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La Luz De Mis Ojos

La Luz De Mis Ojos

Status: Terminada
Genre:Ídolo / Amor a primera vista / Amor eterno / Mi novio es un famoso / Completas
Popularitas:4.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Sara liceth

"Una fanática decide tomar una misión imposible: salvar a su cantante favorito de las garras de la adicción, enfrentándose a los demonios de su pasado y a los peligros de la industria musical."

NovelToon tiene autorización de Sara liceth para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

luz de velo

AURORA

Desperté con la luz colándose por las rendijas de la cortina, pero no abrí los ojos de inmediato. Me quedé quieta, abrazando por inercia el cuaderno que anoche no solté ni para dormir. Mi cuerpo aún estaba cansado, pero algo dentro de mí… algo pequeño, casi imperceptible, empezaba a moverse. Como un brote empujando la tierra para florecer.

Cuando por fin abrí los ojos, lo supe: no podía quedarme ahí atrapada en mis emociones. Tenía que hacer algo con ellas. Canalizarlas. Convertirlas en algo hermoso, aunque doliera.

Después de una ducha rápida, bajé a la cocina. Camila ya estaba ahí, en pijama, tomándose un café con cara de no querer hablar con nadie. Pero me miró y frunció el ceño.

—Tienes ojeras de artista atormentada —dijo, levantando una ceja—. ¿Otra noche escribiendo?

Sonreí apenas y me serví una taza también. —Algo así.

Nos quedamos en silencio un momento, hasta que solté lo que me venía dando vueltas en la cabeza desde hace semanas.

—Se llegó el día... lista para crear nuestro imperio —la miré, con una sonrisa pequeña—. Algo muy de nosotras.

Camila levantó la vista de golpe.

—¡Por fin! —sonrió—. Ya necesitaba que llegara este día, loca.

—Sí. —Asentí—. Pero quiero que sea algo que haga a cada mujer sentirse protagonista. No como un accesorio de una historia de amor, sino como el alma misma de esa historia.

Ella dejó la taza sobre la mesa y entrecerró los ojos, analizándome.

—Mami, yo amo tus diseños. En serio. Son bellos, yo sueño con casarme con uno de tus vestidos, te lo juro.

—Espero que así sea —sonreí—. Quiero diseñar algo que transforme el dolor, que lo convierta en belleza. Y quiero hacerlo contigo.

Camila me miró por unos segundos, y luego sonrió.

—¿Y cómo se va a llamar?

Me quedé pensativa, dejando que las palabras me encontraran. Y entonces surgió, como si siempre hubiera estado ahí, esperándome.

—Luz de Velo.

—¡Me encanta! —dijo Camila, emocionándose al instante—. Y ya me vi. Diseños con encajes bordados a mano, toques bohemios, detalles personalizados, modelos que cuenten historias…

—Y una tienda que parezca sacada de un sueño —añadí yo—. Que sea un refugio. Que al entrar, cada clienta sienta que está empezando de nuevo.

Nos miramos, y sin necesidad de decir más, supimos que lo íbamos a hacer. Que esta nueva empresa no era solo un negocio, sino una declaración. Una manera de sanar.

Mientras preparábamos la laptop, los bosquejos Y las primeras ideas para la colección, algo dentro de mí empezó a acomodarse. Porque tal vez no podía controlar lo que sentía por Ethan… pero sí podía elegir qué hacer con ese amor no correspondido.

Y si ese amor me dolía… entonces al menos lo usaría para vestir de magia a otras personas en su momento más especial. Camila tecleaba con entusiasmo, anotando ideas mientras hablábamos de telas, cortes, nombres de colección. Pero entre palabras como "organza", "bordado" y "editorial", mi mente divagaba.

No hacia Ethan. No aún. Era como si al sentarme frente a esta nueva página en blanco, algo más urgente se hubiese instalado en mí: la necesidad de recuperar mi voz. Esa voz que a veces se calla cuando uno ama en silencio.

