¡Plan BL! Renaceré Como Tu Esclavo, Mi Querido Alfa

Buenas, por acá Kirara! :3 empezamos el día con una imagen de como se ve Neliver. XD pinche enfermo todo loco 🤧 aunque aquí no creo que haya muchos cuerdos...

En fin, disfruten el capítulo! 7u7 los invito a leer el trío de amor de circo en W, mi otra cuenta ❤️ese está completo el tomo uno, wajajajajajaja por si quieren más enfermos.

...🦋Narra Ahderon🦋...

Llevo mi enorme cuerpo fuera de la mansión hacia los pasadizos del bosque. Allí es donde debe conectar con el exterior la salida de abajo del tribunal.

Camino por los pasillos sintiendo el aroma de Cian en mi nariz como un guía. Se siente bien llevar esta forma que tanto miedo causa delante de todos sin ningún tipo de tensión en mi cabeza.

No tardo en encontrarlos en el exterior, justo por el área del jardín de rosas rojas. Uno hecho específicamente para el difunto y que me dedicó de niños cuando intentó besarme.

Cian es llevado en brazos de Neliver, inconsciente. Su puro semblante blanco está manchado de rojo. Siempre he sabido que su alma no es pura, sin embargo, la imagen que transmite es la de alguien sumamente frágil y limpio.

Neliver avanza con un guardia y mi esclavo hacia dos caballos, una vez sobre estos apuro mi paso para no perderlos. Los persigo en el bosque como un lobo que caza a sus presas. No doy aullidos hasta estar cerca de ellos, sintiendo como su cuerpo desprende ese aroma tan característico del miedo.

Siento la necesidad de hacerlo, así que me abalanzo sobre el caballo del guardia para atrapar a este en mi boca. La expresión de Neliver de terror ante el notar que ahora corre un caballo sin jinete a su lado es indescriptible.

Ni siquiera mastico el cuerpo, solo corto su cabeza y sigo corriendo por el lateral del príncipe que lleva delante a mi esclavo.

No lo amo...

No lo quiero...

Solo deseo que no toquen lo que es mío.

Me dispongo a llevarlo al mismo destino de su compañero, y veo como sus ojos se topan con los míos en un acto de desesperación. Termina saltando del caballo y yo atrapado en una jaula dorada de paredes qué me queman la piel al tacto.

Comienzo a gruñir por esto y soy forzado a tomar mi forma humana de nuevo, una completamente desnuda.

—¡Vicaria! —grito al reconocer esta magia, aunque realmente lo llaman bendición.

Ella sale de entre los arbustos con su piel pálida y como si estuviese herida y agotada de correr. Parece que no ha dormido en días por las ojeras bajo sus ojos.

—Ahd... —susurra ella sonriendo y cayendo de rodillas—. Lo siento... creo que no llegué completamente a tiempo...

...🦋Narra Vicaria🦋...

No lo logré completamente... Ese esclavo logró causar este desastre. Tengo que salvar a Ahderon, su alma, todo. Está cayendo en la locura de ese albino. El Ahderon qué yo conozco jamás haría algo como esto.

—¡Suéltame, Vicaria! —grita desesperado golpeando la pared dorada con sus manos a pesar de que estas se queman por el tacto.

Yo bendecida y él un maldecido...

A pesar de todo, siempre hemos sido buenos amigos. Si hubiese sabido que me amabas, no tendría que haber ocultado tanto mis sentimientos por ti.

Siento las lágrimas correr por mi rostro y corro hacia la jaula dorada para abrazarla. La rompo y cubro con mis brazos a Ahderon para dormirlo con mi canto.

Él intenta apartarme, pero sonrío. Libero mis feromonas, algo que le hace abrazarme de vuelta.

—Déjame ir a buscarlo... —dice cerrando sus ojos ante la melodía, un hechizo hipnótico.

—Tranquilo, deja que se lo lleve, con esto ambos podremos recuperar nuestras vidas, Ahd —le respondo hasta que se duerma por completo y miro al cielo.

El príncipe Neliver se convirtió en un ave gigante uno que se lleva en sus garras a ese maldito esclavo qué vino a arruinarnos la vida.

Los guardias de Ahderon llegan hasta nosotros y me ayudan a cargar a su amo. Estos confirman la aniquilación de toda la familia real, incluso reportan a Neliver como muerto.

No puedo evitar llorar, al final estos eran como una familia, solo espero que no vuelva. Ni ese príncipe de ojos violetas, ni el esclavo albino.

Sí, de esta forma seré reina y Ahderon mi esposo, como debió ser.

...🐈‍⬛Narra Cian🐈‍⬛...

Despierto con el aire chocando en mi rostro con fuerza. Comienzo a toser y abro mis ojos como platos ante la distancia tan abismal que me separa del suelo. Intento mover mis manos, pero están atrapadas en unas garras.

Subo la mirada para toparme con un cuervo negro enorme... ¿Neliver, no?

—¡Suéltame, carajo! —grito moviéndome, pero luego niego—. Mira, mira, mejor no, que me mato, déjame suavemente en el suelo.

Él vuela alejándose de todo, del castillo, de la mansión y de cada una de las personas que he conocido, sobre todo de mi hombre.

¿No me vino a buscar? Ja, imposible... ¡Si no lo hace le doy nalgadas! Espero que esté bien... Le voy a cortar las manos a quien lo toque.

—Neliver, ¡deja las drogas y bájame, carajo, búscate otro! —digo y me veo tentado a morder su pata, pero bueno, caída segura y no gano nada muriendo sin Ahderon al lado.

Debo pensar en algo, una forma de escapar.

El ave me lleva hasta una casa pequeña en medio del bosque, una que parece abandonada y me deja en el suelo para luego adoptar su forma humana desnuda.

—¿Estás bien, Cian? —responde mirándome con una sonrisa—. Estaremos seguros aquí hasta que recupere mi trono. Esto del cuervo, mantenlo en secreto, sabes lo mal que miran a los malditos...

—¿Y Ahderon? —respondo ignorando lo demás.

—¿Él?, Vicaria lo asesinó —contesta Neliver.