La Maldición Del Lobo

...En la batalla de la vida, no se mide la fuerza por los golpes que das, sino por aquellos que puedes resistir mientras proteges a los que amas....

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Bellatrix:

Me deslicé en la oscuridad de la noche, mis pasos silenciosos como los de un felino acechando a su presa. La mansión de los aliados del mafioso que había matado se alzaba imponente ante mí, pero mi determinación no conocía límites. Con una mezcla de sigilo y ferocidad, me adentré en la casa, mi mente enfocada en encontrar cualquier rastro que pudiera llevarme a mi próximo objetivo.

Al explorar la mansión, mis ojos se posaron en una montaña de informes y documentos, esparcidos como piezas de un rompecabezas incompleto. Entre ellos, descubrí los archivos de mis padres, el peligro acechaba en las sombras de la noche.

Con determinación feroz, comencé a buscar frenéticamente entre los archivos, mi corazón latiendo con una mezcla de ansiedad y anticipación. Y entonces, vi la verdad que me heló la sangre: mi enemigo más poderoso, un mafioso de Londres, estaba en camino hacia mi familia.

Las alarmas retumbaron en mi mente como campanas de advertencia, y sin perder ni un segundo de tiempo, saqué mi teléfono y envié un mensaje urgente a mis guardaespaldas.

\_\_¡*Peligro inminente! Diríjanse al aeropuerto de inmediato. No hay tiempo que perder, \_\_escribí con dedos temblorosos pero decididos*.

Mientras esperaba una respuesta, llamé a una empleada y ordené un vuelo privado de carga de carros, sabiendo que cada segundo perdido aumentaba el riesgo para mi familia. La empleada, con una mezcla de miedo y admiración en su mirada, asintió y se apresuró a cumplir mis órdenes.

El avión era una bestia de acero y lujo, su exterior pulido reflejaba la luna llena, y su interior estaba equipado con todo lo que uno podría desear. Desde asientos de cuero hasta un minibar bien surtido, era una fortaleza volante diseñada para el confort y la seguridad.

Pronto, me encontraba en las carreteras del aeropuerto, mi auto rugiendo con ferocidad mientras me dirigía hacia el avión que había comprado para la ocasión. Junto a mí, mis guardaespaldas seguían con paso firme, sus autos relucientes y amenazantes como bestias guardianas listas para la batalla.

Con el corazón lleno de determinación y el miedo como un combustible ardiente en mi interior, me adentré en el avión, lista para enfrentarme a mi enemigo con toda la fuerza y ​​el coraje que tenía. Porque en mi mundo, la familia era sagrada, y no permitiría que nadie se atreviera a amenazarla sin pagar el precio más alto.

El avión aterrizó suavemente en Italia, la ciudad de la moda y el arte. Con mi auto rugiendo a toda velocidad, salí del aeropuerto, seguida de cerca por mis guardaespaldas y los asignados por mi padre. El rugido de los motores y el brillo de los faros iluminaban la noche, anunciando mi llegada. Estaba lista para enfrentar cualquier desafío que se me presentara, porque en mi mundo, la familia era sagrada, y lucharía hasta el final para protegerla.

La mañana despertaba en un resplandor dorado sobre el majestuoso hotel Diamante Dorado, donde finalmente llegué tras un largo viaje. Mis trocas se detuvieron con una precisión militar, y al salir del auto, mis guardaespaldas me siguieron con paso firme, irradiando una presencia imponente que comandaba respeto y temor.

Admiré el hotel con una mezcla de admiración y frialdad calculada. Era una obra maestra arquitectónica que combinaba la elegancia clásica con el lujo moderno, cada detalle diseñado para seducir y envolver a sus huéspedes en un mundo de opulencia y placer. Las amplias habitaciones prometían comodidad y esplendor, con servicios de primera clase que dejaban a los invitados sin aliento.

Decidida a presentarme como la hija de Cristal y Damián, me quité la peluca negra y los pupilentes oscuros, revelando mi verdadera identidad ante el personal del hotel. Los empleados se inclinaron ante mí con respeto, reconociendo mi reputación como una espía temida y respetada en los círculos más oscuros del mundo.

Adentrándome en el hotel, busqué a mis padres entre los comensales del desayuno y los encontré reunidos en una mesa, disfrutando de una comida tranquila juntos. Mi presencia causó una mezcla de sorpresa y alegría, y mis padres corrieron a abrazarme con fuerza, casi sofocándome con su amor.

La conversación comenzó con risas y chistes, pero pronto se convirtió en una preocupación palpable. Observé con atención la expresión de mis padres, viendo el amor y la preocupación entrelazados en sus rostros.

\_\_¿*Por qué has venido tan repentinamente, querida? \_\_preguntó mi madre, Cristal, su voz resonando con inquietud\_\_. ¿Hay problemas en Londres? \_\_inquirió con curiosidad*.

Respiré profundamente, intentando mantener la calma mientras compartía la razón de mi visita.

\_\_*Hay un poderoso mafioso de Londres aquí en Italia que planea atacar a nuestra familia, \_\_expliqué con seriedad\_\_. No podemos ignorar esta amenaza, \_\_aclaré*.

El rostro de mi padre, Damián, se endureció, su mirada fría y determinada.

\_\_*No permitiremos que nadie nos haga daño, hija, \_\_declaró con firmeza\_\_. Estaremos preparados para defendernos, \_\_añadió con orgullo*.

Mi padre me dirigió a mi habitación y mi madre dirigió a mis guardaespaldas a una habitación cerca de la mía. Mi habitación era un santuario de lujo y confort, con una cama grande y suave, un escritorio de caoba y un armario lleno de ropa de diseñador. Mientras acomodaba la ropa de manera rápida y cuidadosa, disfruté de la compañía de mi padre, sabiendo que no iba a dejar que ningún enemigo molestara a mis padres. La seguridad de mi familia era mi prioridad, y estaba dispuesta a hacer todo lo necesario para protegerlos.