Camila se levantó pa' buscar otra taza de café, y yo aproveché pa' abrir mi cuaderno. Pasé las páginas llenas de garabatos, versos sueltos y bocetos de vestidos con espaldas descubiertas y colas largas como promesas. Dibujé una nueva silueta. Era diferente. Menos tradicional, más libre. Como yo quería sentirme.

—Este me encanta —dijo Camila al volver, mirando por encima de mi hombro—. Tiene algo… rebelde, ¿sabes?

—Es una novia que no pide permiso —murmuré.

—Ni perdón, mami.

Asentí. Esa sería nuestra primera colección: "Sin permiso".

Un homenaje a todas las mujeres que han amado sin ser correspondidas. Que han sido dejadas, traicionadas, ignoradas… y aun así se han levantado, se han puesto su mejor versión y han seguido caminando.

—Cada diseño va a llevar una historia, —dije en voz alta, como si la idea se hubiera cocinado sola en mi interior— Un fragmentito escrito a mano, cosido en el forro del vestido. Solo la novia va a saber que está ahí.

Camila sonrió. —Como un hechizo.

—O una despedida. la mire

Nos miramos en silencio. Por dentro, cada una sabía lo que cargaba. Pero ahí, en medio del café, las ojeras y los sueños con costuras invisibles, estábamos pariendo algo más grande que nosotras. Y por primera vez en semanas, me sentí menos sola.

No porque el amor se hubiera ido. Sino porque estaba aprendiendo a darle otro uso.

Un uso con luz. Un uso con velo. Un uso con propósito.

Ethan :

Me despertó el olor a café. Y el nudo en el pecho que llevaba desde anoche. Dormí mal. O bueno, dormí por ratos. Me despertaba con la imagen de su cara dándome la espalda, con ese silencio frío que se instala cuando uno dice lo que no debía… o cuando no dice lo que sí debía.

Bajé las escaleras sin mucha expectativa. Solo quería agua o café. Algo que me hiciera olvidar por un segundo que Aurora ya no me miraba igual. Pero al llegar a la cocina, la vi.

Ella. Con el cabello recogido a medias, un lápiz en la mano y una hoja en blanco delante, como si ahí pudiera desatar lo que no me había dicho anoche.

Camila también estaba ahí, claro, hablando bajito, entusiasmada. Pero mi atención se fue directo a Aurora. A su forma de fruncir el ceño cuando dibujaba. A cómo parecía otra persona cuando se concentraba en lo suyo.

—¿Y esta revolución a estas horas? —pregunté, fingiendo una ligereza que no sentía.

Camila me lanzó una risita. —Bendito, ¿y tú no dormías?

—Me despertaron los espíritus creativos —respondí. Pero la verdad es que no podía dormir sabiendo que le fallé.

Aurora no me miró. Ni una vez. Solo siguió dibujando como si mi presencia fuera parte del ruido ambiente.

—Estamos trabajando —dijo. Y sonó… neutra. Como si estuviéramos en una oficina. Como si yo fuera cualquiera.

—¿En qué?

—En magia, papi. —saltó Camila— Estamos montando la primera colección de nuestra nueva marca. "Sin permiso". Pa' todas esas mujeres que no necesitan que nadie les apruebe el corazón roto pa' seguir.

El nombre me cayó como piedra en el estómago. “Sin permiso”.

Sí. A mí no me dieron permiso pa' sentir lo que siento por ella.

Y ella no me lo dio anoche tampoco.

—¿"Sin permiso"? Suena poderoso —dije, porque no sabía qué más decir sin que se me notara todo.

Aurora me pasó el cuaderno. Ni una palabra. Solo el gesto. Lo tomé, como quien agarra algo sagrado. Lo abrí.

Y ahí estaba ella. En cada línea. En cada trazo.

Más libre. Más lejana. Más fuerte, pero sin mí.

—Este… este está brutal —murmuré, señalando uno—. Tiene algo tuyo.

