Final Feliz? Talvez

La emperatriz seguía con los preparativos para el baile, todo debía estar perfectamente ordenado.

-¿Anya las invitaciones ya fueron enviadas?

-Si majestad y como lo pidió, la concubina y el príncipe Felipe no fueron invitados al baile.

-Perfecto, el que no se encuentren en el palacio ayuda bastante, cuando se enteren sobre esto vendrán corriendo.

Ambos se habían retirado a unas vacaciones, más una prueba del porqué ese príncipe no merece el lugar de heredero, la emperatriz fue bastante astuta al correr el rumor de que cambiarían de heredero. Con eso ambos volverían corriendo a reclamar por tal hecho, la emperatriz quiere que ambos sufran en manos de Esmeralda y Alexander, ambos merecen venganza.

Recuerda que cuando eran niños Alexander quedó encantado con Esmeralda, le pareció una niña hermosa.

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[Cuando sea mayor me casaré con ella mamá]

{¿Eso quieres hijo?}

El niño asiente con la cabeza.

El siempre estuve enamorado de Esmeralda y cuando supo que debía casarse con la princesa Perla se le destrozó el corazón, pero acepto sabiendo que era lo mejor para el imperio, aunque con el tiempo vio que ella también no lo quería y fue honesto con ella sobre sus sentimientos. Rompieron su compromiso al primer año, pero no dijeron nada para mantener a las personas calmadas, por lo tanto permaneció en la frontera cuidando de que todo estuviera bien. Cuando sucedió lo del compromiso de Esmeralda con el príncipe se dijo así mismo que no dejaría que pasara. Ella merecía a alguien mejor, merecía tener a un buen hombre a su lado y su primo no era la mejor de las decisiones.

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~Esta vez podrás estar con ella hijo, sufriste mucho al perderla una vez, ahora será diferente, ella se volvió una mujer fuerte y supo elegir a quien quiere a su lado.~

Cuando Alexander se enteró de lo ocurrido con Esmeralda fue en busca de venganza, mato a la concubina y a la ex duquesa Alicia, pero el príncipe heredero y sus aliados fueron más rápidos y lo acusaron de asesinato sin motivos frente al pueblo y el emperador. Este con mucha pena tuvo que ceder ante los mismos, ya que Alexander no tenía ninguna prueba sobre la real causa de la muerte de Esmeralda, por lo tanto fue exiliado del imperio. Estaba tan destrozado por lo ocurrido que se dejó morir, siendo considerado un villano y asesino ante su gente.

La emperatriz llora recordando todo eso, nunca perdonaría a esas ratas. Le arrebataron a su hijo y a la mujer que el amaba.

-Majestad se encuentra bien.

-Si Anya, no te preocupes. Continuemos con los preparativos de la fiesta, tenemos poco tiempo para terminar.

-Si majestad.

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En el ducado Checer, Esmeralda estaba junto a su padre y Alexander.

-Esos malditos, ¿cómo es posible que todo esto no fuera descubierto antes?

Esmeralda parecía bastante indignada con todos los delitos.

-Fueron muy bien respaldados por los rebeldes, en ocasiones hasta asumían la culpa de tales delitos.

-Eso para que estos nobles no detuvieran sus aportes.

-Son muchas cosas, prostit*ción, esclavitud, compra y ventas de niños. Hasta vendieron a sus propias hijas en burdeles, todo para recuperar el dinero perdido en apuestas ilegales.

-Calma pequeña joya, ya podrás hacerlos pagar. Por cierto, ¿Dónde está Perla?

-Tuvo que comunicarse con su padre y le hice un hechizo que le facilita eso. No tendrá que depender de las cartas, tardan mucho en llegar.

-Gracias hija, iré a verla. La emperatriz ha pedido la presencia de ambos.

-Ya estamos de salida.

El duque se dirige a ver a su prometida y Alexander y Esmeralda se dirigen al palacio.

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-Sabes que tu primo y la concubina también están involucrados con los rebeldes.

-Lo sé, puedes hacer con ellos lo que te plazca, sabes que no me opongo a tus deseos.

-Estaba vez quiero que sea tú el que acabes con ellos, quiero ver que tan malvado puedes ser.

-Cuando dices esas cosas me dan ganas de hacerte mía.

-A qué esperas, tenemos tiempo hasta llegar al palacio y nadie se dará cuenta.

Alexander la atrae y la acomoda en su regazo para luego comenzar un fogoso beso, Esmeralda se le baja los pantalones y se deshace de su ropa interior con magia y procede a introducir el mi*mbro dentro de sí.

-Me encanta que sea una pervertida.

-Apenas y estamos comenzando.

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Al llegar al palacio ambos ya se habían arreglado y lucían bastante bien, se dirigen al patio de la residencia de la emperatriz y pasan a sentarse luego del saludo.

-Me encargué de traer la atención de la concubina y del príncipe Felipe. Vendrán así que se enteren de que tú serás el nuevo heredero.

-Pero eso lo anunciaremos durante el baile.

-Correcto, pero me tomé la libertad de correr un rumor cerca de donde ellos están. Confía en mí, estarán aquí para mañana.

-Eso me parece bien, dejemos que las ratas vengan hasta nosotros.

Esmeralda observa a la emperatriz y le dedica una sonrisa.

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En otro lado Alicia se encontraba llorando, había sido aterrado a su madre y se encontraba desolado con todo lo ocurrido.

-La mataré madre, juro que me vengaré de Esmeralda. Haré que pague por haberte quitado la vida y por haberte alejado de mí.

Ella viste ropas más comunes y se dirige al pequeño pueblo, debe de encontrar la manera de entrar en aquel baile y matar a Esmeralda, si ella no es feliz, Esmeralda también no puede ser feliz. Se encargará de acabar con ella de la peor manera.

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En un pueblo cercano a ese, la concubina iba a comprar algunas cosas hasta que escucha a unas mujeres hablando sobre la mudanza repentina de heredero.

-Ya se estaban tardando, ese príncipe Felipe es un bueno para nada, no merece tener el cargo de heredero.

-Estoy de acuerdo, quién mejor que el príncipe Alexander para ocupar ese lugar.

La concubina se retira molesta de aquel lugar y vuelve a la casa de campo donde estaba quedándose con su hijo. Al llegar entra a la habitación del mismo.

-Despierta, debemos volver al palacio hoy mismo.

-¿De qué hablas madre?

La mujer abre las cortinas y ve a las mujeres desnudas en la cama de su hijo.

-Ustedes largo de aquí, ahora.

La mujer estaba bastante alterada, ambas chicas agarran sus ropas y se retiran del lugar.

-Aún iba a disfrutar de tenerlas conmigo mamá.

-Olvídate de eso, debemos volver al palacio. El príncipe Alexander se volverá el nuevo heredero.

-Él no puede volverse el heredero, yo soy el heredero.

-Si no volvemos ahora mismo, ya no serás el heredero, debemos volver y comunicarnos con los rebeldes para asegurar tu lugar como heredero.

Ambos se marchan esa misma tarde rumbo al palacio.