¿Crees en las segundas oportunidades? Pues yo no, al menos eso pensaba antes de vivir o de morir, depende del punto de vista del que lo veas.
Lo que si puedo asegurar es que es una experiencia que te hace pensar que has perdido la razón, es doloroso recordar como tu vida se va a apagado, pero lo que más duele es que a nadie le importas, ya que todos piensan que eres la mala del cuento.
Espero que con esta nueva oportunidad de vida pueda limpiar mi nombre y desenmascarar a los verdaderos villanos...
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Capítulo V Ya lo conocía
Sentí mi cuerpo desvanecerse y caí en un profundo sueño, mismo que me llevo a este momento, pero en mi antigua vida.
Flashback
"Hija te presento a Sergio Materano, el hijo de mi buena amiga Amanda De Materano". Dijo mi madre con entusiasmo.
"¡Ah!, hola un gusto". Fue todo lo que le dije a Sergio. "Mamá voy a salir con Lissandro no me esperes llegaré tarde". Dije ignorando a nuestro invitado y saliendo de la casa.
"Lo siento, ella es una adolescente que no terminas de madurar". Escuche decir a mi madre haciendo que rodara los ojos.
Ignore sus palabras y fui a mi habitación a cambiarme, estaba deslumbrada por el que sería mi novio en un futuro y no veía más allá de sus ojos.
Fin del Flashback
Volví a la realidad encontrándome en una habitación toda blanca, las luces me cegaron por un instante hasta finalmente escuché la voz de mi mamá.
"Al fin despiertas, me diste un buen susto".
"¿He vuelto a morir y tú estás en el cielo conmigo?", pregunté aún adormecida.
"No digas tonterías, solo te desmayaste y te trajimos a la clínica". Explico Luisa preocupada.
"¿A la clínica?, nosotras no tenemos para pagar esto, mejor volvamos a casa". Dije con desesperación.
"No te preocupes por eso ahora, lo importante es que estés bien". La voz de Sergio llamo mi atención. *¿Él todavía se encontraba con nosotras?* Pensé.
"Gracias, en cuanto pueda le devolveré lo que ha gastado en mí". Mis mejillas se pusieron rojas de la vergüenza. Este hombre me hacía sentir tan diferente, porque no lo conocí a él primero en mi otra vida. Seguramente me hubiera ahorrado mucho dolor.
"No te estoy cobrando, mejor recupérate para que podamos salir de aquí". Su mirada intensa hizo que mi piel se erizara, pero sabía que él solo me estaba viendo como una niña, pues en esta vida aun tenía quince años, mientras que él era mayor que yo unos cuantos años.
"Gracias hijo, pero Alexa tiene razón, te pagaremos lo que has gastado en este lugar". Intervino mi madre con determinación.
"Está bien, no discutiré con ustedes este asunto, ahora las dejo, ya que tengo que trabajar. Aquí les dejo mi tarjeta y cualquier cosa que necesiten solo me llaman". Ese hombre era todo un caballero, lástima que no soy mayor para demostrarle mi agradecimiento.
Mi mamá y yo quedamos solas en la habitación, ella me miraba de manera extraña, pero yo sabía por donde venía. ¿Qué fue esa pregunta?.
Me hice la desentendida, ¿De qué pregunta hablas?".
"¿Que si habías muerto nuevamente?" Su mirada era como si me estuviera escrutiñando cada gesto.
"No sé dé lo que hablas, recuerda que estaba inconsciente". Alce mis hombros en señal de inocencia.
"Mejor trata de descansar, mañana volvemos a casa".
El interrogatorio de mi mamá había terminado y le di gracias al cielo por eso, si ella seguía con sus preguntas no sabría como responderle.
Ahora que mi mente se había aclarado recordé que en mi anterior vida había conocido a Sergio, pero no le preste atención, ya que solo tenía ojos para Lissandro y como era una adolescente estúpida lo ignore pensando que era un adulto aburrido.
Al día siguiente regresamos a casa, mi mamá no se veía tan deprimida, algo que no recuerdo pasara anteriormente, en las imágenes que tenía ella siempre estaba triste y preocupada, supuse que su estado se debía a lo ocurrido con mi padre, pero algo más desencadenó su estado.
El fin de semana había pasado, desde que Sergio se fue no supe nada más de él, aunque no pretendía que las cosas siguieran así. Tome mi teléfono y lo llame con la excusa de agradecerle por su atención. La llamada tardó unos segundos en conectarse hasta que del otro lado escuche una grave voz. "Buenos días, con quien tengo el gusto".
Me quede muda por un instante hasta que finalmente me arme de valor "Hola Sergio, soy Alexa la hija de Luisa".
Su voz se suavizó un poco diciendo. "Hola, ¿cómo te encuentras?", pregunto con un sexi tono.
"Bien gracias, solo te llamaba para agradecerte tus atenciones". Dije si darme cuenta de que le estaba coqueteando.
"Fue un placer ayudarte, ahora te dejo porque estoy en una reunión", respondió en el mismo tono suave.
"Lo siento, no te quito más tiempo". Cuelgue sin esperar una respuesta. Era una tonta, un hombre como él no se fijaría en una niña como yo. Deje mi teléfono a un lado y decidí enfocarme en lo importante: destruir a la familia de mi padre, aunque apenas tenía quince años debía empezar a trabajar y prepararme para lo que me esperaba en el futuro. Era un hecho que de una u otra forma ese era mi destino; así me lo explicó la mujer del callejón, en esta vida abrían acontecimientos que me llevarían al odio sin sentido de mi padre, al ensañamiento de esas mujeres contra mí y a la enfermedad de mi madre, pero tenía el conocimiento de todo eso y el conocimiento era poder, así que podría cambiar el desenlace.
Mi mamá me dejó descansar ese día en casa, pero al siguiente tenía que volver a la escuela, ya que presentaría las pruebas para optar a las mejores universidades del país, recuerdo que en mi vida pasada no logré buen promedio solo porque pensaba que me casaría con Lissandro y no necesitaría estudiar y mucho menos trabajar, porque su familia tenía suficiente dinero.
Entre a la escuela y ese sentimiento de impotencia se adueñó de mí, en este lugar no era apreciada por nadie; en este mundo solo los que tenían dinero eran importantes: al menos así pensaba yo.
"Miren nada más quien nos honra con su presencia". Comentó Carolina en tono burlón. "Eres tan patética, de verdad piensas que obtendrás buenas notas". Continuo con sus burlas.
"No lo pienso, estoy segura de que lo lograre". Dije con firmeza siguiendo mi camino. Esta vez no permitiría que nada me apartara de mi meta y esta era lograr entrar a la mejor universidad. Solo así podría tener la oportunidad de enfrentar a las sombras de mi pasado.
Gracias autora por actualizar.
Ojala los malos sean destruidos