El destino parece jugarle en contra a Eliana, una mujer dedicada a su familia que cometió el error de dejarlo todo por un hombre que no valía la pena, mientras que Fabio está totalmente decidido a recuperar el amor de la única mujer que ha amado a pesar de los años, sin importar el que dirán se convierte en su amante y lucha por obtener el corazón de ella
Eliana: Entregué mi vida por amor, un amor que no me correspondía y perdí los mejores años de mi vida con alguien que no lo merecía. Ahora no estoy dispuesta a volver a amar
Fabio: Siempre me he considerado un hombre justo y correcto, menos en temas del corazón, en eso estoy dispuesto a jugar tan sucio como pueda con el fin de conseguir lo que me interesa
El amor para mi es como un juego de ajedrez, donde lo único que quiero es cantar el jaque y proteger a mi reina
¿Qué pasará con estas personas que se reencuentran luego de tanto tiempo? Cada quien con su vida hecha
Quédate a descubrir que le depara el destino a esta linda pareja
NovelToon tiene autorización de Roxana Fernández para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 24. Cercanías que enamoran
Eliana
Necesito alejarme para siempre de Juan David, esto ha sido la gota que derramó el vaso. Él siempre fue un hombre frío y distante, pero nunca antes se había atrevido a insultarme de ninguna forma ni mucho menos a ponerme un dedo encima.
Su fuerte siempre fue la manipulación, no fue necesario acudir a la violencia para controlar mi vida, pero esto... Esto ha sido demasiado.
Me encierro en mi habitación luego de esa gran discusión que tuve con Juan David, despues de eso él se marchó azotando la puerta y los próximos días no volví a saber de él.
Como es costumbre en ese hombre, luego de meter las de caminar hasta el fondo, resuelve todo alejándose por un tiempo y luego pretende regresar y hacer que nada pasó.
Por supuesto que su ausencia es algo que no me importa en absoluto, mas bien agradezco que no vuelva, pero el que pretenda hacer que no se atrevió a golpearme ni a decirme todas esas cosas, eso si que no es aceptable para mí.
Al día siguiente me pongo en contacto con un agente de bienes raíces para que me ayude a conseguir un departamento decente a donde mudarme en pocos días, mientras tanto atiendo una incómoda llamada de mis ex suegros, que ahora mismo parecen estar exasperados por las malas decisiones que ha tomado su único hijo.
Por fortuna ellos siempre han sido amables conmigo, siempre han estado de mi parte y ahora están preocupados por la nueva mujer de juan David, misma que es una total desconocida para ellos y a juzgar por su apariencia dudo mucho que puedan confiar en una mujer como esa.
Aun así no me aprovecho de ello para sacar ventaja de la situación, tan solo les pido que conversen con Juan David y traten de llegar a un acuerdo, uno que por supuesto, no me involucre y puedan dejarme a mi por fuera de todo ese asunto.
Dos días más tarde sigo en búsqueda de un departamento grande donde me sienta cómoda y pueda llevarme todas mis cosas, la verdad jamás pensé que sería tan difícil.
¿En serio todos están ocupados? ¿No hay ni uno solo libre en esta ciudad tan grande? No puedo creerlo.
He considerado muy bien esto y ahora más que nunca necesito de esa oferta de trabajo que me hizo Fabio. Pues no quiero gastar el dinero que obtuve al vender el anillo de Juan David pagando un alquiler mensual. Lo dejaré por si más adelante necesito algo de dinero para mi hijo, ya que ese hombre amenaza con no darme un solo centavo y la verdad asi lo prefiero.
Si el precio de no volver a ver a ese miserable infeliz es renunciar a ciertos lujos, lo haría encantada con el fin de no seguir con esta pelea absurda que no nos lleva a nada, pero mi hermana Elsa sigue negándose y me impulsa a pelear por lo que me pertenece.
Solo creo que esto se va a llevar mas tiempo y ver a ese hombre cada dia en la corte es realmente molesto para mí. También sus intentos de volver conmigo son algo insoportables y mas cuando estamos en público que a él le da por hacele creer a todos que lo estoy agrediendo. Cuando la verdad es que es él quién se me acerca, pero con otro fin.
