terminada
Bella es hermosa.
Bella es inteligente.
Bella es sexy.
Bella es deseada.
Bella es amada.
Bella solo tiene que creerlo.
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Capítulo # 4
Buenos días. - saludo Ariana entrando a la habitación, Bella quien se encontraba desayunado levanto la mirada y sonrió. - ¿Cómo amaneciste? - cuestionó la rubia colocándose al lado de su amiga.
Bella paso el bocado y sonrió. - Bien, ya no tengo mareos. - respondió. - Espero que ya me den el alta, no soporto estar un minuto más aquí.
- Solo llevas un día. - replicó su amiga - Y, tenemos que esperar a lo que dice el médico. - comento Ariana.
La puerta de la habitación se abrió y una enfermera entro sonriendo.
- Hora de su medicina. - dijo, colocó la bandeja que traía a un lado, tomo una pastilla , un vaso con agua y se lo paso a Bella, quién sonrió.
- Gracias. - dijo, tomo lo ofrecido y rápidamente se tomó la medicina.
La enfermera sonrió. - En un momento vendrá el doctor Henderson. - dijo y salió de la habitación.
- Vendrá el guapo doctor. - comento Ariana sonriendo.
Bella colocó los ojos en blanco.
- ¿Qué? Es la verdad, ¿No lo has visto? - cuestionó la rubia. Bella iba a responderle, pero en ese momento por la puerta entro el doctor.
- Buenos días. - saludo y camino hacia las chicas.
- ¿Cómo te sientes hoy? - cuestionó mirando a Bella. Las palabras de Ariana resonaron en su mente y tuvo que admitir que el doctor de verdad era guapo.
El hombre era alto, demaciado podía medir como 1.90, lo cual la hacia sentir muy pequeña, además era musculoso, debía de pesar unos noventa y tantos kilos, su piel era clara algo tostada, tenía el cabello castaño claro, su ojos eran de un color miel increíble, la verdad no estaba muy segura porque tenía matices verdes, su rostro era muy varonil y estaba adornado por una sexy barba.
- Bella. - escucho que la llamo su amiga, dejó de ver al doctor y miro a su amiga.
- ¿Qué? - cuestionó.
- No has respondido la pregunta del doctor. - comento su amiga y sonrío pícara. Bella miro al doctor y sintió su mejillas arder.
- B.. bien, hoy no e tenido mareos. - respondió desviando la mirada.
- Muy bien. los resultados de los exámenes que te hicieron muestra que tu azúcar está un poco baja. - comenta mirando en su tableta. - Dijiste que no sufrías de otra enfermedad a parte del Hipotiroidismo.
- Yo.. no consumo azúcar, para no subir más de peso. - respondió la chica, el doctor alzó una de sus cejas.
- Aquí dice que mides 1.70 y pesas 80 kilos, aunque estas en sobrepeso, las personas con tu enfermedad suelen pesar más, hasta ahora te has sabido mantener, sí debes de cuidarte de no subir más, pero no es buena idea que dejes totalmente el azúcar, puedes una vez a la semana comerte un trozo de chocolate o un helado, así no tendrás problemas de salud a largo plazo o tomar tus bebidas con edulcorantes cómo la stevia o sucralosa. - le explicó el médico. - Todo lo otro está muy bien, veo que eres muy responsable con tu tratamiento. - dijo y sonrió, Bella pensó que ese doctor no debía de hacer eso, pues era una sonrisa demaciado sexy.
¡Mierda no debería pensar así! Todo era culpa de Ariana. pensó.
- Muy bien, te voy a dar el alta, pero como recomendación te diré que visites a un Psicólogo. - comento Robert. Bella abrió los ojos.
- No necesito un Psicólogo. - refutó ella. - Se que lo que hice fue estúpido, no volverá a pasar. - aseguro, Robert asintió.
- Muy bien, espero que así sea, no quiero volver a tener que tumbar tu puerta. - dijo y salió de la habitación, Ariana lo miro con los ojos abiertos.
- ¿Qué quiso decir con eso? - cuestionó Bella.
- Pues verás amiga, ese Dios griego, al cual te quedaste mirando como boba, fue quien te salvó la vida. - comento y sonrió al ver la expresión de su amiga.
- N.. no lo miraba como boba. - se quejo.
- Claro que sí. - refutó Ariana. - Pero te entiendo, está como para comérselo. - dijo y se mordió el labio. - Pero en fin, la historia es así....
...................
