El Romance Prohibido Del Emperador

🔞Advertencia, capítulos con contenido un poco picante, capítulos para mayores de edad

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Cuándo todos los cuervos terminaron de sacar a los muertos, Romeo tomó a Abigaíl por la cintura y usando su magia se va hasta el bosque imperial, en donde ya los cuerpos de los delincuentes fueron amontonados.

—Ya puedes utilizar tu fuego— dice Romeo y se aparta de Abigaíl, aquella última con un movimiento de manos, hizo un hechizo de fuego, y prendió los cuerpos de los mercenarios.

Todos esos cuerpos de esos delincuentes hicieron una gran hoguera, y el fuego se veía como una gran fogata, y así duro dos horas, Romeo utilizo magia oscura, para evitar que el humo o el calor de fuego les afecte a ellos, también uso magia para como una especie de un hoyo negro hasta el espacio, en dónde dirigió el humo, para que esté no se extienda  por todo el imperio.

Cuándo Abigaíl dejo de usar su magia, en el lugar en donde estaban los delincuentes, no quedaba nada más que un montón de cenizas, misma que con magia, Romeo hizo desaparecer.

—¿Te sientes complacida ahora? — Pregunta el hombre tras limpiar el sitio, y la joven no dudo en decir que sí.

—Le hicimos un favor al imperio— dice ella con una sonrisa maliciosa.

—Bien, en eso tienes razón, ahora vámonos de aquí — dice Romeo y toma otra vez a Abigaíl por la cintura y utilizando nuevamente su magia, se va a su habitación.

Ella, al ver el lugar en donde está, se sintió nerviosa, pues aun la palabra “Deuda de amor” no se le sale de la cabeza.

Lo que, haciéndose la desentendida, ella dice.

—¿Qué hacemos aquí?— dice ella mientras intenta calmar sus nervios, pero es imposible.

Por instinto ella retrocedió unos pasos, pues el hombre tiene una cara demasiado maliciosa.

—¿Acaso has olvidado lo que me hiciste en la noche de ayer?—dice él dando pasos hasta donde está ella, y ella retrocede aún más, hasta que llega a la puerta y se queda sin más lugar a donde ir.

—No te he dado una oportunidad, necesito tiempo — dice y el hombre la arrincona a la pared y olfatea su cuello con mucha emoción.

—Anoche no decías eso, me sentí usado, eres de la que mata al tigre y te asusta por el cuero. Pequeña, puedo hacer tus sueños realidad, solo tienes que ser mía una vez más, y con eso me basta — dice el mientras deja besos en el cuello de la muchacha, quien al sentir aquellos besos, dejo salir un gemido involuntario.

—No... Haga eso majestad — dice ella roja como un tomate.

—Romeo, a partir de ahora me llenará así — dice él para luego besar los labios de la muchacha.

Ella intentó luchar, pero al final termino cediendo ante él, y cuando se vino a dar cuenta, estaba en la cama únicamente con su ropa interior, el hombre en cuestión estaba ya desnudo.

No paso mucho para que aquellas prendas de vestir salieran de su cuerpo, y ella al verse desnuda quiso cubrir su desnudez, pues estaba avergonzada de sí misma, una cosa es ser traviesa en sueño, y otra muy distinta es hacer todo en la vida real.

Romeo al verle de ese modo dice.

—No, mi amor, no cubra tu cuerpo, déjame verte eres preciosa, y eres perfecta, cuánto extrañe verte desnuda, no sabes cuánto te amo pequeña, dame una noche, y te pongo el mundo a tus pies, este emperador está loco por ti— dice él para luego con delicadeza apartar las manos de Abigaíl de su cuerpo.

Tras contemplar un poco toda su anatomía, Romeo con una de sus manos, empezó a trazar el cuerpo de la joven, y mientras lo hacía, dejaba besos húmedos por todo su cuello, sin querer, Abigaíl dejó escapar gemidos de placer, mismo que aumentaron, cuando ella sintió como Romeo hundía sus dedos en su interior, el cual estaba húmedo, él con su boca, devoraba sus dos botones rosas, los cuales estaban erguidos.