Ella respondió sin levantar la mirada:

—Tal vez porque me lo estoy robando un poquito a mí misma.

Y yo quería decirle que no necesitaba robarse nada. Que todo eso ya era suyo, desde siempre. Pero me quedé callado. Como anoche.

Camila, se levantó. —Voy a buscar el pan sobao'. Ustedes hablen ahí, —canturreó

Aurora se quedó en silencio. Yo también.

El cuaderno seguía entre nosotros.

—¿Hace cuánto no dibujabas así?

—Desde antes de… todo —respondió, seca.

Asentí. Me lo merecía. Esa distancia. Pero porque , porque se aleja

—Te ves viva cuando lo haces —le dije, bajito. Porque era cierto.

Ella sonrió. Una sonrisa pequeña, herida.

Y eso me dolió más que cualquier discusión.

No quise presionar. No esa mañana.

Pero verla ahí, creando belleza mientras yo apenas podía juntar las palabras, me hizo desear volver a empezar. A lo mejor no con disculpas, sino con tiempo. Y si no me dejaba entrar, al menos estaría cerca. Aunque fuera desde el borde de su mundo.

Me quedé mirando las escaleras como si pudiera detenerla con la mirada, como si eso bastara pa’ que se quedara. Pero no se quedó.

Camila terminó de echar el café en su taza, se sentó frente a mí y cruzó las piernas, como si me fuera a leer el alma.

—Papi, yo no sé qué está pasando, pero a veces tú te pasas de intenso. Dale un break a la gente. No todo el mundo está pa’ aguantar tus silencios raros —dijo, y le dio un sorbo al café con esa calma que a veces desespera.

Me encogí de hombros.

—No es eso…

—¿Entonces qué? Porque Aurora últimamente anda media rara. Como que está metida en lo suyo, y eso me encanta, pero también… no sé. A veces parece que se está protegiendo de algo. O de alguien.

Tragué seco. Me dieron ganas de decirle que ese “alguien” era yo. Que todo esto es culpa de carla y ella por temor a carla se estaba alejando más que nunca.

Pero Camila no sabía. lo que yo sentía por su mejor amiga , Y no era momento de meterla en el medio.

—Solo está enfocá en su proyecto, eso es todo —mentí, bajando la mirada.

—Pues qué bueno, ¿sabes? Le hacía falta. Desde que llegó aquí no había vuelto a dibujar así. Tú no sabes lo feliz que me pone verla inspirá de nuevo. Y Carla ni se entera, pero eso es lo mejor. Pa’ que no venga con sus celos tóxicos.

“Carla.”

Sentí la palabra clavarse en la nuca como aguja.

Camila no lo decía con maldad, pero no sabía lo mucho que significaba ese nombre ahora mismo.

Antes de que pudiera responder, escuchamos la puerta abrirse de cantazo y las risas que siempre traía Carlos con Doruk detrás. Carla entró después, toda perfecta, como si no sudara, no llorara, ni sintiera frío nunca. Catalina venía arrastrando una bata y un moño despeinado que le daba flow de diva despistá.

—¿Qué es la que hay, corillo? —dijo Carlos, dejando caer una bolsa de papitas en la mesa.

—Vamos pa’ la piscina, —anunció Carlos— Hace calor … y no me voy a quedar aquí esperando que llueva otra vez.

—Sí, sí, yo quiero sol, —añadió Catalina— y traguito, si se puede.

Doruk me miró con una ceja levantá.

—¿Y tú? ¿Te vas a quedar aquí con cara de funeral o vas a mojarte la cabeza, bro?

—Voy —dije, automático. Aunque la única cabeza que necesitaba mojar era la mía con hielo, a ver si dejaba de pensar en ella.

