Pernikahan 99 Hari

"Cielo", llamó Alana.

"¿Alana? ¿Por qué te está contactando?", preguntó Rachel con desagrado.

Sky encogió los hombros. "Solo preguntaba dónde estaba."

"Oh...", Rachel volvió a su teléfono.

Sky también volvió rápidamente a terminar su trabajo, sin querer hacer esperar demasiado a su amante.

Mientras tanto, Alana, habiendo llegado al edificio de oficinas de la familia Dwight, se dirigió directamente a la oficina de Sky, acompañada por Erik, el asistente personal de su esposo, quien casualmente estaba en la entrada.

"Por favor, señorita", dijo Erik mientras abría la puerta de la oficina del señor Sky.

Alana se quedó inmóvil a punto de entrar, sus ojos se posaron en una escena que le revolvió el estómago. Frente a ella, dos personas estaban entrelazadas apasionadamente, demasiado absortas para darse cuenta de la puerta abierta.

Erik, quien también captó la enérgica vista, tosió fuertemente, lo que hizo que la pareja entrelazada mirara hacia la puerta donde él y Miss Alana se encontraban.

"Al..." Sky apartó suavemente a Rachel, ajustando la camisa con los dos botones superiores desabrochados debido a los juegos de su amante.

Rachel, al ver la llegada de Alana, chasqueó la lengua irritada por interrumpir su diversión, especialmente porque Sky la apartó como si quisiera proteger los sentimientos de Alana.

"Disculpa si interrumpo", dijo Alana, dándose la vuelta para irse, pero la risa burlona de Rachel detuvo sus pasos.

"Qué bueno que te das cuenta de tu lugar. ¡Ahora vete! Y la próxima vez, pregunta permiso antes de entrar en la habitación de alguien. Es cuestión de educación básica", dijo Rachel con desdén, arreglando su camiseta desaliñada.

"Rachel..." Sky miró a su novia severamente.

"¿Qué pasa, cariño? Lo que dije es verdad, ¿no? Entró sin avisar, nos perturbó", replicó Rachel, indignada.

"Perdóneme, señorita; fue mi culpa abrir la puerta sin llamar primero", intervino Erik honestamente. Si hubiera sabido que su empleador estaba con Rachel, definitivamente no habría permitido que entrara Miss Alana.

"Ja, ambos la cubren muy bien. Defendiendo a esa..." Rachel comenzó, pero fue interrumpida.

"¡Cierra la boca!" Alana, hasta ahora callada a pesar de las burlas de Rachel, entró con confianza y frialdad. "¿Quién aquí es insignificante? ¿Yo o tú?"

"¿Qué quieres decir?", desafió Rachel amargamente.

"¿Realmente necesitas preguntar? Claramente estabas besando a mi esposo hace un momento. ¿Cómo sino se te podría llamar más que a una adúltera?" Alana se acercó a Sky con una sonrisa triunfante y rodeó su brazo.

"¡Tú!" Rachel, furiosa, sintió el impulso de abofetear a Alana, quien se atrevía a insultarla y abrazar audazmente a Sky frente a ella. Pero contenía su ira, negándose a quedar mal delante de Sky. "Querido, solo te quedas ahí mientras ella me insulta", hizo un puchero Rachel.

Sky se sintió dividido entre a quién defender y miró a Erik en busca de ayuda, pero él simplemente apartó la mirada, pretendiendo no ver. Sky se recordó a sí mismo que le recortaría el sueldo a su asistente personal.

"Cariño..." Rachel lo miró con ojos de ciervo.

Sky suspiró y se volvió hacia Alana. "¿Qué te trae aquí?" preguntó, optando por cambiar de tema en lugar de sumergirse en la pelea entre mujeres, ya que no podía decidir a quién apoyar y deseaba ahorrarles a ambas sus sentimientos.

"Hay algo importante de lo que necesito hablar, así que ven conmigo ahora mismo", Alana exigió, dando un paso adelante.

Intentando seguirla, Sky sintió cómo Rachel tiraba de su brazo. "¡No vayas, Sky!"

Sky observó la espalda alejándose de Alana, luego miró a Rachel, quien siempre había estado ahí para él.

"Erik, dile a Alana que no puedo hablar ahora, quizás esta noche".

"De inmediato, señor", dijo Erik y corrió tras Miss Alana, quien estaba parada no muy lejos de la oficina del señor Sky. "Señorita, señor..."

"Entiendo", interrumpió Alana, entrando al ascensor mientras suprimía el dolor en su corazón. Por alguna razón, el hecho de que Sky eligiera a Rachel sobre ella parecía incomprensible, aunque era lógico dado que Rachel era su novia y ella, Alana, había rechazado su solicitud de reiniciar su relación. "¿Por qué ninguno de los hombres lucha por mí?", susurró con una sonrisa amarga.

Sí, todo lo que Alana quería era que lucharan por ella, pero aparentemente no era lo suficientemente importante para Sky o cualquier otro hombre.