Me Convertí En El Príncipe Heredero

Salí de la oficina del ama de llaves como si no hubiera sucedido nada. Ella generalmente es quien administra cada habitación de todo el lugar. Por lo que, entrar y salir con la llave fue fácil. Tuve que decirle que tenía sed y casi inmediatamente fue a la cocina. Noah mencionó que al ser una torre que estaba abandonada, las llaves estaban en un cajón apartado, nadie las tomaba de ahí o mejor dicho, nadie quería ir a verla. Los cocineros mantienen una copia aparte para llevarle comida, por lo que no podíamos tomarlas. Con las llaves en el bolsillo, la ama de llaves regresó con un jugo de naranja y yo me fui sonriendo y agradeciéndole.

Luego regresé a mi habitación y me acosté en la cama a dormir, saldremos a la medianoche, así que debía guardar energía suficiente.

Cuando Noah me despertó, me coloqué una túnica oscura, lo suficiente para ocultarme en la noche. También le hice una a Noah, ya que, en broma, le dije que debía vestir como mi cómplice. Algo que lo hizo estar aún más nervioso pero era divertido. Luego fuimos a la habitación de Richi, quien parecía estar despierto y sonriente.

— ¿Vamos a ver a mamá, Lanci?

— Así es pero debemos mantenerlo en secreto, o el dragón podría llevarse a mamá para siempre, ¿entendido joven caballero?.

— ¡Entendido!.

Richi aún era muy pequeño para saber que su madre estaba encerrada. Cuando crezcas, espero que sepas la razón de una manera más pacífica.

Noah y yo salimos, por otro lado, yo mantuve a Richi en mis brazos, lo único que nos iluminaba era una vela y no quería que mi hermano se tropiece y se lastime. Ahora que lo pienso, aunque no soy de este mundo, siento a Richi como un verdadero hermano, ¿Será estos los sentimientos guardados de Lancelot?. Dejando esos pensamientos de lado, continuamos caminando unos minutos más hasta llegar a la torre y efectivamente, todas las plantas a nuestro alrededor estaban secas. Era como si nadie hubiera venido aquí en años y era lamentable.

Cuando abrimos la puerta de la torre, el sonido de unos murciélagos rechinó, la simple vela no nos daba mucha iluminación pero al menos logramos distinguir las escaleras. Tuve que tener cuidado, mantenía en mis brazos a Richi y tenía miedo que las escaleras de maderas se rompieran. Noah se aseguró de agarrame del hombro mientras subíamos, al menos si caía, él se daría cuenta por como me sostenía. No los conté pero parecían ser unas largas escaleras, si no fuera por el entrenamiento físico que recibo, ya hubiera estirado la lengua hace 20 escalones atrás. Mi antiguo yo ya habría muerto. Aún así, tomé un fuerte respiro y continué subiendo.

Cuando llegamos, bajé a Richi y le indiqué a Noah que no entraran hasta que les avisara. No sabemos como va a reaccionar y sinceramente, haré lo que sea para proteger a mi hermano menor. Noah estaba preocupado, como cualquier mayordomo lo estaría pero le dije que confiara en mi y aceptó.

Saqué las llaves y comencé a probarlas hasta que la llave correcta, abrió el candado. Empujé la puerta un tanto nervioso y entré, tratando de iluminar la habitación con la vela.

Al entrar, la habitación estaba muy sucia, la cama parecía estar dañada e incluso las paredes de roca daban un aire tétrico, tanto que parecía estar en la sala de un jefe que tendría que ganar.

Calmate, deja de pensar en videojuegos.

Luego, observé a una mujer que estaba sentada en el suelo y que tenía las manos y los pies encadenados. Era una escena horrible, no podía creer que ha estado así durante cuatro años. La mujer, notando la luz de la vela, volteó su mirada hacia mi. Yo, levanté los manos en son de paz pero creo que ella notó el color de mi cabello, por lo que no dudó en querer saltar sobre mi pero por fortuna, las cadenas se lo impidieron.

— Tú ... ¡Tu eres el hijo de esa zorra!. Ella .. ella me quitó todo ..

— Lady Mildred, vengo aquí ..

— ¿A QUÉ? ¡YA ME QUITARON A MI HIJO! ¡¿QUE ME QUITARÁN AHORA?!

Me tomé unos segundos para hacer que se tranquilice, esperé que se desahogara y dijera todos los insultos que había guardado en su corazón, yo por otro lado, solo me dediqué a sonreirle. Si está era la mejor manera de desquitarse, entonces lo aceptaba, porque sé muy bien que eso no reparará el hecho de que fue encerrada injustamente.

Gritó, luego habló y al final lloró.

— Vengo aquí a mostrarle a su hijo y a liberarla pero usted también debe hacer algo por mi, no le costará mucho. —Dije.

— ¿Que quieres?.

— No puedo dejar que se lleve a Richi, sé muy bien que es su hijo y que quiere huir con él pero eso solo los pondrá en peligro. Le doy mi palabra que mientras Richard esté viviendo en este castillo, nada peligroso le ocurrirá. Si quiere verlo, puede contactarse con Noah, mi mayordomo y él se encargará de llevar a Richi hasta usted por un corto tiempo, al menos hasta que crezca y salga por su cuenta y pueda reunirse más tiempo con usted.

— ¿Tendré .. que verlo en secreto?.

— Así es, lo verá crecer en secreto. Pero para eso debe ser cuidadosa y evitar los guardias.

— Esta bien, esta bien, si de esa manera puedo salir de aquí, no me importa ver a mi hijo de lejos pero .. ¿Realmente me jura que no le pasará nada a Richard?.

— Lo juro.

Con eso, le indiqué a Noah que trajera a Richi y también le indiqué que le quitara las cadenas a Lady Mildred. Richi corrió a abrazar a su madre mientras ella lloraba de felicidad, era una escena conmovedora y aunque me hubiera gustado decir "parece una escena de videojuegos" me di cuenta que no lo era, esta era la realidad.

— Mi bebé, mi dulce niño, haz crecido tanto ..

— Mami, te quiero.

Me quedé observando en silencio. Incluso si no son mis padres verdaderos, tanto el Rey y la Reina no son inocentes, tampoco son unos santos y no estoy seguro si se han manchado las manos con sangre. Pero de algo estoy seguro, es que debo cuidarme de ellos.