Un Contrato Para Amar

Emiliano no puede creer la catástrofe que se avecina, debe sacar a Katherine del país lo más rápido posible.

- ¿Qué me aconsejas?

- Qué te divorcies.

- ¡Estás loco! Eso jamás.

- Piénsalo, puedes filtrar a la prensa una historia que convenga a la situación. Como que fue un matrimonio arreglado, que entre ustedes no hay ningún sentimiento de por medio y solo actuaron. Katherine podría irse con documentos falsos a otro país y de vez en cuando publicar alguna foto que la ubique en diferentes partes del mundo. Eso la mantendría lejos del radar de Reynaldo Durán y te da tiempo para desenmascararlos.

- Debo admitir que no suena mal, pero no creo que Kat quiera hacerlo.

- Te toca convencerla y no tienes mucho tiempo.

- Hablaré con ella y te aviso lo que decidimos

- Recuerda que no tenemos el tiempo a nuestro favor. Incluso el divorcio tendría que darse lo más rápido posible.

Emiliano sale muy contrariado del apartamento de Felipe, intenta encontrar la manera más adecuada de plantearle la situación a su esposa.

- Necesitamos hablar, Kat.

- Seguro es grave, luces muy preocupado.

- Lo es.

- Cuéntame todo.

- Alfonso y Reynaldo Durán están involucrados en lo que sucede en la empresa. Nos van a acusar de lavado de dinero.

- ¡Pero eso es una mentira! Tenemos los balances.

- Seguramente tienen a alguien infiltrado y tomará tiempo comprobar que nada de eso es verdad. Mientras tanto debemos ponerte a salvo y la mejor manera es divorciándonos.

- ¡Estás completamente loco! No vamos a divorciarnos y no me voy a ir del país.

- Katherine, ya lo habíamos hablado. Es lo mejor.

- Más bien quieres deshacerte de mí. Seguramente ya te cansaste de estar casado conmigo y no sabes como salir bien librado.

- ¿De verdad piensas eso? No puedo creer lo tonta e inmadura que eres.

- ¿Me has dicho tonta e inmadura?

- Sí, ¿no te das cuenta de lo grave que es lo que sucede? ¿No te he demostrado cuanto me importas?

- No sé qué pensar.

- Piensa en esto- se aproxima a ella la toma por la nuca y la besa hasta dejarla sin aliento. El cuerpo de Kat, al principio tenso y a la defensiva se deja llevar por el apasionado beso hasta rendirse en brazos de su esposo.

- No quiero alejarme de ti- le dice con voz entrecortada mientras recupera el aliento.

- Tampoco yo, princesa. Me voy a volver loco al no tenerte a mi lado. Lamentablemente, es nuestra mejor opción. Por no decir la única.

- ¿Cuál es el plan?

Emiliano le explica a grandes rasgos lo que deben hacer.

- ¿Debo fingir que no te amo y que todo fue una farsa?

- Así es. Debemos ser convincentes. La prensa nos bombardeará con preguntas y tenemos que estar preparados.

- ¿Cuándo debemos divorciarnos?

- Necesitamos comenzar el proceso esta misma semana.

Katherine comienza a llorar, la situación la sobrepasa. No puede creer que su vida esté a punto de cambiar. Deberá salir del país con rumbo desconocido y permanecer oculta hasta que las cosas se solucionen y no sabe cuanto tiempo pasará para que eso suceda.

- Amor, no llores por favor. Será difícil, pero estaremos bien. Prometo solucionar las cosas lo más pronto posible.

- ¿Y si te pasa algo? Ya intentaron matarte una vez.

- Prefiero ser yo quien muera a que te hagan algún daño. No lo soportaría.

- ¿Y crees que yo sí puedo vivir sin ti?- pregunta sollozando- No podría, Emiliano.

- No va a sucederme nada.

- ¿Y si te equivocas? ¿Qué voy a hacer?

- Sobrevivir, princesa. Eres joven y puedes volver a amar y ser feliz.

- ¡Odio esto! Nuestra vida no debería de ser así.

- Tranquila, mi amor. Prometo cuidarme y reunirme contigo pronto.

Ambos deciden comenzar el proceso de divorcio. Felipe será el encargado de llevarlo a cabo.

La tristeza se está apoderando de Kat, no estaba preparada para nada de esto. Además, debe de fingir algo que no siente. Necesita mostrarse segura y decidida ante la prensa.

Emiliano sube a darse una ducha y Kat se queda pensando en todo y nada a la vez. Un rato después también sube a la habitación, su esposo aún está en la regadera. Se desnuda y lo observa, su cuerpo perfecto debajo de esa lluvia de agua caliente.

En silencio entra, lo abraza por la espalda y susurra:

- Ayúdame a olvidar lo que está sucediendo, te necesito.

