ATADA AL MAFIOSO

Al llegar de regreso, Lothar y Tom esperan a la “pareja” en el aeropuerto, Leon estaba totalmente neutral, sin embargo, a penas Tatiana tuvo a Tom en su campo de vista, no dudo en correr hacia los brazos de este con una dulce y flamante sonrisa, su padre la recibió a gusto con los brazos abiertos.

Lothar sonrió al ver la conmovedora escena entre padre e hija, a pesar de ello, Leon ni siquiera estaba al pendiente de ello, por su parte, estaba muy concentrado en su tablet, el trabajo estaba consumiendo su vida y lo peor de todo es que eso era lo que buscaba Leon.

Lothar llegó a odiar en muchos momentos la actitud fría y despegada de su hermano, también odiaba el hecho de que Leon se justificaba con una mala experiencia del pasado, el desorden en la vida de Leon era algo que él mismo causó y no quería arreglar.

Leon se acercó a Lothar y lo miró de arriba hacia abajo, después de un suspiro extendió la mano, Lothar le dio un apretón viendo todavía como Tatiana le daba un cálido abrazo a su padre, a veces deseaba que Leon volviera a ser el niño dulce que lo seguía como su sombra, peor ahora debía conformarse con un idiota egocéntrico.

Tatiana soltó a su padre y fue hasta Lothar dándole un abrazo, en el poco tiempo que tenían conociéndose Tatiana ya lo tomaba en cuenta como un amigo, además de que lo admiraba mucho por su serena y audaz forma de ser.

Lothar correspondió el abrazo y sonrió.

—Te extrañé cuñada –Dijo Lothar cuando se separó del abrazo– tu padre también te extraño mucho.

—También los extrañé mucho –Respondió Tatiana con una sonrisa– tenía muchas ganas de regresar.

Tom estaba feliz de ver a su hija, sin embargo, notó que Leon tenía un moretón muy llamativo en su ojo, incluso seguía muy hinchado.

—¿Qué te ocurrió en la cara Leon? –Preguntó Tom sin poder evitarlo– se ve muy hincado ese golpe, parece que fue reciente.

Tatiana se sintió un poco nerviosa, ella fue la culpable, no podía decir que Leon no se lo busco, pero realmente si se le pasó la mano con la fuerza que uso.

—Pelee con un borracho –Dijo Leon de forma rápida, al parecer ya había planeado la mentira con antelación– fue hace días, pero no es para tanto, él quedó en peor estado.

—Ya veo, lamento preguntar.

—No se preocupe, sé que se ve mal y eso causa curiosidad.

Lothar no se comió la mentira, por lo que se quedó observando a Leon en silencio, por el moretón en el ojo de Leon, Lothar pensó que lo mejor sería una cena en casa, por lo que Tom fue invitado a la mansión de Lothar.

Al llegar Tatiana fue directamente al sofá para descansar, aunque no había hecho mucho, los viajes en avión eran sumamente agitadores y aunque Tatiana a no era exigente, dormir en un avión fue la experiencia más incómoda que tuvo hasta el momento.

Lothar fue hasta su oficina junto a Leon mientras Tom tomaba asiento junto a Tatiana, cuando entraron a la oficina Lothar se sentó en frente a su escritorio y miró con seriedad a Leon, Leon tenía un mal presentimiento, Lothar jamás estaba tan serio como lo estaba en ese momento.

—Explícame bien todo lo que ocurrió en la isla –Dijo Lothar con un tono severo y hosco–, ya que dudo mucho que un borracho te haya golpeado con la cantidad de seguridad que manejas, además no nací ayer y esa isla es nuestra, en otras palabras, no había nada de bares públicos u otras personas además de Tatiana, empleados, seguridad y tú.

—Sí te digo, te pido que no te enojes.

—Leon me molesta la tranquilidad con la que me pides que no me enoje, eso quiere decir que hiciste una estupidez y me enojaré, simplemente habla.

—Está bien –Leon suspiro mientras apretaba su puño y desviaba su mirada– estaba muy enojado y le di una bofetada a Tatiana, ella sencillamente se defendió.

—¡Leon! –Grito Lothar totalmente furioso– ella es nuestro pase de salvación y la tratas como te da la gana, debió tirarte todos los dientes, ¿Por qué te atreviste a golpear a una mujer? Sea quien sea, una mujer merece respeto y mucho más si está no te está haciendo nada.

—Admito que me equivoque, pero ya está en el pasado, ya arreglamos las cosas.

—Iba a dejar que vivieran solos para generarles comodidad, pero dudo de los cuidados que le puedas proporcionar, por nada del mundo ella se irá de esta mansión –Lothar suspiro para calmarse, ya que estaba siendo demasiado agresivo– otra cosa. Tom está muriendo, me tomé el tiempo de acompañarlo al hospital, su condición es cada vez peor, Tatiana no merece eso, esa chica ha sufrido por muchos años y lo que menos necesita es sufrir más por culpa de un idiota con problemas de ira.

—Ya entendí, de todos modos no planeaba llevarla a ninguna de mis casas, tampoco tengo tiempo para tenerla vigilada todo el tiempo, por parte de Tom… no sé… es difícil decir algo al respecto, estoy seguro de que es una buena persona, pero solo puedo aportar dinero, ¿No hay un mejor tratamiento?.

—No, por ahora solo podemos ayudarlo a vivir un poco más de tiempo, es cáncer de pulmón y se está extendiendo de forma masiva, es imposible parar el ahora cáncer metastásico, solo podemos proporcionarle un par de años más de vida, no más.

—No sabía que era tan grave…

—¿Cómo podrías saberlo? –Dijo Lothar con cierta ironía– a ti solo te importan tus cosas y lo que a ti te convenga, estoy cansado de esta actitud tuya Leon, Tatiana al principio se animó a ayudarte y así le pagas, te recuerdo que es una adolescente que necesita ayuda, no una ingrata como Natalia.

—No hables de ella…

—Sí lo haré –Dijo Lothar interrumpiendo abruptamente las palabras de Leon– Natalia fue tu mayor error, pero debes superarla y entender que no todas las personas que te rodean son así, Tatiana no te ha hecho nada y no merece ser despreciada.

—Defiendes demasiado a Tatiana, estoy cansado de escuchar lo mismo de ti todo el tiempo.

—Parece que no es así, ya que te empeñas en hacerle la vida difícil a una chica mucho menor que tú, si sientes resentimiento hacia Natalia, no hagas que otros paguen por los pecados que ella cometió.

—Como sea…

Leon salió enojado de la oficina dejando a Lothar solo, al momento de cenar había una gran tensión, era tan insoportable el ambiente que incluso Tom pudo notarlo, aunque Tatiana no le dio importancia, ya que, para ella era muy común ver a los hermanos peleados.