La cordura la abandonó, y más cuando él dejó de usar su mano en su zona íntima, y en su lugar, termino de besar sus pechos, y lentamente se fue hasta aquella parte privada, no sin antes dejar por todo su plano vientre, un camino de besos lujuriosos.

Las sensaciones que él le daba a su cuerpo eran algo alucinantes y más cuando él simulaba estocada con su lengua, la joven apretaba ligeramente el sedoso cabello del hombre, para que esté siga lo que esta haciendo.

No paso mucho para que ella llegara a la cima, y eso fue suficiente para Romeo saber que ella estaba lista para lo que sigue.

Por eso, luego de tomar sus fluidos, él se alejó de esa zona, y sin darle oportunidad a que ella se arrepienta, le dio un apasionante beso, y poco a poco fue entrando en ella y cuando terminó de entrar, dio un gruñido de satisfacción, pues estar dentro de ella, es como estar flotando en las nubes, estar en el interior de la joven, se siente de maravilla.

Abigaíl estaba igual y sin poder evitarlo, pedía más y más, y eso provoca que el hombre aumente sus embestidas, él estaba fuera de sí, y ella también estaba igual que él.

Los sonidos de lo que hacían se escucharon por toda la habitación, y por suerte aquellos sonidos no salieron de allí, debido a que la habitación estaba alejada y estaba preparada para que nadie escuche nada de lo que se hacía allí, o el palacio entero, hubiera escuchado todo, pues ellos estaban siendo muy escandalosos.

Aquellos dos seres se entregaron a la pasión, y sus lobos estaban deseando tomar el control para marcarse como suyo. Cosa que no iba a pasar, pues en primer lugar: Romeo sí marca a Abigaíl sin su permiso, ella lo acaba con él, y segundo: Abigaíl no desea aún ser marcada por Romeo, porque aunque ahora esté haciendo el amor sin control, él debe de ganarse esa oportunidad con hechos, y no siempre palabras.

La noche no fue suficiente para amarse, y por esa razón, cuando el sol salió, ambos terminaron de hacer el amor, y se durmieron uno pegado del otro, como una pareja de enamorados, sus cuerpos estaban cansados, pues ellos dieron riendas sueltas a la imaginación, y recorrieron la habitación en el acto, lo que significa, que está estable vuelta un desastre.

En cuanto a los padres de Abigaíl.

Bueno...

Horas antes en la mansión Lombardi

Los duques en compañía de los empleados del ducado llevaron a todos a una parte segura, y luego de ver que todos estaban a salvo, se disculparon sinceramente.

—Lamento lo que acaba de pasar, esta situación no estaba programada para esta noche, pero parece que alguien se olvidó por un momento de quién es la familia Lombardi, y quiere morir — dice el duque con ira, pues aún no tiene conocimiento de quién es el culpable del ataque.

—Como ven la fiesta se terminó, todos deben esperar a que el emperador en compañía de mi hija se haga cargo de la situación, los que desean dormir en esta mansión, lo pueden hacer — dice la duquesa y todos hacen silencio, puesto que nadie quiere dormir allí por miedo.

—De todos modos, gracias por venir — dice la duquesa tras ver el silencio, y en ese momento los gritos de los hombres se empezaron a escuchar, y nuevamente todos estaban asustados.

— Que no cunda el pánico, el emperador se está haciendo cargo de la situación, no tengan miedo — dice el duque tratando de calmar la situación.

Un tiempo después, ya los gritos no se escucharon y los duques tras despedir a los invitados, fueron a ver qué pasó, pero cuando llegaron vieron como se llevaron al hermano de Camilo y a Sofía su sobrina, y el emperador usando magia salió con Abigaíl. Es claro que ellos dos aún tienen trabajo que hacer y ¡vaya trabajo!

Ellos deducen que Arturo y su hija tienen que ver en lo que pasó esta noche, ¿o por qué más se lo llevó el emperador?

********* Nota********

Otro capítulo más tarde, o mañana, hoy he estado ocupada y apenas tengo tiempo.