Tu Dulce Aroma

Puntual como siempre el alfa llegó por Skylar, lucia un traje blanco hueso que hacia contraste con el color negro azabache de su cabello, las pupilas rojas del alfa destellaron cuándo se clavaron sobre la imagen del omega.

-Vaya, pensé que la etiqueta te haría un flaco favor, pero no puedo negar de que nunca te he visto más atractivo que ahora - la sonrisa amplia del alfa demostraba satisfacción.

Skylar trató de ocultar su cara de asco, sonrió casualmente y le devolvió el cumplido, trató de cambiar el tema.

- Creo que esta noche será muy especial, será porque es la última que pasaré cerca de mi familia por mucho tiempo. - Sonrió al pensar en que tal vez jamás los volvería a ver.

-En eso tienes razón, una vez estemos viviendo juntos no tendría sentido venir tan seguido por aquí. No soy tan apegado a mí familia como puedes pensar, prefiero tener mi propia intimidad. - Dijo en voz alta mientras no quitaba la vista de la carretera.

- Clarice te adora, al fin y al cabo eres su único hijo. - En realidad no le importaba demasiado el tener que volver a ver a aquellas personas que habían solapaban el comportamiento del alfa.

- Claro es mi madre, pero es agobiante de otro modo jamás habría elegido por mi voluntad tener que pasar el resto de mi vida contigo, es por eso que prefiero tenerla lejos. - Su voz sonaba desinteresada.

-Vuelves a lo mismo, si tanto odias la idea de compartir tu vida conmigo ¿por qué no nos haces un favor y rompe el compromiso? - Skylar contuvo el aliento.

Carter detuvo el auto en seco y se orilló en el camino, el corazón del joven omega latía rápidamente y maldijo para sí mismo. Tenía que morderse la lengua necesitaba que todo fluyera lo más normal posible gasta lograr su cometido, pero su lengua era más rápida que su mente y le había jugado en contra.

El alfa con su mano derecha tomó bruscamente el rostro del omega y estampó un beso, no había nada de romántico en el gesto sino que más bien era un acto de sometimiento su lengua se abrió paso por los apretados labios del omega que se resistía.

El alfa liberó feromonas y Skylar no pudo evitar jadear, sentía que el espacio dentro del auto era demasiado pequeño y sintió terror, no podía entrar en celo ahí mismo. Si llegase a ocurrir... No, no podía.

Con toda la fuerza que pudo reunir empujó a Carter lejos de él y forfejeo la puerta para bajarse del auto.

-Espera, ¿qué haces? - El alfa lo detuvo y empujó en el asiento.

- ¡Basta! ¡Crees que soy una de las zorras con las que te revuelcas! ¡RESPETAME! - Los gritos del omega hicieron que Carter se tranquilizara.

-Skylar, ¿qué crees que haremos cuando estemos viviendo solos?, fue solo un beso. - El alfa estaba conteniendo su mal humor en ese momento.

- P-pued-de que para ti sea habitual comportarte así con los omegas, pero te olvidas que no soy cualquiera. Ya me humillas acostándote con otros, no permitiré que me trates igual que a ellos. - La respiración agitada del omega hacía que su pecho subiera y bajara, respirar dolía demasiado, pero su cuerpo se sentía en alerta y estaba preparado para salir corriendo.

-Eres mío, siempre has sido mío y aunque no lo quiera, estás hecho a mi medida. El omega inútil, pero perfecto para mí. Jamás te dejaré ir, serás mi esposo, tendrás a mi hijo e iras conmigo del brazo como un hermoso accesorio. Es todo lo que espero de ti. - Los ojos carmesí del alfa estaban incrustados en Skylar, escudriñando cada una de sus reacciones después de decirle aquello.

Odiaba con cada centímetro de su ser al alfa y se preguntaba a si mismo cómo pudo pensar amar a semejante espécimen, estaba claro que él jamás lo vería como una pareja para amar, cuidar y respetar. Skylar para Carter era solo un accesorio, una incubadora, algo que podría poseer y utilizar a su gusto. Sintió pena por si mismo, pero no dejó que lo embargara, se acomodó las arrugas del traje y con voz monótona cambió el tema.

-Se hace tarde, tu madre nos debe estar esperando. - Skylar trató de sonar tranquilo, pero el temblor en sus manos lo delataba.

Carter encendió el motor y volvió a la pista, ambos continuaron el viaje en silencio.