Alejandro es un exmilitar que junto a su amigo fundó una empresa de seguridad. Su vida iba relativamente bien. Hasta que acepta ser quien se haga cargo de la seguridad de Paulina Montez, la hija de uno de sus principales clientes. Paulina es una chica de 18 años, con una vida desenfrenada, pero con la llegada de Alejandro a su vida, todo dará un giro de 180 grados, cuando la atracción entre ellos empieza a ser inevitable.
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capitulo 4
Alejandro Olmedo
Su expresión simplemente era magnífica, sus mejillas rojas simplemente la hacían ver mucho más hermosas
--- No se de que hablas--- dijo ella haciendo como si ella no sabía nada era una pequeña mentirosa, por otra parte Diana era muy amable, atento.
--- Necesito ir al centro comercial me hace falta ropa interior me vas acompañar---
--- Muy bien vamos---
Paulina me llevo a una tienda donde solo había mujeres todas me observaban incluso me sentía raro y luego ver toda esa ropa interior quizá se preguntarían que clase de pervertido soy, no lo sé pero podía sentir las miradas
--- Cual te gusta Alex el rojo, rosa o negro--- dijo Paulina enseñando unos conjuntos de lencería y no se porque me la imaginé con ellos puesto mi cuerpo me estaba traicionando jamás me había pasado eso y mucho menos en público siempre había controlado pero está chica si que me sacaba de control pero no sé lo iba hacer notar.
--- Creo que se te vería mejor el negro, pero eso debes preguntarle a tu novio--- le dije lo más serenó que pude.
--- Y tu Alex tienes novia---
--- No me gusta hablar de mi vida personal--- le respondí, ella me hizo una mueca de disgusto.
--- Perdón no sabía que te molestaba ---
--- Ya terminaste de comprar---
--- No aún me faltan varias cosas, además eres el centro de atención en la tienda, todas las mujeres te observan, y yo soy la envidia por estar con hombre tan guapo---
--- No creo que sea por eso, no será porque soy el único hombre en esta tienda---
--- No lo creo debe ser porque eres muy guapo---. Ella seguía comprando y yo la seguía a la dos lados me sentía algo intimidado pero no lo iba a demostrar, me llevo de una tienda a otra incluso entre a un salón de belleza, una señora de aproximadamente unos 50 años me dijo que cuánto cobraba por hora como si fuera un prostituto, le di las gracias y le dije que era muy hermosa pero yo no me dedicaba a eso yo estaba ahí por qué estaba esperando a una de mis clientas pero no es lo que estaba pensando yo era su guardaspaldas
--- Yo quisiera tener un guardaspaldas así, si te despiden yo te puedo dar trabajo--- la señora seguía insistiendo.
--- Alex ya hemos terminado--- dijo Paulina, por fin este día estuvo muy agotador llendo de tienda en tienda pero se que lo hacía para desesperarme, llegamos al departamento Diana nos estaba esperando la cena estaba servida Diana era una mujer muy especial, no se con ella tenía una conexión, los días pasaban y Paulina no dejaba de hacer bromas incluso una vez cuando me estaba duchando me cortó el agua yo tuve que salir enjabonado, a mi comida le puso picante, pero yo no bajaba la guardia en cuanto a Diana una noche mientras Paulina estaba dormida fui a la cocina a tomar agua Diana está ahí platicamos un largo rato y no se que paso que cuando me di cuenta ya la estaba besando.
