La Joya Del Duque

POV SAMANTHA

Al llegar al castillo nos despedimos con un tierno beso, James debía ir a entrenar con los soldados

-Auch… duele- La forma en que me presionaba estimulaba puntos dolorosos en mi cuerpo

-Lo siento mi señora en unos minutos pasará de doloroso a placentero

-No lo creo Mindi, duele muchísimo… aauch!

Las manos de Mindi la doncella era implacables pero sabía que después de sus masajes me sentiría estupenda. No dejo de pensar en la insistencia del príncipe por meterse en nuestro matrimonio, teniendo a su prometida no sé para qué me busca

-Mi lady, llegó la invitación del té de la princesa, además hay un cronograma minucioso de actividades, al parecer no es solo una fiesta del té, es un día lleno de eventos para los nobles

-Uhmm ¿Abriste mis cartas?- Levanté una ceja preguntando un poco molesta, aunque ya teníamos semanas en el castillo de la capital, no tenia la misma confianza con estas doncellas que con Ana y Lía

-No mi señora, jamás me atrevería, ya verá la invitación y el porque pude leer el cronograma

-Dame la bata- Extendí mi mano esperando a que me entregara la suave y sedosa tela

Me coloqué la bata amarrando la cinta a mi cintura y me senté en el sillón de mi dormitorio para leer el correo recibido. Mindi llegó a entregarme la invitación, en efecto, no había tenido que abrir para leer

La invitación consistía en un brazalete de oro en una caja de cristal que tenía escrito en su tapa el cronograma del evento. El brazalete estaba precioso, con pequeños cristales alrededor del logo de la familia real

-Vaya, si que será un gran evento… Mindi, hay que buscar un traje para el duque y para mí- Mindi asintió aplaudiendo con gran emoción, le encantaba combinar trajes

Continúe leyendo el correo y una de las cartas en mis manos llamó mi atención… Era un sobre verde claro con formas de hojas grabadas y sello dorado en el centro, era una carta de mi padre después de tanto tiempo. Mis ojos no tardaron en cristalizarse dándome una imagen borrosa de mi entorno por las lagrimas que empezaban a acumularse

-Te acordaste de tu hija… papá

Abrí el sobre con las manos temblorosas, no quería ni podía imaginar lo que había escrito adentro, lo primero que pude identificar fue la escritura de papá, su cursiva e impecable letra la reconocería donde fuera

“Samantha… aunque ya no me atrevo a llamarte hija, después de lo sucedido… Decidí escribirte estas palabras para que sepas estoy arrepentido, quizás por los últimos sucesos, pero me di cuenta tarde, lo mucho que te falle como padre, debí cuidarte más, protegerte más, darte el amor que tu madre te hubiese dado. Estás palabras puede que ya no sirvan de nada, pero aunque nunca lo demostré, este desconocido te ama y te pide perdón. Por favor no regreses al hogar que te vio crecer hasta que yo muera, hasta ese entonces sabrás lo arrepentido que estoy”

Mi llanto era incontrolable, sollozaba a todo pulmón e inconsolablemente. Abracé en mi pecho la carta de mi padre mojada de mis lagrimas y camine hacía la cama dónde me acurruqué para seguir llorando. Al cabo de unos minutos o más, estaba tan sumida en el llanto que no había notado unos brazos fuertes que me rodeaban por la cintura, el cuerpo de mi esposo, en total silencio me consolaba

Giré para mirarlo a los ojos y vi su rostro confundido. Con su mano acarició mi mejilla limpiando todo rastro del llanto y con la otra me acunó contra su pecho

-¿Qué sucede mi duquesa?- Besó mi frente, todo lo hizo con tanto amor que no cabía en mi pecho

-Mi papá… me escribió una carta totalmente inesperada James… dice estar arrepentido

-¿Quieres ir a visitarlo?

-No- Negue con la cabeza y las lagrimas amenazaban con salir de nuevo

-Me escribió que no debía volver hasta que él muriese… no entiendo James, si tan arrepentido esta ¿Por qué no me deja visitarlo?

-No lo sé mi dulce amor, no te agobies…- Besó mi frente y recostó su barbilla en mi cabello mientras acariciaba suavemente mi espalda por encima de la fina tela- Por favor no llores, se me parte el corazón al verte llorar, quiero romperle la cara a todo el mundo por hacer llorar a mi esposa

-Tonto… James… si algún día tenemos un hijo y yo muero, promete que siempre lo amaras como yo lo amaría

-Mi amor no digas esas cosas, eso no pasará

-Anda… promételo

-Esta bien mi duquesa, amaré a nuestro futuro hijo tanto como te amo a ti

La ultima frase me sorprendió tanto que abrí mis ojos sin disimular, mi corazón latió con fuerza y en mi estomago se formó un nudo

-¿Me… amas?

-Te amo mi Samy

-Yo también te amo James- Sonreí tímida, a pesar del avance en nuestra relación no pensé escuchar de sus labios aquella declaración de amor

Nos besamos hasta fundirnos en uno solo y nos amamos hasta que cayó la noche y salió el sol.