No se a que juega ese hombre, no me imagino las locuras que pasan por su cabeza a diario. Eso no puede ser normal. Es muy patético de su parte que insista en que lo perdone cuando mas bien desearía yo no volver a verlo jamás, siento que cada día lo aborrezco y esto se lo ha ganado a pulso.
Creo que puedo conseguir un buen dinero si vendo mi anillo de matrimonio, que hoy por fin me acordé de quitármelo del dedo y pienso que con esto pueda pagar la universidad de Eliot.
Debo pensar en algo rápido para sustentar mis gastos, ya que pagar un alquiler sin un trabajo estable será una verdadera locura para mí.
Estos pensamientos agobiantes me arrastran a hacer algo que jamás pensé que haría. Por primera vez le hago una llamada a ese hombre a su celular, temiendo que esté ocupado y no pueda atenderme pero veo que no repica ni dos veces y ya me está hablando.
Fabio
Tres días han pasado y no he sabido nada de mi reina, creo que voy a enloquecer. De no ser porque mis hombres me mantienen informado acerca de todo lo que pasa con esa mujer y su entorno, ya me habría vuelto loco. Es importante para mi saber absolutamente todo lo que hace mi mujer, jamás la dejaría en serio y mucho menos sabiendo que está pasando por un mal momento.
Muero por verla, pero es que si lo hago ahora mismo no voy a poder contenerme y le daré un beso a lo salvaje, sin explicación alguna.
Los investigadores de alimentos procesados de las empresas de mi padre me hablan exponiendo sus proyectos debatiéndose entre ellos para que al final yo elija el mejor y yo los escucho aunque a distancia, cuando en realidad estoy entretenido escribiendo el nombre de mi reina en mi tablet junto a muchos corazoncitos y Javier echa un vistazo a lo que estoy haciendo y me mira con su cara burlona por lo estúpido que me veo haciendo estas cosas de niños.
Bah, ¿qué caso tiene seguir pensando en ella, si esa mujer no quiere estar conmigo? Siempre he sido yo el que la busca. Quién le impone su compañía, quien la sigue a todas partes sin importar nada.
Ella nunca me ha dado una señal de que me extraña, me desaparecí un par de meses sin dejar rastros y ella fue incapaz de buscarme.
Quizás deba hacerme a la idea de que ella no me ama y que soy yo el que está enamorado solo.
—Señor Ferrara, ¿cuál producto va a utilizar para el nuevo lanzamiento?
Pregunta la gerente de comercio carraspeando su garganta para llamar mi atención y yo la miro sin poder darle una respuesta concreta, pues no presté atención en lo mas mínimo mientras me hablaban
Asumo que mi cara de asombro en este momento fue poética, y Javier, como siempre es quien me saca de este aprieto.
Suena mi celular y lo miro con molestia pensando que es mi padre de nuevo quien llama a molestar para saber de este negocio, pero me equivoco, es ella y debo admitir que mi corazón se saltó algunos latidos al ver el nombre de mi reina en esa pantalla, la cual decido no hacerla esperar.
📲—Pero que hermosa sorpresa, ¿Cómo estás mi reina? ¿En que puedo ayudarte?
Eliana
«Aff... Este hombre es tan meloso que provoca es comérmelo, pero a besos»
📱—Hola Fabio, ¡vaya, atendiste rápido! Eso si que no me lo esperaba, creí que por ser tan temprano estarías ocupado. Yo estoy muy bien. ¿Estás libre? Me pregunto si tu invitación para almorzar juntos sigue en pie. Estuve pensando en que podría ser hoy, pero claro que si ya tienes tu agenda ocupada entenderé perfectamente.
Escucho que el finaliza una reunión que por lo que escuché antes parecía importante y me dice que pasa buscándome en una hora. Yo solo sonrío y termino esa llamada para ir a arreglarme, le informo a los empleados que continúen empacando todo para la mudanza y vuelvo a mi habitación.
No puedo evitar sonreír, tenía muchas ganas de verlo y hasta que por fin consigo una excusa convincente para hablar con él. Ya que estos días no ha aparecido por ahí de la nada, como siempre lo hace.
Lo extraño tanto.
