PUERTO DE AMOR, DESEO Y VENGANZA

 Era una hermosa tarde, así que Esperanza y Margarita decidieron ir a visitar a Jane.

-Yo... siento mucho... Lo trágico suceso de tu familia.- dijo Jane a margarita, aún con un evidente problema en el idioma, tomándole la mano.

-¿Qué?... ¿Qué sucedió?- pregunto Magui confundida.

-Oh... Dijeron que esposo de tu... Hermana arrestado está.- trato de contar Jane con nervios -creo que lo llevaron a... Cabildo... Luego al fuerte... escuché.-

-¿Es segura vuestra información?- pregunto Margarita anonadada -¿Cómo es que lo sabéis?-

 Esperanza se mostraba asombrada también, pero estaba segura de que Raúl y Henry tenían que ver en el asunto.

-¿Segura?... ammm no lo sé... Se comenta en el pueblo. Tal vez, no lo sabían aún, porque... vivir más alejados.- explico Jane.

-¡Iré a ver a Catalina!- exclamó Magui apurada. Esperanza atinó en seguirla -No, quedaros amiga mía. Creo que es mejor ir sola.

Esperanza se quedó por un momento acompañando a su cuñada, mientras está le contaba todo lo que sabía. Se sintió muy angustiada al enterarse de que Vitoria y el hombre italiano habían muerto, ya que ella, había entablado cierta amistad con la mujer de la posada para invitarla a su boda.

Cambiaron de tema, pero no pudo concentrarse, después de un tiempo decidió retirarse. Se sentía muy perturbada.

Raúl y Henry se encontraban en el despacho, cómo era lo habitual, cuando entro Esperanza muy angustiada.

-¡¿Qué ocurre?!- pregunto Raúl.

-Uriarte Soler está arrestado en el fuerte ¿Ha sido vuestra culpa?- pregunto muy afectada.

-Cálmate...- dijo Raúl viéndola desde donde estaba sentado.

-Cariño...- trato de decirle Henry, quien estaba parado a su lado. Quiso tomarla del brazo, pero ella se soltó.

-¡NO!- grito agitada por la conmoción. Apoyo sus manos sobre el escritorio -Es vuestra culpa ¿Verdad?-

-Sabias desde un principio cuál era el motivo de mí regreso.- respondió él fríamente.

Ella se tapó la boca con ambas manos.

-Victoria murió... ¡Era inocente!- dijo Esperanza derramando lágrimas.

-No daré explicaciones al respecto.- respondió con soberbia su hermano.

-¡No Raúl, no, está vez no! ¡No perderé a mí esposa!- exclamó Henry -Cariño, se suponía que no debía de haber heridos... Bueno, tal vez, Rossini, pero ella se cruzó frente a Alfredo, justo en la línea de fuego.-

Ella lo miro por un segundo y luego regreso a su hermano.

-¿Y con Ruiz de la Garza? ¿Qué haréis con él?- pregunto Esperanza, pero no recibió respuestas -¡Por Dios, Raúl, es el padre de Magui!-

-¿Raúl?- pregunto Margarita, quien estaba parada en la puerta. Nadie había notado su regreso.

-Magui...- trato de decir Esperanza, mientras Raúl se quedó de pie, sin saber qué hacer.

-¿Mi padre? ¿Soy, acaso, parte de una especie de venganza?- pregunto la joven muy afectada y salió corriendo.

Todos la siguieron, pero Esperanza la alcanzó y la tomo del brazo.

-Margarita, por favor...- trato de decirle.

-¡SABíAS ESTO Y AUN ASÍ LO PERMITISTE!- grito su amiga llorando.

-¡Por favor! ¡Dejamos...!- seguía intentando de decir Esperanza llorando también, trato de tomar sus manos.

-¡NO!- grito Margarita y se marchó corriendo.

Esperanza miro a Raúl quien estaba detrás de ella.

-¡SÍGUELA!- grito y este se fue corriendo tras su esposa, mientras que ella abrazaba a Henry.

Esto era a lo que ella tanto le temía. No quería perder a su amiga, quien fue su pilar en tantos momentos de su vida.

