Las Piezas De Un Rompecabezas

Hoy es mi aniversario con Rodrigo, aunque realmente no podremos pasar mucho tiempo juntos, solo las horas de la escuela, esta mañana durante el desayuno mi padre me exigió regresar temprano ya que debía hablar conmigo de algo sumamente importante, al fin sabría que se traía entre manos, pero lamentablemente por su expresión, eso tenia algo que ver conmigo y al parecer estaba muy enfadado.

Cuando iba de camino a la escuela compre un hermoso ramo de rosas y coloque entre ellas una carta que había escrito y un pequeño oso de peluche, sabia que estos pequeños detalles le encantaban, me decía que de cada ramo de rosas que le regale siempre guardaba una de ellas dentro de cada uno de sus libros, sabía que tenía muchos, así que siempre procuraba comprarle un ramo, a veces eran rosa otras tantas eran gardenias, a el le encantaba su aroma, y a mi simplemente me encantaba verlo feliz.

Al llegar a la escuela lo vi, estaba tan guapo, este día al parecer vino en su auto ya que no traía la chaqueta de piel, estaba sentado en una de las bancas, me daba la espalda, disfrutaba el sol y tenia su cara girada hacia arriba, los rayos caían sobre su piel haciendo que resplandeciera de una

manera tan perfecta, el simplemente era perfecto y yo solo no podía dejar de verlo.

Me acerque lentamente y me coloque detrás de el, suavemente le susurre

Sergei.- Feliz aniversario mi amor.

Rodrigo.- Amor por fin te puedo ver, te extrañe tanto.

Los ojos de Rodrigo se iluminaron al verme, cada que veía sus ojos me enamoraba mas y mas de el, seguían siendo hipnotizantes para mi, tal como la primera vez que los vi.

Sergei.- Toma, te traje esto.

Rodrigo.- Amor, es precioso, me encanta, acompañame a llevarlos al auto.

La sonrisa que mostro al ver mi regalo fue tan encantadora y sincera, sabía que le gustaría, le gustan mas lo pequeños detalles que los grandes lujos, y aunque yo podría llenarlo de lujos, prefiero complacerlo y hacerlo feliz con detalles

románticos.

Rodrigo.- cierra los ojos, mm pero inclínate, ere muy alto (leve puchero)

Sergei.- jejeje, Ok, listo.

Solo senti que rodeo mi cuello con sus manos pero segundos después algo frio toco mi piel, cuando me permitió abrir los ojos pude ver su regalo, era una sencilla cadena de oro, que

terminaba en un dije muy lindo.

Rodrigo.- tiene una sorpresa más, si la tomas así, y le das vuelta por aquí, se abre.

Al abrirlo el se puso un poco rojo ya que el dije era un relicario y dentro de el tenia una pequeña foto nuestra, mis ojos se cristalizaron, y pequeñas gotas salían mojando mis mejillas, el detalle en verdad me encanto.

Sergei.- Gracias amor, es bellísimo.

Rodrigo.- se que por el momento tenemos que ser discretos en nuestra relación, así que pensé que este relicario era perfecto. Le mande a gravar la fecha de nuestro aniversario.

Sergei.- Es perfecto como tu.

Rodrigo.- Sergei, Te amo.

En ese momento era el hombre mas feliz del mundo, no me pude contener mas y lo abrace fuertemente llenándolo de besos por todos lados, para finalizar besando sus hermosos y perfectos labios con mucha pasión.

Sergei.-Vamonos, no entremos a clase.

Rodrigo.- ok, vamos.

Ya que nos encontrábamos en su auto lo tomamos, regresaría después por el mio, eso era lo de menos, justo ahora quería hacer mio nuevamente a mi pequeño, lo necesitaba entre mis brazos, sentía un leve rastro de ansiedad en mi corazón, como si esta fuera mi ultima oportunidad de estar con el, de tenerlo debajo de mi y hacerlo gemir.

Llegamos a su casa apresuradamente, apenas entramos cerramos la puerta y por mas que lo besaba no me cansaba de hacerlo, realmente lo necesitaba, sus manos sobre mi piel eran como electricidad que recorría todo mi cuerpo, algo muy dentro de mi me pedía que gravara en mi memoria muy bien este momento, odiaba sentirme así.

Su recamara se lleno de nuestro aroma, de gemidos de placer, de suplicas por mas, el amor que nos teníamos fue el catalizador perfecto para que ambos llegáramos al clímax al mismo tiempo, llenando nuestros cuerpos de sudor, saliva y nuestros fluidos.

Aunque realmente ninguno de los dos quería, tuvimos que volver a la escuela, Rodrigo tenia un trabajo importante que entregar a la ultima hora y pues yo solo tenia que ir por mi auto, así que con todo el pesar del mundo tuvimos que ponerle pausa a nuestro festejo, para así irnos de regreso a la escuela.

Antes de salir de su casa, me llevo a su oficina, diciendo que tenia otro regalo, me entrego un sobre, realmente no sabia lo que era, tenía un logo una R y una S entrelazadas se veía hermoso, y debajo el nombre “RS Security”, me quede algo sorprendido y entonces me explico.

Rodrigo.- mi sueño desde hace mucho tiempo es tener mi propia empresa, hace poco di el primer paso para ello, lo que tienes en tus manos son los papeles que demuestran que voy en el camino correcto, y el nombre significa mucho para mi.

Sergei.- Son, son, nuestras iniciales.

Rodrigo.- si amor, lo son.

Sergei.- Gracias, gracias, esto significa mucho para mí

Rodrigo.- tu significas mucho para mí, ahora eres mi inspiración para todo lo que hago.

No me esperaba esa sorpresa, puso nuestras iniciales juntas, y así nombro a su empresa, eso me demostraba una vez mas que el era el indicado para estar a mi lado el resto de mi vida.

Después de clases nos despedimos como todos los días, yo tuve que regresar a casa, no podía desobedecer una orden de mi padre.

Sirviente.- Joven, el señor pidió que fuera a su despacho.

Sergei.- Gracias

No se porque pero vi pena en su mirada, fui al despacho y toque la puerta.

Ivan.- Adelante.

Sergei.- llegue padre.

Ivan.- Siéntate

Seguí las ordenes de mi padre, solo me quedaba esperar a que comenzara a hablar, pude ver varios documentos por todo su escritorio, eso no era extraño, pero también había algunas fotos, aunque no lograba ver claramente de que se trataban.