Mi Ángel Azul

Ese día , media hora antes de la salida , Angie ya estaba en el jardín. Decidió llegar temprano para llevarse a su niño antes que llegue su padre.

Entonces vió llegar también a una modelo despampanante. Sabía quién era : Domi Martín. Había Googleado su nombre y se saturó de su cara la mañana entera. Miró sus manos y vió el tamaño de sus uñas imaginando los surcos que le dejaría en la cara a la modelito y al ladrón de niños si tocaban a su hijo.

Ambas no se miraban pero como pumas en acecho estaban prontas a atacar.

Los niños ya salían formados. Vió a su hijo mirarla confiado y luego mirar detrás de ella con una amplia sonrisa.

Supo sin ver hacia atrás que el ladrón de niños estaba presente.

Después de la canción de despedida ella corrió hacia Lu y lo levantó.

_ Hola hijito. ¿Cómo has pasado ?

_ ¿Quien es esa Señora que está con mí papá ? ,- fue lo primero que preguntó su hijo.

_'Su novia -- dijo Angie.

La carita de su hijo cambió. Cuando su padre se acercó feliz a recibirlo le dijo :

_ ¡Hola campeón ! Vine a buscarte.

_ Hola - le contestó su hijo con frialdad - voy con mí mamá.

Se prendió de la mano de Angie y salió muy orondo hacia el taxi que los esperaba.

Una gran sonrisa de felicidad tenía Angie en su rostro. De un plumazo rescató a su hijo quizás si Dios le ayudaba para siempre.

Fueron al departamento pero el Niño parecía triste. Entonces llenó la bañera y de bombacha y corpiño entró a ella junto a su hijo y se pusieron a jugar en el agua.

Tocaron el timbre y Angie pensando que sería Lucio, se puso una salida de baño y fue a atender.

Cuál sería su alegría cuando vió a Stefan y Doña Antonia, su madre.

Abrazó efusivamente a la Señora , los dejó en la sala y fue a vestirse con su hijo.

La tristeza del niño se borró con la presencia de sus visitas.

Las mujeres miraron juntas el departamento mientras Stefan y el Niño trajinaban en la cocina preparando algo rico.

Lucio estaba mordiendo la furia apenas vió a la loca de Domi. Después de sentir la puñalada de indiferencia de su hijo, llevó a esa maldita mujer al coche, con cuatro gritos le envíó a su casa con el chófer, volvió a la escuela, recalcó que la Señorita Domi Martín tenía prohibido su ingreso en el futuro, tachandola de acosadora infantil.

Luego fue a una juguetería y compró gran cantidad de autitos de colección para su heredero. Cuando llegó frente al departamento de Angie vió el coche de su enemigo enfrente.

Tocó el timbre pensando : perder una batalla no significa perder la guerra.

La brujita abrió la puerta y tenía una sonrisa maquiavélica en su rostro. Y allí estaba su enemigo , con el maravilloso delantal de flores, su madre y su hijo. Todos como una familia feliz.

Lu miró sus regalos sin abrirlos y solo dijo : Gracias.

El desaliento quiso abatir a Lucio pero sacó fuerzas de su interior y charló con todos ellos.

Su hijo miraba con cara de adoración a ese hombre y cada rato repetía : tío Stefan.

El maldito trajo un poco de salsa en una cuchara y le dió a probar a su Angie. Los puñales se clavaban en el corazón de Lucio uno tras otro, así que decidió la retirada porque iba a ponerse a llorar.

Abrazó a su hijo. Lo beso y le dijo al oído:

_La Señorita que fue hoy tiene prohibido volver a entrar en el colegio. Hasta mañana campeón.

_ Luego se acercó a saludar a Stefan y le dijo también en secreto :

_ Anoche, dormí con Angie. Hasta pronto.

Y luego se marchó.

Angie suspiró feliz. Stefan y su hijo estaban un poco tristes pero ya se les pasaría. Ese hombre nunca más molestaría su tranquilidad. Se iría a revolcar la noche entera con la modelo y dejaría en paz a su bebé.

Tarde ya despidió a todos, su hijo estaba recién mirando sus regalos , le puso el piyama , se puso el suyo y tomó el cuento el pícaro ángel Azul.

En medio de la lectura , su pequeño se durmió abrazado a un autito que le trajo su padre. Le acomodó en la cama y fue a su habitación cuando volvió a escuchar el timbre.

Media dormida abrió la puerta en pijamas y allí estaba su tormento.

_ Hola Angie. - le dijo y cuando se dió cuenta , el le abrazó y buscó su boca.

Mientras le besaba como loco le empujaba al dormitorio.

Cada vez que abría la boca para protestar el volvía a cerrarla con un beso.

Sabía que entraría en el infierno.

Pero hacia demasiado tiempo que no había fuego en su vida.

Y el fuego convertía en gelatina sus piernas. Mientras los pedazos de su piyama con flores iban quedando en el camino su mente estaba nublada de deseo.

_ Solo está noche - Gimió Angie en su oído.

_ Si amor, solo está noche- dijo el ladrón besando desesperado sus senos.

Cerró con la pierna la puerta de su alcoba y cayeron juntos al infierno que los devoraba. Y gimieron y se sacudieron y se besaron la noche entera.

_ Dime qué me amas - decía el ladrón mientras le perforaba una y otra vez.

_ Te amo _ dijo la maravillosa bruja en su oído. Y le repitió tantas veces esa noche esa frase que el ladrón, perdida su boca entre las piernas de ella le dijo también:

_ Te amo. Te amé y siempre te amaré Angie.

La mañana siguiente Lu vió a su papá con el delantal de flores del tío Stefan preparando su desayuno.

_ Buen día campeón - le dijo con una sonrisa hermosa.

Los dos pares de ojos grises se encontraron. Lu supo que todo estaba bien.

_ Y mí mami - preguntó.

_ Aún duerme. Vamos al baño . Hay que hacer pipi y lavarte los dientes. ¿Me enseñas lo de la tapa del retrete ?

_ Mira papi. Se hace así._ Dijo Lu. - y con seriedad le enseñó a su padre ese mecanismo complicado de levantar, orinar y bajar la tapa, para por fin apretar el botón del inodoro.

El hijo de Lucio Alejandro Horvar era sin dudas un genio. Su padre estaba por completo seguro de ello. 💙