El matrimonio de Scarlet con Adolfo, hijo de un importante empresario que está en un hospital en estado vegetativo los salvaría de la ruina. Claro que ella no lo sabía, su madre estaba haciendo los arreglos para llevar a cabo dicha boda... Scarlet veía a su madre ir de aquí para allá, sin imaginar que era su propia boda lo que estaba planeando. Ella aún no cumplía la mayoría de edad, su más grande anhelo era llegar a ser una gran arquitecta y construir toda clase de edificios, ¿lo logrará algún día?
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Una desgracia tras otra...
Entonces regresó con Adolfo, él estaba sentado en la silla al lado de la cama viendo por la ventana hacia el infinito...
Al oírla abrir la puerta ni se inmutó, siguió sentado sin hacer caso...
Te tengo malas noticias, "mi amor", tu hermano ha muerto, él tenía secuestrada a tu esposa, lástima que no puedas ver, y ahora sí, ya me voy, disfruta tu estancia...
Al salir, Afolfo checó que en realidad se fue, rápidamente se dirigió al sótano...
Hola, ¿siguen ahí?, preguntó...
Una voz de hombre contestó desde abajo... Sí, aquí estamos...
Los voy a sacar, pero se van de aquí, no vaya a ser que Daniela los encuentre y luego los quiera matar...
Acto seguido Adolfo buscó las llaves del sótano, no las encontró, pero vio una ganzúa arriba del desván... Esta podrá servir, inmediatamente intentó con la ganzúa abrir la puerta...
Adolfo estuvo intentando hasta que por fin pudo abrir, bajó inmediatamente, "el tiempo es oro", pensó...
Desató a las personas, rápido, váyanse, no vaya a regresar Daniela...
Moremi le preguntó a Adolfo, ¿qué va a pasar contigo?, vente con nosotros, en Monterrey tenemos una casa muy bonita, ahí podrás estar tranquilo...
Adolfo vio a las tres personas y todos asintieron, no lo pensó dos veces y todos salieron de ahí por la puerta trasera...
Perdiéndose en la inmensidad del bosque...
Uno de los guardias fue al cuarto de Adolfo, ha escapado, se dijo, no llegará muy lejos, antes de salir buscó en el cuarto y vio la cartera de Adolfo, se la guardó en la ropa, y salió, dando la voz de alarma, ¡Adolfo ha escapado!, hay que buscarlo por todas partes, el tipo subió al auto y se sentó en el lugar del copiloto, otro tipo se sentó en el lugar del volante y arrancó el auto...
Iban distraídos buscando a Adolfo, aún no se habian dado cuenta de que los otros tampoco estaban.
Al dar vuelta no vieron el auto que venía de frente, el choque no se hizo esperar, ambos autos se precipitaron al vacío, muriendo al instante todos los pasajeros...
Mientras que Adolfo y los demás ya iban rumbo a Monterrey, Moremi notó algo en Adolfo y se lo hizo saber, así que ya puedes ver...
Sí, pero no quería que Daniela se diera cuenta, es capaz de matarme...
No te preocupes, con nosotros estarás seguro.
Quiero buscar a mi esposa...
También te ayudaremos a buscarla...
Gracias, Adolfo no quiso decir nada, pero no sabía cómo era su esposa, nunca la vio. Primero porque estaba en coma, después porque no veía nada...
"Dios mio, ¿cómo voy a saber quién es mi esposa si no la conozco?"
Moremi lo vio nervioso... ¿qué te pasa Adolfo?, te noto tenso...
No es nada, solo pensaba en Scarlett...
¿Es tu esposa, verdad?, ¿la quieres mucho?... Moremi tenía curiosidad por saberlo todo.
Si... Adolfo no quería ahondar más en el tema, le dolía mucho no saber dónde estaba Scarlett.
El resto del camino lo hicieron en silencio, cada quien metidos en sus pensamientos...
Dos horas después...
Hemos llegado a casa, adelante, ven, te mostraré tu cuarto... Moremi se llevó a Adolfo y lo dejó instalado en el cuarto, cuando estés listo bajas a comer...
Sí, gracias...
Moremi y Reyhán prepararon la comida después de darse un buen baño...
De rato todos comían con voraz apetito.
Mañana mismo empezaré a buscar a Scarlett... Adolfo no quería perder el tiempo.
Está bien, nosotros te ayudaremos.
Saltillo, Coahuila...
Unos transeúntes que pasaban por el lugar donde ocurrió el accidente avisó a la policía...
Pronto empezaron las pesquisas, buscaron en las pertenencias de los hombres, uno de los policías encontró una cartera en uno de los hombres...
Adolfo del Villar, ya no hay nada que hacer, avisemos a sus padres y a su esposa...
La noticia corrió como reguero de pólvora, Adolfo muerto en un accidente automovilístico. Los padres llegaron rato después.
Sandra estaba inconsolable, no podía concebir que sus hijos hubieran muerto.
Señora, su hijo está irreconocible, tenía esto en la bolsa de su pantalón...
Sandra reconoció la cartera de su hijo. Y rompió en llanto... Hijo mío, ¿por qué?, ¿puedo pasar?, necesito convencerme de que es él...
Mario abrazaba a su esposa, amor, al menos ya no sufrirá más, duele, pero debemos resignarnos.
Jamás me resignaré, mis dos hijos están muertos.
Amor, si quieres yo entraré a verlo, tú espérame aquí... Dijo Mario, tratando de que no sufriera más si lo veía...
No, yo entraré contigo, quiero despedirme de mi hijo...
Iban a entrar cuando llegó Scarlett, ¿dónde está Adolfo?, si rostro estaba cubierto de lágrimas amargas, se había enamorado de él...
Ambos abrazaron a Scarlett y entraron al cuarto frío...
El corazón de Scarlett latía con fuerza, parecía que se quería salir del pecho...
No, él no era su esposo, lo reconocería entre mil... Y así se los hizo saber... No es Adolfo...
En la mirada de Sandra se vislumbraba una pequeña esperanza, ¿estás segura?, ¿cómo puedes saber si está irreconocible?
Señora, ¿se olvida que estuve con él casi un año?, yo le di masajes muchas veces en las piernas y brazos, ¿cómo no reconocerlo?
Sandra le dio la cartera de Afolfo, estaba entre las ropas de mi hijo.
Fue cuando Scarlett no pudo soportar tanta tensión y cayó desmayada em plena sala fría...
Rápido, hay que llevarla al hospital... Gritó Mario...
Ya en el hospital... No se preocupen, ella está bien, todo es por su estado... El doctor tenía una sonrisa em su cara.
¿Estado?, preguntó Sandra confundida...
¿No lo sabían?, ella está embarazada.
¿Oh, Dios!, tendremos un heredero... Sandra estaba feliz en medio de su desgracia.
Gracias doctor...
Al día siguiente le daban cristiana sepultura a Adolfo... O al que creían que era él...
Graciela, Josefina y Victor, estaban al lado de Scarlett, dándole todo su apoyo...
Ella lloraba inconsolable, sus amigas no decían nada, solo la abrazaban.
Pasado el momento todos regresaron a sus respectivas casas... Scarlett, ¿por qué no te vienes con nosotros?, no es bueno que estés sola, y menos en tu estado... Mario estaba preocupado por ella...
No se preocupe Mario, estaré bien.