanso. – se voltea y se va.

Bruno me ve con cara de que lo lamenta.  Y yo cierro los ojos  agarrando aire y fuerzas para  los gritos que me estaban por venir.

Dios mío porque  a mi ¡ -   es lo que pienso.

Empiezo a andar hacia su oficina y toco.

Toc.. toc..

_ pase! -  lo escucho decir desde el otro lado de la puerta.

Yo dudando si girar el pomo de la puerta o no,  tomo dos buenas bocanadas de aire. Y giro  el pomo.

Al entrar el se encontraba  sentado  tan elegante como siempre en su escritorio – con sus ojos fijos en unos documentos.

_ Señor ¡- es lo que me limito a decir.

_ acérquese señorita moretti – dice sin verme.

Mis instintos me decían que no me acercara – pero si no lo hacía igual iba a gritar. – así que no tenía muchas opciones y me coloque justo frente a su escritorio.

_ necesita algo señor Sebastián ¡- vuelvo a preguntar tratando de sonar gentil.

El todavía con sus ojos en los documentos empieza a hablar. – con esa voz aterradora que tenía cuando estaba a punto de explotar.

_ usted aprovecha cuando yo no estoy para, dejar de un lado sus responsabilidades e ir a coquetear con el gerente de recursos  humanos?? – tiene tanto tiempo para eso ¡! – no le doy el suficiente trabajo para que se concentre ¿?

lo que acababa de decir yo Era incapaz de procesarlo. - estaba completamente atónita.

lo que acababa de escuchar  jamás pense escuchar eso de su boca - y sin pensarlo hable.

_ disculpe que fue lo que dijo ¿? – pregunto con impresión.

El ladea la cabeza y esboza una sonrisa  de medio lado  aterradora. – dándole un manotazo tan fuerte al escritorio que me hizo brincar de la impresión y el susto.

_ USTED ES SORDA ¡ - O NO ESCUCHA CUANDO LE HABLO. – dice gritando.

_USTED VIENE A ESTA EMPRESA A COQUETEAR CON MIS EMPLEADOS O A HACER EL TRABAJO QUE NECESITO QUE HAGA?..

Y listo hay término de colmar mi paciencia. – porque si había tenido mucha pero mucha paciencia con este hombre, pero que me  denigrara de tal manera no se lo iba a permitir.  – así que viéndolo fijamente  molesta empiezo a hablar.

_ Con todo el respeto señor Sebastián- usted no es quien para prohibirme  hablar con los empleados de la empresa y ser cordiales con ellos. – mis asuntos personales y privados son solo míos. Y usted aunque sea mi jefe no le da el derecho de  insultarme o faltarme el respeto. – porque el señor Bruno y yo no estábamos haciendo nada malo.

_PERO QUE CARAJOS-  vuelve a darle un manotazo al escritorio - se levanta y rodeándo con elegancia queda parado frente de mí –  mirándome con mucha molestia.

Este hombre solo desprendía ¡ - sensualidad , elegancia y una fragancia masculina divina. -  era un ser perfecto, pero abominable.

_ Que carajos fue lo que dijo ¿? *-  vuelve a hablar - usted es mi empleada y trabaja para mi ¡ - y hace lo que yo le diga,  o quiere que la despida ¿?

Yo cierro los ojos  y agarrando aire  termino por responder sin pensar.

_ entonces renuncio.- le digo viéndolo sin inmutarme-  me volteo y empiezo a caminar hacia la puerta. 

_ dentro de 10 minutos tendrá mi carta de renuncia en su escritorio, con permiso.

Ya no me lo iba a aguantar más. -  pero antes de llegar a la puerta empecé ver todo borroso  intente agarrarme de algo para esperar a que se me pasara y calmarme.

Pero fue peor. – todo empezó a darme vueltas y sin más vi todo negro….

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