AMOR Y MAFIA

-Jajaja déjame ver si entendí, ¿Quieres al alfa que ahora tengo bajo mi poder? ¿Por qué habría de dártelo? ¿Qué me darías a cambio? Sabes que el principito es un cupón de cambio para mí ¿Verdad?

-Jejeje creo que no estás entendiendo, el alfa que tienes ahora bajo tu custodia, es mío, y debes devolverlo Juan Carlo, en cambio de ese favor te daré dos opciones, la primera, me lo das por la buena y te dejo vivir, claro debe estar sin un solo rasguño, si tiene alguna herida mataré sin piedad al hijo de puta que se haya atrevido a tocarlo… y buena la segunda opción es un poco más difícil, !para ti claro! por qué para mí es pan comido, me lo das a la mala, por supuesto que mataré a toda tu gente sin piedad, está casa la haré cenizas en cuestión de solo 25 minutos, y a ti, te dejare hasta el final para deleitarme con tus súplicas y mirar como te retuerces de dolor mientras te mato lentamente, todo para que aprendas que no debiste meterte con el alfa de la princesa del sur .. (sonrisa).

-Jajajaja joder, una historia diferente ¿he?, Una dónde la princesa salva a su príncipe azul, regularmente es al revés sabes…. Pero te diré que ninguna de las dos opciones me gustan bonita, y es que ¿como te explico?…. No te daré al alfa, y pues… tampoco me lo quitarás, por supuesto no moriré, en cambio, te daré a ti dos opciones, la primera, te largas por dónde veniste y me dejas continuar mi negocio sin trabas, o la segunda, te quedas aquí como una más de mis put@s y me atiendes exclusivamente a mi nena, te trataré bien, un culo como el tuyo es difícil de conseguir por acá… ¿Qué te parece?

-Jajajajajaja tenemos un serio problema italiano, tampoco me gustan tus opciones, viendo que el negociar no es lo tuyo (dijo Nayla poniéndose de pie) creo que tendré que comenzar a matar a toda tu gente.

Nayla saco el arma dorada que llevaba bajo el vestido empuño y de un solo tiro mato al beta que estaba justo a un lado de Juan Carlo, aquel fiel perro que había apuñalado a Julián un día atrás, Juan Carlo incrédulo aún grito con fuerza y en cuestión de segundos varios alfas armados entraron a la bodega donde Nayla sonrió siniestra mientras dejo salir todas sus feromonas, los alfas se marearon, unos incluso jadeaba en el piso mientras tocaban su estomago presos del dolor y el asco, Nayla aprovechó eso para uno a uno de un tiro en la cabeza eliminarlos sin piedad, Juan Carlo tembló y hecho a correr mientras daba órdenes.

-¡Todos a la bodega, que ningún alfa la enfrente, ella es un maldito mounstro!

Nayla sonrió de gusto y cambio el cartucho de la automática en sus manos mientras tarareaba una canción, Jairo justo tras ella miro a la enigmática Omega y suspiro, le gustaba esa mujer, la adoraba, pero ella ya estaba tomada así que sin preámbulo solo se limitaba a ser su sabueso fiel, miro a Nayla y sonrió para comenzar a subir a los pisos de la casa, en cada cuarto había al menos 10 omegas diferentes unos drogados, otros en sus 5 sentidos, Jairo pistola en mano corrió a cada cliente y aprovecho a matar a alguno que otro viejo asqueroso que encontró forzando a algún o alguna Omega a tener relaciones, los omegas lloraban y agradecían para salir corriendo de allí, Jairo con el arma en la mano entro a lo que sería la cocina y busco lo que necesitaba, las llaves de gas de aquella parrilla.

Nayla caminaba mientras tarareaba esa canción, le hizo recordar la vez que entre cuerpos y órganos mato a Simón y pudo reclamar su tan ansiada venganza y el territorio del sur, pero en esta ocasión era diferente Nayla no estaba allí por venganza, tampoco le interesaba el territorio de los rusos, ella solo quería una cosa, Su alfa, entro al cuarto dónde los betas la golpearon y con ayuda de un palo la derrumbaron al piso, se dio cuenta que nada podía hacer puesto que los betas no se doblaban ante sus feromonas, Nayla luchaba pero eran muy fuertes y difíciles Juan Carlo se burló al tiempo que apuntaba en su cabeza su arma y sonreía irónico, la mano temblaba y apretó el gatillo, falló, la bala rozo en el hombro de Nayla que sintió el ardiente metal quemar la piel al pasar de largo a un lado impactando en su brazo.

