Las gemelas Aziz, vivirán cada una asu manera el maltrato emocional por parte de sus esposos, pero la valentía y determinación de una de ellas, las motivara a revelarse y pondrán a estos hombres de rodillas ante ellas, con el apoyo de su hermano.
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CAPÍTULO 24
Dark le recordó que la rastreara por el GPS del teléfono de Adila su ubicación, pero ya D`Angelo lo había intentado y al parecer estaba fuera del alcance, lo que preocupó a D`Angelo, temía que ella haya regresado a Arabia por este percance, así que debía tomar medidas extremas
Llamó a su amigo que es el dueño del aeropuerto y la boletino, pidiendo que la retuvieran hasta que él llegara, no podían dejarla salir, después habló con Dark y le dio algunas nuevas órdenes
Dark entendió todo y llamo al hacker que estaba al servicio de la familia Mancini desde hace años, para que la ubicara desde su salida del restaurante a través de las cámaras de tránsito, pero la perdieron en un túnel, al parecer la traviesa, aprovechó el fuerte tráfico en el túnel, para bajarse del taxi y subirse en otro auto, por eso no la localizaron
__ Pregúntale a Gelo si su esposa trabaja con James Bond, porque queda claro que una mujer normal no es, _ dijo el hacker disculpándose por fracasar por primera vez en una búsqueda tan sencilla
Dark sonrió y estuvo tan desconcertado, ¿cómo era posible que una simple chica árabe, ejecutara un plan de escape tan inteligente como ese?
Pero, por supuesto que Dark no le diría esa tontería a su jefe, el hombre estaba que echaba chispa por los ojos, al fin una mujer le ponía emoción a la vida del aburrido empresario, pues para su esposa él no era más que un cajero automático, siempre enferma y negada siquiera a dormir con él, así que Adila contaba con toda la simpatía de su amigo silencioso,
Dark tenía casi diez años conociendo a D`Angelo, pero solo cinco trabajando para él y sentía pesar por su joven, pero amargado jefe, siempre frío y distante del mundo, solo pendiente de su amada, pero ausente esposa, así que Dark estaba más que feliz con la sazón que esta chica rebelde estaba poniendo en la vida de su aburrido jefe, pero esa felicidad horita estaba envuelta en una tempestad, su jefe estaba insoportable, pero su humor era una mezcla de rabia con preocupación, y estaba totalmente justificado, pues bien sabía que aparte de ellos Adila no conocía a nadie más en ese país, además de que no había usado su tarjeta, pero D`Angelo en el fondo de su corazón sabía bien que esto era solo parte de un castigo bien merecido, por su cobardía, pero igual él la buscaría hasta debajo de las piedras, esa noche D`Angelo tras la molesta insistencia de su esposa llegó a su casa, y al llegar encontró todas las luces apagadas, así que sintió un alivio en su corazón, pues él no tenía humor para lidiar son los reclamos de su esposa en estos momentos,
D`Angelo llegó y se encerró en su despacho, necesitaba seguir monitoreando la búsqueda de su mujer, así que se sirvió un whisky y llamó al Hacker
__ ¿Con los años en vez de hacerte más experimentado, te has vuelto un inútil?
__ No es eso Gelo, te puedo asegurar que no me estoy enfrentando a un cualquiera, estoy luchando contra un genio
__¿genio? _ susurro D`Angelo _ maldita sea
__ ¿Qué dijiste? _ preguntó el Hacker
__ Déjalo así, descansa, ya entendí lo que pasa, será mejor que todos vayamos a descansar _ dijo y colgó la llamada con el hacker, pues sabia que si su cuñado superdotado estaba detrás de todo esto, estaban perdidos, asi que tomó otra vez su teléfono para marcarle a Dark
__Dark, suspendamos la búsqueda por ahí, la reanudaremos mañana, ya todos se pueden ir a descansar,
D`Angelo volvió a llenarse su vaso de whisky y se recostó hacia atrás en su cómoda silla,
D' Angelo cerró los ojos y susurró:
__ Pequeña traviesa, ¿así que mi cuñadito está detrás de tu desaparición?, pero te atraparé y te daré un par de nalgadas _ dijo con un tono de melancolía , luego se levantó y se fue al cuarto de invitados, extrañaba mucho a su mujer y no quería dormir en la misma cama de su esposa, no quería percibir otro aroma diferente al de su pequeña traviesa, así que se duchó y se acostó a dormir,
Mientras tanto en Arabia Saudita…
Amira se despertó en su cama, había dormido profundamente, afortunadamente su esposo no había regresado, por lo menos no a su habitación, así que ella entró al baño, se cepilló sus dientes y peino su cabello antes de volver a colocarse el hiyab, estar sin él puede ser tomado por su marido como una señal de seducción y esto aterraba a Amira, así que ella se lo puso incluso para acostarse a leer, después de una hora, decidió bajar a desayunar,
Al llegar al comedor, notó que la casa parecía estar desolada, así que ella solo caminó hasta la cocina y ahí, la cocinera la saludó con respeto y ella le pidió que le sirviera el desayuno y la joven asintió, pensaba decirle la norma del comedor, pero prefirió no intervenir
Amira se sentó en el comedor, en su sitio como correspondía, pero a los pocos minutos de haber comenzado a desayunar, llego Habib y sin ningún respeto se paró frente a ella y cruzó los brazos para hablarle como si fuesen iguales
__ No debes usar el comedor si el amo no está, debes comer en tu habitación o en la cocina, así que levántate y vete _ le dijo la mujer golpeando la mesa, con una actitud desafiante, su intención claramente era provocarla, pero Amira decidió ignorarla, guardara sus fuerzas para cuando esté en el infierno, pero, sin embargo, no se dejaría intimidar, solo la miró y soltó una sonora carcajada
__ Jajaja, pobre diabla _ susurró para sí misma, mientras limpió su boca con una servilleta al mismo tiempo que negaba con su cabeza y seguía riendo como una demente,
Habib contuvo sus ganas de seguirla desafiando, aunque sus órdenes eran tratarla mal y humillarla, solo había una regla, cero agresión física, no podía tocar a la señora ni con el pétalo de una rosa.
Amira vio a la mujer marcharse furiosa y se sintió orgullosa por esta pequeña victoria, terminó de desayunar y regreso a su habitación, cerró la puerta con llave y caminó hacia la terraza con su teléfono en la mano, temía que su marido llegara de repente, pero ella deseaba mucho hablar con sus hermanos, asi que se sentó en un punto estratégico, donde ella pudiese ver su auto entrar al portón principal, asi tendría tiempo de sobra para despedirse de sus hermanos y esconder su celular en cuanto vea entrar a su esposo