Reviso ese vestidor por completo y no sé ni que ponerme para que ese hombre me vea hermosa. Estoy tan nerviosa que parezco una adolescente en su primera cita.
Me coloco un top negro, un cardigan y falda ceñida al cuerpo, larga hasta una pulgada por encima de mis rodillas, zapatos de tacón altos color negro patente. Ondulo mi cabello y lo dejo suelto y me maquillo un poco sencillo.
Definitivamente quedé encantada con el resultado y espero lograr obtener el mismo efecto en Fabio.
No sé por qué quiero de impresionarlo si estoy segura de que no debo iniciar ningún tipo de relación con nadie.
Escucho que suena el timbre y Zaida; mi ama de llaves, abre la puerta haciendo pasar a Fabio quien parece sorprendido al ver que estoy recogiendo mis cosas para mudarme de esta casa. A su vez diría que se puso feliz por la expresión que veo en su rostro.
Al verme frente a él esbozó una gran sonrisa, misma que me hizo acelerar el corazón en un instante, le extiendo la mano para saludarlo y él la toma para halarme hacia él bruscamente, sonríe y me abraza fuerte, luego me dice al oído que me veo hermosa y que logré impresionarlo este día, cosa que me hace sonrojar.
Estando en sus brazos siento mis piernas temblar como una gelatina y lo agarro fuerte para no caerme.
Sin previo aviso Fabio plasma un beso en mis labios, un beso necesitado, cargado de pasión y deseo.
Lo aparto y siento que mi cuerpo entero tiembla y nuestras miradas son cómplices de lo que ambos sentimos en este momento.
Tomo mi bolso y lo miro fijamente antes de salir, el me lanza un beso a distancia que me acelera aún más mi ritmo cardíaco, deja un enorme y hermoso ramo de rosas rojas en mis manos y yo lo miro fijamente, muy emocionada.
Estoy tan fascinada con sus atenciones que me pregunto si me hubiera decidido aquella vez a estar con él, aún seguiría tratándome de esta forma luego de tanto tiempo.
—Gracias, no debiste molestarte Fabio. Pero están hermosas, me encantan —le digo sonriente—.
—Al contrario —responde enseguida—, estaba muy impaciente por venir a verte y traerte algún detalle. Solo no queria incomodarte con mi presencia. Sabes algo, cuando estuve en Japón no podía dejar de pensar en ti, así que me tomé la libertad de comprar algunas cosas para ti y para Eliot, pero veo que estas en planes de cambiar de casa y pensé que...
—Sí —lo interrumpo—, mejor espera a que termine de mudarme y luego hablamos de eso. Gracias Fabio, sabes que no me incomodas ni un poco —le digo con una sonrisa y acaricio cuidadosamente su barba y esta vez es él quién se sonroja.
¡Vaya que este hombre si que es una cajita de sorpresas! Es tan tierno.
—¿No me merezco otro besito? —hace un puchero—. En la mejilla, ¿Sí? Por favor —suplica juntando sus manos—.
—Claro que no, ni uno solo —sonrío apenada—.
—No seas maliiita. Me he portado bien, merezco una recompensa —insiste con una voz muy melosa—.
—¿Me estás cobrando los buenos tratos que me estás dando? Entonces ahorrátelos —respondo de manera divertida—.
—Dicho de esa forma puede parecer que si, pero te aseguro que no. Tan solo quiero que seas más tierna conmigo. Yo te trato bien y tú me echas a un lado como un perro —pone caritas tristes y yo tan solo sonrío.
Es increíble y muy chistoso a la vez, todos podrían definir a este hombre como un cruel y despiadado empresario, por su porte robusto y de macho alfa, su cara seria y ese genio de los mil demonios que se gasta, pero lo que me demuestra cuando está conmigo es todo lo contrario, es más tierno que Winnie Pooh.
Me acerco para darle un beso en la mejilla y el ladea su cara obedientemente poniéndome la mejilla frente a mis labios y yo quería como golpearlo con mi cartera.
¿Qué le pasa? ¿A caso no tiene ni una pizca de sentido común?
Era el momento perfecto para que "accidentalmente gire su cara a mi dirección y me bese en los labios" pero no, en estos momentos el prefiere hacerse el digno y como siempre me deja con ganas de besarlo.