No Eres Mi Verdad

Sin prisa subía la pequeña escalera de mi nuevo hogar, una rosa negra capto mi atención, no era amiga de la naturaleza porque mis pensamientos estaban centrados en otro tipo de naturaleza, la miré con mucha atención y por primera vez sonreí de felicidad, muchas cosas habían quedado atrás aunque muchas otras me perseguían, pero no dejaría por ningún motivo dejar de sentir estas nuevas sanciones que de a poco se apoderaban de mi. El niño que esperaba se estaba adueñando de una parte de mi ser, sabía que era bueno para mí, pero no estaba segura de que si era bueno para el.

Entre a mi casa y un aroma delicioso capto mi sentido del olfato, fui directamente a la cocina.

- Hay algo delicioso que huele aquí- le dije a Greta, encargada de la limpieza.

- Buenas tardes, señorita, le preparé un budín, espero le guste- me dijo cariñosamente.

- Muchas gracias Greta.

Disfrute del delicioso budín acompañado con una taza de té, el embarazo me tenia con muchos antojos, mi madre estaría feliz si lo sabría, siempre quiso ser parte de esto, pero por mis errores y las pesadillas con las que convivía no me dejaban estar con ella.

Reinicie mi vida, lejos de los que me perseguían, volví a reabrir una nueva constructora, el trabajo ocupaba mucho mi mente, no me costó mucho, tenía mucho recorrido y experiencia, con un par de llamadas las cosas eran más sencillas. El único problema que me agobiaba era la falta de satisfacerme sexualmente, mi piel extrañaba vincularse con una extraña. Los hombres no dejaban de gustarme, pero con la última experiencia que tuve, debía tomar distancia de ellos por un tiempo.

Llevaba un mes de embarazo, no soportaría ocho meses más, tenía que acostumbrarme a vivir con esta intranquilidad.

- Señorita, ¿qué quiere qué le preparé para la cena?- interrumpió Greta mis pensamientos.

- Hoy no cenaré en casa, tengo un evento muy importante, mejor ayúdame a vestirme que tengo que verme hermosa.

- Usted es hermosa, todo lo que se ponga le quedará bien.

- Gracias por el cumplido Greta, así de hermoso también me gustaría tener el corazón.

Greta no sabía nada de mi pasado, y se quedó pensado porque dije eso.

Me acompaño al vestidor, era fanática de la alta costura, era la primera vez que Greta entraba a este espacio de la casa, se llevó una gran sorpresa al ver las maravillas que había ahí, vestidos de todos los colores, zapatos unos más brillosos que otros, carteras de los mejores diseñadores, estaba en la ciudad de la moda, por tal motivo parte de mi tiempo la dediqué para recorrer cada rincón de la ciudad, si había algo que odiaba era verme mal vestida, parte de mi éxito la conseguí gracias a mi apariencia y a los labiales que usaba para los labios. Si aprendí algo de la vida era que no todo giraba en torno al amor, sino que había otras cosas más, la gente por naturaleza ya es ruin, y eso nunca cambiará.

- ¿Qué vestido crees que debería usar esta noche?- rompiendo el asombro de Greta dije.

Ella se asomó al sector de vestidos y eligió uno con un escote en la espalda.

- Este me gusta- dijo alegremente.

Nunca antes dejé que nadie escogiera por mí, pero esta vez lo estaba haciendo, y no entendía el motivo. Tome el vestido y me lo puse, ella me ayudó con el cierre, mi vientre aún estaba pequeño, nadie notaría mi embarazo.

Termine de vestirme, antes de salir me pare frente al espejo, una nueva versión de mi resplandecía en mi frente, me estaba costado un poco reconstruirme, las paredes de mis heridas aún pesaban. Tome uno de mis perfumes y me lo puse, Greta llamó al chófer y me llevó al evento inaugural de una constructora muy importante en París.

En la entrada a una recepcionista le di la invitación, me dejo pasar cordialmente, el salón con todas sus luces tenues se veía hermoso, su arquitectura era como en un cuento de fantasía, sus colores fríos me transmitían paz, con mis palmas rocíe mi vientre, sentí su pequeña existencia y sonreí, un joven a poca distancia no dejaba de mirarme, intentaba ponerme nerviosa, sus juegos de seducción no funcionaban conmigo. Pausadamente, fui y le encaré.

- Es evidente que tienes ganas de cogerme- con mi voz suave le susurre al oído.

Se puso nervioso, no esperaba que esa fuera mi reacción.