Habían pasado ocho días desde aquel incidente, Ariana no se ha despegado de ella, incluso se había quedado a dormir todas las noches, ella agradecía la preocupación de su amiga, pero también le irritaba un poco que le preguntará todo el tiempo como se sentía, sobre todo cuando se quedaba en silencio y pensativa, ¿Qué acaso una persona no podía tener momentos de silencio sin los demás pensaran que estaba planeado como acabar con si vida?
De acuerdo entendía a su amiga, estaba preocupada, pero joder ella no iba a volver a cometer tal estupidez, eso lo tenía muy claro. Todavía resonaban en su cabeza las palabras de esos dos y su corazón se estrujaba por eso, pero sabía que acabar con su vida no era la solución a su dolor, tenía que ser fuerte, olvidar y salir adelante, ella tenía a personas que la amaban y que se preocupaban por ella, su padre, su amiga y bueno su madre, aunque no estaba segura de esta última, su madre siempre fue un poco hiriente con ella. Decidió echar esos pensamientos fuera, no quería deprimirse ya que ese era otro dolor que llevaba en su pecho, el constante reproche y desagrado de su madre hacia ella por su peso.
- ! Basta! - se dijo. - No más. - dijo y se levantó de la cama, fue al baño, se ducho, salió de este, se colocó un vestido color verde, con escote en V, llegaba un poco más abajo de la rodilla, le quedaba semi ajustado, se colocó unas sandalias negras altas, se aplico un poco de base en el rostro, polvos rubor en su mejillas, un poco de iluminador, algo de rimel en las pestañas y un labial rojo no tan intenso, se colocó unos pendientes sencillos y dos pulseras en cada muñeca, ( aquello para ocultar las herida ya cicatrizando) tomo su bolso también negro, guardo su celular y salió de la habitación.
Se encontró con Ariana en la sala del apartamento esperándola. La rubia la miro y frunció el ceño.
- ¿Qué? - le cuestiono.
- Odio ese vestido, te hace ver mayor. - se quejo.
- A mi me gusta, me siento cómoda con el. - refutó ella.
- Como quieras. - siseo Ariana. Ambas chicas salieron del apartamento y en la salida se encontraron con Robert.
- Buenos días. - saludo.
- Buenos días. - respondió Ariana efusivamente.
- ¿Cómo han estado? - cuestionó mientras se dirigían al ascensor.
- ! De maravilla sobre todo ahora! - respondió la rubia. Robert sonrió por el comentario de la chica.
El ascensor abrió sus puertas, Robert les dio el paso y Ariana sonrío y fue la primera en pasar luego pasó Bella, Ariana sonrío al ver cómo el doctor miro con interés a su amiga.
!Oh por Dios! exclamó en su mente, ¿Había visto bien! se pregunto.
Robert entró al ascensor colocándose justo al lado de Bella. Ariana estaba detrás de ellos pendiente a las acciones de él, Bella por otro lado se sentía nerviosa, no entendía porque, pero aquel hombre le causaba eso. Seguramente era porque el había sido su doctor y aparte de su amiga era el único que sabía de la tontería que había hecho, seguramente se sentía así por vergüenza.
Robert miro de soslayo a Bella. La conversación que había escuchado platicar a las chicas aquella vez en el hospital vino a su cabeza, cuándo la rubia le afirmaba que ella era bella y que no tenía por qué creer las palabras que su ex novio y la amante de este le habían dicho.
La rubia tenía razón pensó él, la chica era hermosa, tenía una piel muy clara qué le quedaba perfecto con su cabello rojo cobrizo, ondulado que le llegaba a media espalda, tenía una cejas del mismo color de su cabello muy bien arregladas, unas abundantes y largas pestañas y unos hermosos ojos negros, su nariz era perfecta, ni grande ni pequeña, sus labios eran gruesos y carnosos los cuales los hacía muy apetecibles, Además de eso tenía un lindo cuerpo, era cierto la chica tenía un poco de sobrepeso, Pero eso no le quitaba que tenía un lindo cuerpo es más eso la hacía ver más sexy, Tenía bastante busto, Cintura más angosta que sus caderas, las cuales eran anchas, un trasero fenomenal y un par de piernas gruesas. ¿Por qué esa chica se creía poco atractiva?
Ariana en silencio pudo apreciar el sutil escaneo que el doctor le daba a su amiga.
!Oh Dios no lo estaba imaginando! exclamo en su mente. A el doctor Robert le gustaba Bella.
Bella Anderson
Robert Henderson
Ariana Steven