LA INDICADA

Abel se presentó a la oficina una vez que termino su estadía en el pueblo donde paso unas bellas vacaciones, las cuales le dejaron con la fuerza y entusiasmo suficiente para retomar su vida y continuar con sus deberes y pendientes, al llegar a la oficina, lo hizo antes de la hora como siempre, se acomodó en su escritorio y empezó a encender los equipos de cómputo, ya que contaban con tres en su oficina (en uno monitoreaba las cámaras instaladas en la empresa y sucursales; en la otra verificaban los GPS de los vehículos pertenecientes a la empresa, encargados del reparto; y por último, la que ocupaba para poder realizar su trabajo en la empresa), también ocupaba su laptop, donde tenía acceso a todo documento guardado en la nube, para cuando, tenía alguna reunión dentro o fuera de la empresa,  poder acceder a los documentos y dar seguimiento en el momento que lo requiriera, así como avanzar en sus pendientes, desde donde estuviera.

A la hora de la entrada, le aviso la secretaría, que ya estaba la persona que debía recibir, pidió que la hicieran pasar, al abrirse la puerta entro una chica vestida de manera sencilla, pero bien arreglada, con un maquillaje ligero, zapatos bajos, uñas bien arregladas que combinaban en su decoración con la ropa que llevaba, a la vista de otros hubiera sido una chica normal, pero algo tenía, que a Abel le llamó la atención esta chica, disimuladamente la había visto de pies a cabeza, antes de empezar las presentaciones con ella.

Hola, mucho gusto, mi nombre es Sophie Márquez Lizarraga — dijo acercándose y extendiendo la mano para saludarlo — me dijeron que me presentará en esta oficina con usted... para iniciar mis prácticas, dijo con voz segura y firme, no mostrando lo nerviosa que estaba.

Mucho gusto Sophie, yo soy Abel, yo me encargaré del proceso de la inducción y bienvenida al grupo Muñuelos, espero que te sientas a gusto con nosotros y puedas aprender mucho o enseñarnos, porque puede ser el caso verdad, dijo sonriendo Abel.

Estoy segura de que así será, soy una persona que se considera capaz de aprender rápido y fácil, por lo que, estoy segura de que aprenderé mucho al lado de ustedes y desde el inicio, me han dado una calurosa bienvenida, por lo que estoy segura de sentirme a gusto con ustedes, no sabe cuánto le agradezco por aceptarme y darme esta oportunidad, dijo mientras mostraba una sonrisa.

Pues entonces, bienvenida, permíteme darte un recorrido por la empresa para que conozcan el lugar, mientras puedes dejar aquí tus cosas, una vez que terminemos el recorrido, te voy a mostrar tu área de trabajo, donde podrás instalarte.

Abel salió con Sophie, después de que ella dejará sus cosas sobre la silla donde estaba sentada, Abel le mostró cada lugar perteneciente a la empresa, le habló sobre que se realiza en cada área, le presentó al personal que estaba en ese momento trabajando para que la conocieran y apoyaran cuando llegará a ser necesario.

Así fue como conoció cómo estaba distribuida y organizada la empresa. Al final regresaron a su oficina para tomar las cosas de Sophie y la llevó al lugar donde empezaría su capacitación y se le asignaría una persona para estar encargada de dar seguimiento a sus actividades y supervisión.

Abel ya le había explicado, durante el recorrido, sobre las actividades que iba a desempeñar, los planes de trabajo con ella, le indicó el tiempo y muchas cosas más que serían necesarias para que pudiera iniciar con sus funciones y ganar la experiencia que se esperaba para un futuro.

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Camila después de la vez, en que Marcos la beso para callarla, empezó a evitarlo, si él iba a estar cerca, procuraba no estar ahí, incluso empezó a dejar de ir a algunas reuniones por saber que él estaría ahí, por eso cuando se iba a hacer el viaje al pueblo donde conoció, o, mejor dicho, reconoció a Silvana, le pidió a Abel que convenciera a Camila de ir, necesitaba crear un momento para hablar con ella sin que esta escapará, Abel como buen amigo y primo, les ayudo, así Camila supo hasta que ya estaban por partir a su viaje que Marcos también sería parte de los que los acompañarían, ella trató de negarse y poner pretextos, pero al final termino acompañándolos.

Al estar instalándose en el hotel, Marcos en vez de descansar, espero que todos estuvieran en sus habitaciones y corrió a tocar la puerta de Camila, cuando ella abrió, Marcos apareció frente a ella e impidiendo que le cerrará la puerta en la cara ingreso a la habitación y cerró la puerta pidiéndole unos minutos para hablar con ella, al no quedarle otra opción, ella le indicó que se sentarán para hablar.

Camila, he tratado de hablar contigo y disculparme por el beso que te di la otra vez, pero no me has dejado, esa vez corrí a buscarte tan pronto como reaccioné, pero tú ya te habías ido.

No sé de qué hablas — dijo agitando las manos — yo no me acuerdo y, si no me acuerdo, no paso.

Cálmate tú, ahora me saliste cantante — dijo bromeando — ya volviendo al tema, de verdad, no fue mi intención ofenderte o lastimarte, solo sé que de repente sentí deseos de besarte y no pude controlarme, no sé por qué lo hice, lamento que no te haya gustado, solo puedo decirte que…

Yo no me espanté ni me molesté, solo me tomaste por sorpresa, dijo sinceramente.

¿Sabes?, a mí me gusto ese beso, si me preguntas, si me arrepiento, no, no me arrepiento de besarte, pero sí de espantarte y que te alejarás de mí por eso.

No me aleje por lo que piensas, es solo que… me gustó también y me daba miedo que a ti no, que hubiera sido solo por molestarme y pensé que después te burlarías de mí.

Nunca me burlaría por haberte besado, porque me gustas mucho y si tuviera otra oportunidad lo volvería a hacer.

Camila se acercó a él y le dio un beso, que él correspondió de inmediato, ambos se gustaban desde hacía tiempo, pero al no saber cómo mostrarlo, lo hacían haciéndose enojar uno al otro. Pero al descubrir que ambos se gustaban y que compartían el mismo sentimiento, se dieron ese beso que necesitaban para hacerse sentir uno al otro ese amor.

Camila, quiero que seas mi novia, que me dejes estar a tu lado, ¿me aceptarías cómo novio?

No sé, déjame pensarlo, dijo poniendo su dedo en la barbilla, mostrando como que estaba meditándolo.

Deja de bromear, dijo Marcos haciéndole cosquillas en la cintura.

Me rindo, me rindo, si acepto, si quiero ser tu novia, dijo gritando.

Ese viaje, para ella no solo había sido de lo mejor, ya que conocería un bello lugar y disfrutaría de todo aquello que tanto le había hablado del lugar, sino porque ella y Marcos arreglaron su problema y se hicieron novios, todo el tiempo la pasaban de la mano o abrazados, pero Abel les dejó claro, que solo eso les permitiría, ya que no pensaba ser el responsable de haber llegado cinco y que regresaran seis o más, ya que por parte de ellos podía haber gemelos o trillizos, si no, qué cara le iba a dar a sus tíos, cómo les iba a decir, que se llevó a su niña para qué la embarazará uno de sus amigos, por eso les prometieron que se portarían bien, además estaban iniciando apenas y no querían correr antes de empezar a caminar, era muy pronto para pasar a segunda base.