- Me disculpo por ser tan evidente- respondió con una pequeña mueca en sus labios.

- Si no fueras el hijo del gran señor de este evento, te raptaría.

- Me gustaría no tener ese título en este instante.

- Date la vuelta y vete, no quiero cometer un crimen.

- Ja, ja, ja... eres una mujer bella eh interesante.

- Lo se, que disfrutes de la noche- le dije y voltee para irme.

Muchos socios al ver que llegue se acercaron a saludarme, me dieron la bienvenida por ser parte de este equipo empresarial. Siempre tuve suerte con el trabajo y los negocios, mis padres desde muy chica me enseñaron el rubro, pero por mi sola aprendí a ser más ambiciosa y obtener siempre lo que me proponía. Lástima que con los sentimientos no se podía negociar.

El señor Rossi, protagonista de esta hermosa recepción me invito a ser la presentadora, antes de tomar el micrófono y hacer la presentación corrí al tocador, saque mi labial favorito de mi bolso y con mucha satisfacción volví a marcar mis labios voluminosos con un color fuerte y cálido, quería que resalten y se adueñen de la palabra, cuando terminaba sentí un reflejo que me espiaba, voltee para observar de un lugar a otro, pero no encontré a nadie, volví a lo mío, cuando estaba lista salí con mucha naturalidad, pero por primera vez después de mucho tiempo sentí algo de nervios, el pequeño corazón de mi hijo jugaba con mis sentimientos y emociones.

- ¿Estás lista?- me preguntó la organizadora del escenario.

- Si- le respondí.

- Eres una mujer hermosa, una alfombra roja y un micrófono esperan por ti- dijo sonriente.

Capte enseguida el mensaje, me pare en frente de mucha gente importante, periodistas de revistas y noticias también eran parte de este importante momento, no podía creer que en poco tiempo había llegado hasta aquí, me sentía orgullosa de mi misma, cuando estaba de este lado todas mis pesadillas desaparecían, porque era yo quien invertía los papeles de cada rol y quien tomaba el control.

Tome el micrófono en mis manos y di mi discurso,《 Estimados accionistas, colegas, distinguidas damas y caballeros, una vez más les doy la bienvenida en nombre del miembro del corporativo y la constructora más importante del país. Gracias por acompañarnos hoy, a lo largo del año el compromiso de cada uno fue indispensable para alcanzar nuestros objetivos y crecer cada día más, su esfuerzo fue notorio, las ganancias y beneficios nos abrirán nuevas oportunidades, esperamos contar con ustedes para los próximos trabajos y posicionarnos en la tabla más elevada en el marco empresarial. Espero que este evento sea un momento de felicidad y de inspiración para todos ustedes. Finalmente, quiero agradecer a todos los que han trabajado incansablemente para hacer de este evento una realidad. Su dedicación y esfuerzo han hecho posible esta maravillosa celebración. Gracias por estar aquí hoy, y espero que disfruten de este evento tanto como yo lo haré. ¡Bienvenidos!, y buenas noches 》.

Cuando termine una ola de aplausos escuché de cada rincón del salón, baje para saludar a algunos conocidos, las mesas ocupadas con mucha comida, me hacían dar un poco de náuseas por el embarazo fui al bar, tenia ganas de pedir mi bebida favorita, antes de pedir reflexioné un poco.

- ¿No sabes qué pedir?- me preguntó el hijo de señor Rossi al verme sola.

- No cruces las líneas que te marque hace un momento- le respondí fríamente sin quitarle la mirada, sus ojos claros me recordaban a Eduar.

- Dejaste una marca en mi mente y es difícil ignorar lo que mis ojos ven- me regalo una sonrisa fugaz.

- ¿ Cómo te llamas?

- Soy Massimo Rossi- tomo mi mano y la besó.

- Mucho gusto Massimo- quite mi mano de la suya.

- Y yo con quien tengo el gusto de disfrutar este preciado momento.

- Eso te lo dejo de tarea, hasta otro momento- murmuré en sus oídos antes de darle un beso para despedirme de él.

Las náuseas y los mareos se estaban convirtiendo en una gran molestia, volví al baño, era insoportable ya no podía más, una empleada al ver que me veía mal, me trajo un vaso de agua, le agradecí, una vez más sentí que alguien me espiaba cuidadosamente, busque con la mirada, una tensión vibraba a mi alrededor, llame al chófer para que venga por mí tenia que salir de ese lugar lo más antes posible.