Patricia Silva una abogada intachable, decide llevar un caso que le puede traer problema en su vida, ¿qué pasará con esta abogada? les invito a leer la historia.
NovelToon tiene autorización de Ana de la Rosa para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 4
Víctor
Al llegar a la casa, decidí quedarme en una de las habitaciones de abajo. No quiero lidiar ahora con Carla. Quería entrar sin ser visto, pero, definitivamente, la suerte no está de mi lado.
— Amor, te estaba esperando. ¿A dónde fuiste?
— Hablamos mañana, quiero descansar. — le doy un beso.
— Está bien, te amo.
Entré a la habitación. Y por si fuera poco, no dejo de pensar en esa mujer.
Siguiente día
Patricia
Qué noche tan incómoda, fue muy difícil conciliar el sueño. Ese hombre no salía de mi cabeza. Tengo que ir a casa de mis padres, hoy no trabajan. Después de todas las llamadas que no les contesté, tienen que estar molestos.
Por alguna razón, no sé cuál, me gusta conducir a baja velocidad, no me gusta adrenalina que se siente al conducir a una alta velocidad.
— Buen día, Nana, ¿dónde están mis papás?— le doy un abrazo
— Buen día, cariño, están en el balcón.
— Gracias, mi Nana bella.
No entiendo por qué mis padres disfrutan el fin de semana sentados en el balcón, ¡qué aburridos!
— Mira nada más, qué hermosos mis viejos.
— Buen día, ¿por qué no viniste ayer?—preguntó molesto, Fernando, mi papá.
— Nos quedamos esperándote después que terminó la audiencia, ¿por qué no contestaste el teléfono?— dijo Isabel.
— Pensé en venir, pero tenía deseo de un trago, y no contesté el teléfono porque lo dejé en la casa.
— Bonita excusa. Patricia, somos tus padres, nos preocupamos por ti.— dijo mi mamá.
— Para ella fue mejor irse de fiesta que decirnos que estaba bien.— dijo mi papá.
— Papá, ¿cómo puedes decir eso? Ustedes saben que los adoro, son mi vida. Pero tienes razón, si hubiese venido aquí, tal vez no me pasa lo que me pasó.
— ¿Qué te paso, hija?— pregunta mi mamá alterada.
— Tranquila, solamente choqué con un imbécil en el bar. Le grité unas cuantas cosas, pero no fue suficiente, gracias a eso no pude dormir.
— Tienes que dejar de ser así, te vas a encontrar una persona con un mal carácter.— dijo papá.
— No creo, solamente protesto cuando tengo la razón.
— Hija, ¿Y Alfredo? ¿Cómo andan las cosas con él?— preguntó mi mamá.
— Mamá, qué pregunta, entre Alfredo y yo no hay ni habrá nada.
— Debería hacerle caso a ese muchacho, es una persona buena y te ama.— dijo papá.
— Uju, me voy, los veo después. Papá, sé qué está pasando, no te preocupes, estoy bien sola.
___
Víctor
Despertar en otra habitación y solo no es romántico. Entro a mi habitación y Carla está dormida, su bata está por encima de su cadera mostrando una diminuta braga. La empiezo a tocar, siento como va relacionando a mi tacto.
— Amor, despierta, quiero hacer el amor. — le dice al oído.
— Me encanta cuando amaneces así.
Hicimos el amor hasta estar satisfechos.
— Amor, anoche, te sentí molesto. ¿Qué pasó?
— Estaba incómodo con las discusiones de ustedes, me fui al bar, choqué con una mujer y me insultó. ¿Por qué será que a ustedes las mujeres no las podemos entender?
— No soy así, pero tu mamá, sí, me ve y se pone como una araña. No la entiendo, nunca le he hecho nada.
No puedo evitar reír, estas mujeres me van a volver loco.
— No te preocupes, algún día eso va a cambiar. Carla, tienes que ir al médico, quiero tener hijos.
— Está bien.
Unos días después
Patricia
Estoy en el juzgado, siempre llego primero que el señor Torres. A lo mejor, hoy viene el hermano mayor.
Gracias a Dios que vino Albín, cada vez que lo miro tiene una sonrisa, ¿será que se burla de mí?
— Nos volvemos a ver Lic. Silva.— me da un beso en la mano.
— Para ser sincera, usted me agrada, me recuerda a mi hermano, siempre tan sonriente
— Usted también me agrada, al que no le agrada ni un poco, es a mi hermano.
— ¿Así? Pues que mal, lástima que eso no me importa. Nos vemos adentro, espero que hayan cambiado su jugada.
Empezó el juicio, no voy a negar que estoy nerviosa, una nunca sabes lo que puedes pasar. Aunque este caso no era complejo, hay mucho dinero en juego.
Según avanzaban los minutos, todo estaba a su favor. El juicio estaba a punto de terminar, cuando decidí presentar pruebas contundentes. Además, pruebas de compra de testigos.
Puedo ver el sufrimiento en el rostro de Albín, qué pena, adónde fue tu risa. El juez, después de unos minutos, dio el veredicto final.
— Buen trabajo.— me dijo mi colega.
— Señor Torres, fue un placer conocerlo, a lo mejor nos volvemos a ver.
— No sé si felicitarla, o si sentir pena por usted.— dijo en un tono serio.
— Felicíteme, las penas se las dejo a ustedes. Un saludo a su hermano.
Los periodistas comenzaron a hacer preguntas. Albín salió escondido, pero siempre hay un paparazzi que no deja pasar una. A mí no me gusta dar entrevista, el señor José Pier, lo hizo por mí.
— Al fin se hizo justicia, le agradezco mucho a la Lic. Patricia Silva, ella fue la única que quiso llevar este caso, la gloria es de Dios.
Salí lo más pronto de ahí, tantas preguntas me ponen histérica.
———
Víctor
Estaba muy al tanto de todo, desde mi teléfono. Maldición, esa maldita mujer, la voy a matar. Mi mamá se va a morir. Del coraje exploté el teléfono en la pared.
Albín llegó escondido.
— Carajo, estamos jodidos, afuera están los periodistas, ¿qué vamos a hacer?—me dijo al entrar.
— Señor, el teléfono no deja de sonar, los periodistas están como locos ahí afuera. Esto es un escándalo.— dijo la secretaria.
— No te preocupes, con los días esto se olvida, el problema es mi mamá.
— Seguramente ya voy las noticias.— Albín me tenía desesperado con los movimientos de los dedos.
— Voy a hablar con los periodistas, si nos escondemos, estamos afirmando que somos unos estafadores.
Salgo afuera y todos comienzan a preguntar.
— Señores, perdimos ese caso, pero somos inocentes, y lo vamos a demostrar. Vamos a demandar a las personas que nos vendieron esas joyas. Esta es la primera vez que nuestra agencia pasa por algo de esta manera. Todos ustedes saben que somos una agencia respetable. Ahora les pido respeto, por favor.