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El Legado Del Duque

El Legado Del Duque

Status: En proceso
Genre:Elección equivocada / Traiciones y engaños / Edad media / Espadas y magia
Popularitas:922
Nilai: 5
nombre de autor: Alexz Ban

Con la muerte de su padre, Alecxis se convirtió en el nuevo duque a una edad temprana. A pesar de su juventud, demostró una madurez y una determinación que sorprendieron a muchos. Asumió sus nuevas responsabilidades con seriedad y dedicación, trabajando incansablemente para mantener el legado de su familia y servir a su comunidad.

NovelToon tiene autorización de Alexz Ban para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

melanie y el dios

alecxis sintió una voz a sus espalda

—Siempre tan obstinado, Alexcis…

Levantó la cabeza. En el umbral, bañada por la luz anaranjada de las antorchas, estaba Melanie de Crystalia.

Su silueta elegante, el cabello recogido bajo la capa azul, y esa mirada de acero que tantas veces lo había desarmado.

apenas pudo contener la tensión en su pecho.

—Melanie…

Ella avanzó con calma, como si lo hubiera esperado todo el tiempo. Cuando estuvo frente a él, se inclinó suavemente y tomó la máscara del suelo. La sostuvo entre sus manos con cautela, como quien acaricia una serpiente viva.

—La recuperaste —dijo en un susurro—. Aun después de todo lo que te advertí.

Alexcis esbozó una sonrisa cansada, amarga.

—Y vos siempre aparecés justo cuando estoy a punto de caer.

Por un instante, ambos se miraron sin necesidad de palabras. Había algo más fuerte que la lealtad entre ellos: recuerdos compartidos, secretos guardados en la penumbra, la intimidad de noches que solo ellos conocían.

Melanie dejó la máscara dentro del cofre y cerró la tapa con un golpe seco. Después apoyó una mano en el hombro de Alexcis.

—Podés confiar en mí, como siempre lo hiciste. No dejes que esta cosa te envenene con sospechas.

Él alzó la mirada, y en esos ojos grises vio algo distinto a lo que encontraba en Valerius o Radko: certeza. Una calma que solo Melanie podía darle.

Sin embargo, el eco de la visión aún lo taladraba por dentro. Un traidor camina contigo.

Alexcis apretó la mano de ella sobre su hombro, buscando anclarse en su presencia.

—Vi a alguien. No sé quién era. Pero estaba cerca.

Melanie inclinó la cabeza, sus labios muy cerca de su oído.

—Entonces buscá en los gestos, no en las sombras. Yo estaré contigo para desenmascararlo.

El sonido de pasos apresurados interrumpió la intimidad de ese instante. Valerius y Radko irrumpieron en la sala con las armas listas.

—¡Mi lord! —bramó Valerius, mirando alrededor.

Radko clavó los ojos en el cofre.

—¿La usó?

Melanie se apartó despacio, su expresión fría como una muralla. Solo Alexcis notó la fugaz complicidad en su mirada, un reflejo de todo lo que compartían.

El duque se irguió, recuperando su postura.

—Sí. Y me mostró lo que necesitaba ver.

No dijo más. Ni Valerius ni Radko tenían por qué saber cuánto lo había marcado la visión.

Solo Melanie, que permanecía a su lado, conocía el peso real de su silencio.

Y mientras las antorchas seguían crepitando, el susurro de la máscara no se apagaba en su mente:

“El traidor ya camina contigo…”

El silencio tras la llegada de Melanie se rompió en un instante.

El pecho de Alexcis comenzó a arder de nuevo. La marca brilló bajo la tela de su armadura, como un carbón encendido que buscaba salir a la superficie.

—¡Otra vez…! —murmuró, apretándose el torso.

Melanie se inclinó hacia él, con la mano en su hombro.

—Alexcis, respirá.,

Resistilo.

Pero no era solo un ardor. La sala entera se oscureció. Las antorchas crepitaron.y se apagaron una a una, hasta que todo quedó sumido en una penumbra pesada, sofocante.

El aire se volvió frío como tumba abierta. Valerius desenvainó su espada, Radko retrocedió con la respiración agitada, y Melanie sostuvo firme su hoja cristalina, aunque incluso ella parecía sentir el peso invisible.

Una voz retumbó, grave y múltiple, como si hablara desde todos los rincones del mundo a la vez:

—Portador de mi marca…

Alexcis alzó el rostro. Frente a él, desde el suelo, emergió una silueta de sombras. Alta, imposible, coronada por un halo de cráneos flotantes que giraban lentamente, como planetas en torno a un sol oscuro. Los ojos eran vacíos, pozos sin fin que devoraban toda luz.

El Dios de la Muerte había llegado.

La máscara Xok’tar, aún dentro del cofre, comenzó a vibrar con un murmullo metálico, como si suplicara salir.

—¿Quién… quién eres realmente? —preguntó Alexcis con voz temblorosa, aunque sabía bien la respuesta.

El espectro extendió una mano huesuda, tan grande que ocupaba la mitad del salón.

—Soy la sombra que te marcó, Alexcis. Te escogí en la selva, cuando debiste morir. Soy el guardián de lo inevitable. Y tú… eres mi vasallo.

Melanie dio un paso al frente, interponiéndose entre Alexcis y la figura.

—¡No! Él no te pertenece.

El dios inclinó la cabeza, sus vacíos ojos fijos en ella.

—Tú, hija de Cristalia… aún respiras solo porque no me sirve tu alma. Pero tu resistencia es… interesante.

El aire vibró, como si una risa silenciosa recorriera los muros.

Alexcis sintió que su corazón se desgarraba bajo el fuego de la marca.

—¿Por qué yo? —gruñó—. ¿Por qué me persigues?

El dios se inclinó hasta quedar a pocos pasos de él, aunque su forma no tocaba el suelo.

—Porque solo un hombre marcado puede llevar a Xok’tar hasta su destino final. La máscara y tú están atados. Y donde uno caiga… el otro también caerá.

Valerius y Radko miraban aterrados, sin atreverse a mover un músculo.

Melanie, en cambio, mantuvo la espada firme, aunque la sombra parecía absorber su valor poco a poco.

El dios extendió la mano hacia Alexcis.

—Úsala de nuevo. Mira lo que debo mostrarte. O rehúsa… y la marca te devorará vivo.

El cofre tembló, las bisagras se abrieron solas y la máscara se alzó apenas, como si quisiera flotar hasta el rostro del duque.

El salón entero se redujo al latido de su propio corazón.

Alexcis sabía que si obedecía, corría el riesgo de perderse para siempre. Pero si se negaba, la marca lo consumiría.

1
Edith
Emocionada por la continuacion
Alexz Ban: ya vamos por el cap 22
total 1 replies
ladia120
Me muero por más
Alexz Ban: proximamente ya vamos por el cap 22
total 1 replies
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