-¡Mierdaaaa!

Grito Juan Carlo y tomo de nuevo el arma mientras temblaba.

-Esta vez princesa… el cuento es diferente no es así… jajajaja no está aquí tu príncipe azul para rescatarte perra desquiciada.

Nayla cerro los ojos, en lo único que pudo pensar fue en su pequeño bebé, al menos estaba seguro, y se criaria con sus abuelos, Rushiel seguro sabría de Julián y como con Maximiliano haría cualquier cosa por salvarlo, Nayla se lamento haber ido sola pero era necesario, Nayla ya había dejado la vida de mafia atrás, solo suspiro mientras cerro los ojos.

“Perdóname mi amor, mi julio, mi Julián, mi alfa… perdónenme”

¡Bang! El disparo sonó en aquella bodega y Juan Carlo solo se hecho a reír.

...……....

En el cuarto Julián temblaba al escuchar el desastre de afuera, los hombres de Juan Carlo corrían de un lado a otro mientras los dos betas que lo custodiaban estaban más que asustados y nerviosos.

“¿será mi padre?”

Se preguntaba el alfa al escuchar cada disparo

-¡Es un maldito mounstro! ¡Debemos salir de aquí!

-Pero, el patrón … el principito, debemos cuidarlo.

-Este perro va a estar muerto en minutos, ¿Crees que lo dejarán vivo? La princesa lo quiere y si nos encuentra aquí nos matará, ¡vámonos!

Los betas corrieron fuera de la bodega cerrando por fuera la puerta Julián temblaba de miedo mientras escuchaba los gritos, el olor de la sangre y la muerte llenos sus pulmones al entrar por sus fosas nasales, las lágrimas comenzaron a brotar, lloraba de miedo y tristeza, no quería morir, no sabía que estaba pasando afuera ¿Quién era la princesa? Y ¿Por qué lo quería? Tenía mucho miedo, estaba claro no era ni su papá ni su mamá, era una desconocida que lo queria muerto también, en ese momento solo pudo llorar mientras se trataba cada una de las palabras hirientes que le dijo a Nayla.

“tu solo puedes ofrecer muerte, no quiero tener que cuidarme de que un día me maten o secuestren, a mi o a mis hijos, no quiero una vida de mafia Nayla, si no vas a cambiar conmigo mejor lárgate”

Cada palabra entro por su boca de nuevo y la trago, eran amargas, tanto como las lágrimas de miedo y desesperación que justo ahora derramaba.

¡Bang! Una explosión se escuchó al fondo y los gritos de algunos empleados que pedían auxilio.

-¡Me quemooo! ¡Ayudaaaa!

Eran las palabras que gritaban los empleados y que a Julián lo hicieron estremecer, al ver el humo entrar por la puerta de metal y el umbral de llamas que se apoderaba de todo afuera, grito por ayuda pero era imposible, nadie lo escuchaba, quiso forzar las cuerdas y solo se lastimo, el abdomen dolía y gruño de dolor y miedo.

-Por favor ayuda… por favor alguien… no quiero, no quiero morir así…. (Llanto)

Se repetía Julián cuando un estruendo se escuchó, la puerta fue abierta y entre el infierno de humo y llamas la borrosa imagen de la mujer entrando y corriendo hacia el le dio el último aliento de vida que necesitaba.

La vida tuvo razón de nuevo cuando sintió a su lobo erizarse y reclamarla, y sintió su corazón palpitar a mil por hora cuando escucho las palabras de la Omega que lo abrazaba con fuerza para reconocer su inigualable voz que en esos casi 3 años el no había olvidado jamás, entonces lloro como un niño y se aferró a su cuerpo.

“Te tengo… te tengo, estás a salvó ahora, estás conmigo, te encontre... todo estará bien ahora, ya te tengo”

Sonrió y luego solo se desmayó.