-¿A dónde ha ido mí tía?- pregunto una dulce vocecita.

Esperanza vio a Diego parado junto a ellos.

-Hola, cariño.- dijo tratando de disimular -¿Qué hacéis aquí?-

-Mi tía ha decidido traerme, ya que mí madre no se sentía muy bien.- respondió él niño.

-Ah, está bien... Tu tía se ha olvidado algo en el jardín y a ido a por ello.- mintió esperanza tratando de estar tranquila -¿Qué OS parece si leemos un libro mientras la esperamos?- continuo tomándole la mano y caminando de regreso a la biblioteca, mientras Henry se marchaba para asegurarse de que su amigo se encuentre bien.

Raúl siguió a Margarita hasta el jardín.

-¡Espera, espera!- exclamó tomándola del brazo para detenerla -¡Necesito explicarte!-

-¡ME HABEIS ENGAÑANDO!- reprochó ella llorando.

-¡No, no!- se apresuró en decir él -¡Tu no estabas en los planes, solo paso!-

-¡¿Y mí padre?!- pregunto Margarita.

Raúl la quedó mirando, no sabía que responder. Ella en un fuerte movimiento se soltó y volvió s escapar.

Él salió nuevamente tras su esposa, trato tomarla otra vez del brazo, pero Margarita le dio un fuerte puñetazo y volvió a huir.

Pero Raúl no se dio por vencida, en otro intento logro agarrarla con éxito, aunque ella le dio un rodillazo en los bajos, que lo hizo caer al piso. allí su esposa aprovecho, corrió y se sumergio en el bosque que pertenecía a la casa. Raúl no pudo seguirla ya que estaba en el suelo por el gran dolor que sentía.

Esperanza y Diego leían libros de aventura en la biblioteca, cuando Henry entro y le hizo una seña con la cabeza para que ella de acerque a él.

-Raul está preocupado.- le dijo por lo bajo -Margarita se ha sumergido en el bosque, y aún no ha regresado.-

-¿Que? ¿Por qué no la ha seguido?- pregunto Esperanza preocupada.

-Creo que le golpeó... Fuerte.- explico Henry.

-¡Pero ya es de noche!- exclamó ella con su mano en su boca.

-Si, y por eso la estamos buscando, pero vos quedaros aquí para no Alarmar al niño.- sugirió su esposo.

Todos estaban buscando a Margarita, pero sin éxito. esto frustraba a Esperanza que no podía hacer nada. Dejo por un segundo leyendo solo a Diego y fue hasta la sala principal. Estaba inquieta y no podía tranquilizarse.

Un momento después llego Diego buscándola.

-¿De dónde vienes?- pregunto al ver qué él niño llegó del lado opuesto a la biblioteca.

-Quise ver si podía encontrar lo que mí tía había perdido en el jardín, pero un hombre me entrego esto para el señor buffont.- explico inocentemente el pequeño entregándole una carta.

-Gracias, cariño.- respondió ella tomando la nota y le hizo seña a una de las mulatas -Ells es Rosalía, te llevará a uno de lis cuartos para que te acuestes, pero primero te dará de cenar. puedes llevarte un libro.-

Diego se fue a dormir y Esperanza espero a que llegue Raúl para entregarle la nota, aunque la leyó primero.

Al leer, Raúl, se dio la vuelta y tiró unas copas que había sobre una mesa.

-¡LE MATARE!- grito -¡Es varón black! ¡Ha secuestrado a mí esposa!- continuo entregando la nota a Henry.

Esperanza comenzó a llorar, aunque ya había leído la nota.

-¡Te he dicho que algo así podría pasar!- exclamó.

-¡Esperanza!- la regalo Henry.

-Henry, esta en lo correcto.- respondió Raúl -Siempre lo está -

-¿Que haréis?- pregunto su amigo apenado.

-Dice que sabemos en donde encontrarle.- respondió él -Y lo sabremos.-

Esperanza los miro a ambos y cambio de expresión.

-Pues, está vez soy yo la que desea ir con vosotros.- dijo decidida -Pueden necesitar mí puntería.- finalizo.