Ella sabia que no era lo correcto pero quería olvídarlo. Un noche ¿Que podría suceder?
NovelToon tiene autorización de Vanelf para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cambiando el rumbo
Al día siguiente Rocío llego a la oficina, en silencio y se notaba la incomodidad en su cara.
- Buen día Dante
- Buen día Rocío. Necesito que organizes estos papeles antes de las 2:00 de la tarde. Que necesito llevarlos a la reunión.
- Algo más que necesite.
- Si, el día de mañana estaré ausente. Quiero que mientras estoy afuera, llenes unos formularios. Cuando regrese iremos a ver la planta nueva.
Dante salió de la oficina porque tenía que hacer unos tramites.
- Un poco más y me quedo sin respirar. No se como mirarlo a la cara. Me pone nerviosa y con lo de aquella noche.
De pronto entró Jean.
- Buenos días, Rocío
-Buenos días, señor Jean
- ¿Puedo hacerle una pregunta? ¿Qué fuimos el Señor Dante y yo?
- Nada.
Rocío sabía que eso no era verdad, algo pasaba entre ellos, pero para Jean no eran nada, ya que nunca se dijeron lo que en realidad necesitaban decirse.
- Mentiroso.
- Te equivocaste de persona.
Cuando Jean salió de oficina. Llego Dante y miro a Rocío, que mostraba una cara de enojo.
- ¿Qué te sucede? ¿ Por qué estás enojada?
- La verdad que le pregunte a Jean qué fuimos nosotros y me dijo que nada.
- Te dije que solo somos amigos. ¿No estás de acuerdo con eso?
- No.
- Bueno traje estos documentos archivalos y puede retirarte, mañana debemos ir a la nueva planta.
Rocío se fue a su casa.
A la mañana siguiente, Dante la esperaba en la entrada del edificio.
- Hola Rocío, buen día. Necesito que vayas a la nueva planta.
- ¿Yo sola?
- Si, porque debo solucionar unos problemas.
- De acuerdo.
Dante se marchó y Rocío se dirigió a la nueva planta. Cuando llego la recibió una mujer muy hermosa, rubia y ojos celeste.
En los ojos de Rocío, era una mujer bellísima.
-! Hola¡¿Qué tal?! Mi nombre es Bianca. Me dijo Dante que vendría su secretaria para recolectar información sobre la nueva planta.
- Si, mucho gusto. Mi nombre es Rocío.
- Te llevaré donde está mi secretario, que te mostrará toda la planta y la información que necesites, él te la dará.
Ambas caminaron hasta llegar a donde estaba el secretario de Bianca.
- Hola Rafael. Ella es Rocío.
- Mucho gusto, Mi nombre es Rafael.
- Un gusto.
- Enséñale y brindale toda la información que necesite.
La guio por la planta y le iba mostrando el lugar, respondiendo a lo que ella preguntaba
- Rocío. ¿Tienes Novio?
- No.
- Una mujer tan hermosa no tiene novio. Que suerte.
Rafael era un hombre muy guapo, ojos claros, alto, amable pero también coqueto.
- ¿Después del trabajo, Te gustaría ir a comer algo conmigo?
- Me parece bien
Rocío hubiera preferido que Dante quisiera salir con ella, pero necesitaba distraer su mente.
De pronto Dante se apareció por la entrada y Rocío levantó la mano para que él pudiera verla.
Cuando Dante llegó se dirigió directamente donde estaba ella.
- Hola señor Dante
- Eres Rafael, el secretario de Bianca.
- Si, así es.
Dante le estrecho la mano, pero le mostraba una mirada de pocos amigos.
- Rocío, recolectaste la información.
- Si, Rafael fue muy amable y me hizo entender muchas cosas.
- Bueno, creo que eso sería todo por ahora. Subamos a la oficina.
Cuando iban a salir. Rafael se le acercó a Rocío. Dante mostró enojo, pero lo disimulo
- ¿A qué hora te puedo esperar?
- A las 7 saldré.
- Me parece bien, te estaré esperando.
Dante no le dijo nada. Solo escuchaba la pequeña conversación entre ambos.
- Vas a salir con él.
- Si, me dijo que fuéramos a comer. ¿Por qué?
¿Estás celoso?
- No, me parece bien que salgas y conozcas.
La verdad que Dante estaba lleno de celos y frustración, pero no podía obligarla a quedarse en la oficina.