Lucia y Marcos viven en distintos continentes, un desamor los unió. Ahora habrá que ver si triunfa el amor pese a la diferencia de edad, la distancia y esa loca obsesión por querer ser solo amigos.
Puede aquellos sentimientos nacidos por el dolor, aguantar contra aquello que pueda derrumbar su relación...¿Aun si aquello implica también enfrentarse a la edad?
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Capítulo 24 (Marcos, 20 de noviembre)
Estaba agotado, el día se había hecho muy largo y sumado al vino que había bebido, era un combo perfecto para relajarse y dormir como un bebe.
En realidad, no tenía ninguna intención con Lucia, solo que al verla dormir tan plácidamente al fresco de aquella noche calurosa, pensó que también él podía quedarse allí, y no despertarla para que fuera a acostarse dentro de la casa.
Tomo suavemente la cabeza de Lucia y le coloco debajo de esta, uno de los almohadones que le había alcanzado Ramón. Esto provocó que la mujer abriera sus ojos y lo mirara como queriendo saber qué era lo que estaba sucediendo.
-Shhh!! Duerme- le susurro Marcos – Yo me quedare a tu lado.
Pero, para el asombro del adonis, Lucia, en vez de seguir durmiendo, giro su cuerpo dejándolo muy pegado al suyo. Lo cual, provocó que, por un instante, Marcos dejara de respirar. Una sensación de escalofríos y calor a la vez recorrió el cuerpo de aquel hombre. Algo extraño le estaba pasando, el corazón, de repente, le daba la sensación que había entrado en una maratón apocalíptica. Sentía que se le iba a escapar del pecho. Y no solamente era eso, sino que, a la vez, no quería dejar de sentirse así.
Entonces Lucia, con ambas manos, apretó los pómulos de la cara de Marcos.
- ¡Eres realmente hermoso\, hermoso real\, así\, acá\, ahora\, no en la tele\, eres… guau!!! ¡Y mira esos brazos! - Le decía Lucia\, mientras una de sus manos bajaba de la cara del hombre hasta sus hombros- Eres hermoso\, hermoso\, hermoso… yo me hubiera casado contigo\, así\, ¡pum!! De cabeza…es más\, déjame decirte que en esta quinta… y tal vez sus alrededores\, todos nos casaríamos contigo… creo yo. Bueno\, todos no\, Charly no creo. - nuevamente subió la mirada y agrego- ¿Me darías un beso? Por favor.
El corazón de Marcos, de repente, se detuvo. Las palpitaciones que, hasta hace unos instantes, casi no lo dejaban respirar, se habían convertido en falta de aire. No estaba seguro de lo que había escuchado, ya que las palabras que salían de la boca de aquella mujer eran como un balbuceo algo torpe y confuso. Había que considerar que el alcohol que tomaron era suficiente para que delirara, o que dijese cosas que luego podrían avergonzarla.
Que ella lo considerara hermoso, podía ser, a veces el solo hecho de tener a alguien que es reconocido por una multitud, genera un enamoramiento pasajero. Pero que quisiera que la besara era un poco más complicado.
-Creo que no- le contesto sin dejar de mirarla
- ¿Estás diciendo que no puedes o que no quieres?
-jajaja y eso… ¿No es lo mismo?
-No, claro que no. Tal vez no puedas porque no sabes cómo… o no quieras porque yo no te gusto…
- ¡Oye! Estas hablando con uno de los hombres más sexy´s del mundo. –Quiso bromear Marcos- Obviamente que se besar. – Le contesto a las conclusiones irónicas de Lucia. - En mi juventud volvía loca a las chicas con mis besos. Para que sepas lo digo\, nada más.
-Entonces no te gusto ¿Eso es, no te gusto? - Los ojos de la mujer se pusieron vidriosos, como si estuviera a punto de comenzar a llorar- Lo entiendo, no soy una modelo de 25 años… pero… ¿Por qué no te gusto?
-Wow, wow, wow… detente ahí- Le ordeno Marcos muy suavemente tomándole los labios como si sus manos fuesen un broche- Si me gustas, creo que eres una bella mujer. No me interesa tu edad, a lo sumo ese es
tu problema. Pero no voy a besarte porque no es el momento ni el lugar. ¿Ok?
El silencio duro unos segundos, luego Lucia miro el cielo estrellado y se acurruco contra el pecho de Marcos.
(¿Qué fue todo eso?) Pensó el adonis al ver que la mujer había vuelto al dulce mundo de Morfeo.
(¿Por qué complicar todo con un beso?) (Debe ser por el vino) (A una de mis hermanas también le da por pedir besos cuando toma demasiado)
-Escúchame Lucia, si en verdad quieres que te bese, pídemelo cuando estés segura de estar sobria… Pero por favor, recuerda pedírmelo- Le susurro Marcos muy cerca del oído.
Aunque al mirarla se dio cuenta que ella ya no podía haber oído aquella petición.
Luego la tapo con la manta y la apachugo contra él, de este modo los encontró el sol al amanecer.
deja mucho esperando /Right Bah!/