Emiliano se da la vuelta y la abraza muy fuerte mientras la mira a los ojos.

- Te amo, Katherine.

En un beso sublime dice lo que con palabras no puede expresar. Ella recibe sus besos y caricias deseosa de más. Quiere guardar estos momentos en su memoria.

Sabe que vienen tiempos difíciles y los recuerdos son lo único que llevará consigo y la ayudarán a soportar el tiempo que deban permanecer separados.

Se entregan en un acto de amor inconmensurable. Agotados se dedican caricias tiernas y lavan el cuerpo del otro con especial cuidado.

Bajan a cenar aunque ninguno tiene apetito.

- ¿Puedes abrir una botella de tinto? Quiero adormecer mis sentidos.

- No deberías beber en estos momentos.

- No comiences a tratarme como a una niña.

- Está bien, beberemos una copa y nos vamos a la cama.

Se terminan dos botellas y el efecto los hace olvidarse de la dura realidad. Bailan y cantan envueltos en una felicidad ficticia que pronto llegará a su fin.

Emiliano le hace el amor nuevamente a su esposa. Él también intenta guardar esos momentos en su mente y en sí corazón. No sabe cuanto tiempo pasará antes de volver a tenerla entre sus brazos.

Pasan la noche entera enredados entre la sábanas llenando sus cuerpos de besos y caricias que quieren que prevalezcan para siempre.

La primera nota sobre su escandaloso divorcio aparece al día siguiente de haber interpuesto la demanda:

"El cuento de hadas llega a su fin. El matrimonio de la heredera Katherine Spencer y el abogado Emiliano Ferré parece haber terminado, o quizá fue solo una farsa. Fuentes extraoficiales señalan que se trató de un matrimonio arreglado. Recordemos que en ese momento el empresario John Spencer pasaba por una situación de salud bastante compleja y aseguran que fue ese el motivo para que Katherine y Emiliano contrajeran nupcias. Todo en beneficio de la empresa que quedaba a la deriva. Ahora ya no hay motivo para que el matrimonio continúe y han decidido divorciarse. Estaremos pendientes del desenlace de esta historia que parecía un verdadero cuento de hadas".

Esta tarde Felipe se reúne con ellos en el Penthouse para discutir los detalles de la Audiencia de divorcio que se llevará a cabo el día de mañana.

- Les pido que hagan acopio de toda su fortaleza para llegar con éxito al final de esto. Entiendo que para ambos es difícil, pero es necesario. Tú Katherine debes vestir el día de mañana de una manera sobria. Tu actitud debe de ser fría, calculadora, no debes dejar ver ni un ápice de tristeza y evitarás dar cualquier declaración.

- No sé si puedo hacerlo, no soy actriz. Tengo sentimientos.

- Pues escóndelos en lo más profundo de tu ser Reynaldo Durán debe creer que no tienes ningún sentimiento hacia Emiliano ni él hacia ti. Es la única manera en que saldrás de su mira.

- Entiendo, haré mi mayor esfuerzo. ¿A dónde iré después de mañana? ¿A casa de mis padres?

- Solo por algunos días, después saldrás del país con una identidad falsa a un destino que conoceremos únicamente tú y yo.

- Necesito saber a dónde va mi esposa, exijo que me lo digas.

- No puedo hacerlo, es mejor que desconozcan su paradero. Recuerda que pueden intervenir tus llamadas y eso les daría la ubicación de Kat. Te garantizo que al lugar a donde va estará segura y con personas de mi entera confianza.

- ¿Mis padres sabrán mi paradero?

- Tampoco, no podemos correr el más mínimo riesgo y sé que si lo saben en algún momento querrán contactarte y eso no nos conviene.

- Ok, mañana nos vemos en la audiencia.

- Lleguen por separado, no se miren, no se hablen. Emiliano, muéstrate frío y arrogante. Habrá periodistas aquí cuando la audiencia finalice, deja listo tu equipaje Kat, yo mandare a alguien por él.

- Entonces no volveré aquí.

- No, los dejo. Sé que necesitan tiempo para ustedes.

Emiliano acompaña a Felipe hasta la salida y Kat se sirve un vaso de whisky casi hasta el tope y lo bebe de una sola vez. Sirve otro y está a punto de hacer lo mismo cuando Emiliano la detiene y se lo bebe él.

Continúan bebiendo hasta casi terminar la botella, Katherine se cuelga de su cuello, no quiere llorar. Será la última noche que pasen juntos y quiere llevarse el recuerdo de sus besos y caricias grabados en su piel.

Emiliano parece leer su mente, en realidad es que él necesita lo mismo. Hacen el amor hasta el cansancio y agotados se quedan abrazados sin poder conciliar el sueño y sin decir una sola palabra.