Y justo entonces la vi. Aurora bajaba las escaleras. Con un pareo en la mano, una batita abierta encima del bikini, y esa carita de que no había pega'o un ojo, pero igual iba a fingí que tó estaba bien. Cuando Aurora bajó con ese bikini, el mundo entero se me apagó un segundo. Me quedé mirándola, sin disimulo, con la boca entreabierta como un idiota . El pelo le caía por los hombros como si también supiera que se veía preciosa, y esa risa... puñeta, esa risa sonaba a verano, a libertad. Y yo ahí, tratando de convencerme de que no debía mirarla así. Que era la mejor amiga de mi hermana. Que Carla es mi jeva. Que está aquí. Que no podía querer tocá esa cintura con la mirada que me traicionaba. Pero la verdad es que nunca la había visto tan... hermosa. Tan ella. Y tan mía, aunque no lo fuera.

No me miró. Ni una vez. Pero su presencia cambió el aire. Lo hizo más denso.

Más... ella.

Camila se levantó, contenta.

—¡Diache, mami! Ese traje de baño te queda brutal. Literal, estás pa’ portada.

Aurora sonrió, agradecida.

—Gracias, Cami.

Yo, mientras tanto, trataba de recordar cómo era respirar sin que doliera. Porque verla así, tan cerca y tan lejos a la vez, era una forma nueva de castigo. Y todavía no sabía si me lo merecía… o si ella solo se estaba protegiendo de mí , de carla y Catalina

1
nata
por favor , actualiza otra vez 🙏🏻
nata
No es por presionar 🤭 pero cuando subes el siguiente capitulo 🙏🏻
sara liceth: por ti y por tu apoyo lo hare pronto 🫶🏻
total 1 replies
Elizabeth Roque Valderrama
Excelente
tatiana g
no veo la hora en que ethan se entere. de que carla salio con otro y se beso con el , y que el porfin le diga a su fan que le gusta
tatiana g
amo 🙈
tatiana g
aurora escribe para liberarse igual que yo 🙈
tatiana g
siento que cada dia mas aurora soy yo 😍
tatiana g
me encanta 😍
tatiana g
este libro es algo que te envuelve , mas cuando eres o llegas hacer fan de alguien que es perfecto e inigualable para ti entiendo perfectamente aurora por el amor que le tiene a ethan y ella ya gano el primer día en q ethan la vio y se enamoro de ella , ese ethan se me parece mucho a zayn malik
tatiana g
"Me encanta la forma en que el autor ha tejido la historia, creando un mundo rico y detallado que me ha transportado a una realidad diferente. Los personajes son complejos y creíbles, con sus propias motivaciones y conflictos internos que los hacen sentir reales y humanos. La trama es emocionante y llena de giros inesperados que me han mantenido al borde de mi asiento, ansioso por saber qué sucederá a continuación.

"Me ha gustado especialmente la forma en que el autor ha explorado temas profundos y universales, como el amor, la pérdida y la búsqueda de la identidad. La escritura es hermosa y evocadora, con una prosa que es a la vez poética y accesible.

"Lo que más me ha impactado de este libro es la forma en que me ha hecho reflexionar sobre mi propia vida y experiencias. Me ha hecho darme cuenta de que no estoy solo en mis luchas y sentimientos, y que hay otros que han pasado por cosas similares.

"En resumen, este libro es una obra maestra que me ha dejado sin aliento y con ganas de más. Lo recomiendo a cualquiera que busque una historia que lo haga sentir, pensar y reflexionar. Es un libro que se queda contigo mucho después de que lo hayas terminado de leer, y que te hace apreciar la belleza y la complejidad de la vida humana."
nata
ame este capitulo , por favor siguiente. apuntó 🙏🏻
nata
Me he identificado con la protagonista es un libro inspirador , me ha robado el corazón con su prologo , la escritura poetica y la trama original hacen que este libro sea una obra maestra que te atrapa desde la primera pagina /Angry//Angry//Angry//Angry//Angry//Angry//
nata
me encanta 😍
Belinda Dayes
Ya no puedo esperar más, ¡por favor, date prisa y publica el siguiente capítulo! 😩
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