Cómo es qué el amor tierno y sincero de un hombre puede trastornar tanto la vida de una mujer, que quisieras morir de tristeza cuando lo pierdes.
Está es la historia de Cloe y Marcus un mafioso que llegó a enamorarse hasta los huesos de aquella compañera de clases, que le ha enseñado el verdadero significado del amor y la lealtad y es capaz de sacrificar su libertad por mantenerla a salvó de las garras de su tío, el cual se ha empeñado en quitarlo de su camino sin importar lo que tenga que hacer para mantener su imperio en Italia incluso ha recurrido a desempolvar los recuerdos del pasado para hacer regresar a Marcus y obligarlo a entregarle su puesto como el jefe de la mafia Italiana.
Cloe será capaz de perdonar a Marcus al sentirse traicionada después de haberle jurado lealtad y amor eterno.
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#22 RECUERDOS DE UN AMOR.
Mientras tanto en la bella Italia.
Al despertar Alice se dio cuenta de que Alessandro no volvió ala habitación en lo que resto de la madrugada, eso le daba a entender que todo lo que le había dicho en la noche fue por el efecto del alcohol pues él nunca había pasado una noche completa con ella solo la utilizaba para satisfacer sus deseos carnales y la desechaba como si fuera una más de sus mujerzuelas con las que suele divertirse y pasar las noches.
Pero que demonios estoy haciendo pensando en ese maldito desgraciado que me arruinó la vida y ahora se la está arruinando a nuestro hijo pues al permanecer a su lado sin la oportunidad de hacer amigos por el miedo que lo maten lo esta condenando a una vida llena de soledad al igual que la que vivio Marcus.
Alice se levantó y fue directamente a la ducha pues tenía que borrar el rastro de aquella noche que después de todo ella también había disfrutado en las caricias de Alessandro si tan solo me hubieras dado la oportunidad de elegir tal vez las cosas hubiesen sido diferente.
El agua caliente caía por su cuerpo desnudo y mientras se enjabonaba sintió como le dolía su parte íntima pues Alessandro al igual que Marcus estaban muy bien dotados de su virilidad pues era de un gran tamaño y cuando Alessandro la tomaba siempre la dejaba bastante adolorida.
El recuerdo de Marcus siempre venía a su cabeza una y otra vez pues fue su primer amor de juventud y con el tuvo su primera vez, él fue tan tierno, tan amoroso la llenaba de besos y palabras hermosas mientras le hacía el amor, por supuesto que al ser ambos inexpertos les había faltado hacer tantas cosas, pero ahora es otra la mujer que disfruta de sus caricias.
Alice se estaba tocando su parte íntima cuando sin previo aviso entro Alessandro desnudo para hacerle compañía.
Alice no se había dado cuenta de cuanto tiempo tenía mirándola pues estaba sumida en sus recuerdos.
—¿Acaso te estás acordando de mi?
Pregunto Alessandro con una prominente sonrisa en sus labios, él sabía perfectamente que Alice seguía enamorada de Marcus pero él era su dueño y era él el que podía poseerla y era él el que la penetraba no Marcus esto lo dijo susurrándole al oído a Alice mientras la sujetaba por la cintura y comenzaba a masajear sus generosos pechos.
Como siempre tan detestable, solo alguien como tú podía soltar una barbaridad como esa delante de una mujer antes de intentar hacerla tuya.
Dijo Alice tratando de soltarse de su fuerte agarre, pero le fue imposible pues la tomo por la espalda.
Eres mía Alice aunque me odies quiero que se te grave muy bien en la mente que solo yo puedo estar dentro de ti, solo yo puedo probar el dulce sabor de tu cuerpo y por más que añores el pasado eso no volverá a ocurrir eres mía tan mía como el aire que respiro.
La tomo por el cuello mientras abría las piernas para poder introducirse dentro de ella, te haré mía hasta que repitas mi nombre aun cuando estés dormida tu cuerpo y tu alma me pertenecen ya es hora que lo entiendas.
Suéltame maldito bastardo, ¿acaso no tuviste suficiente con lo de anoche?.
Ja, ja, ja
Sonrió Alessandro, eso jamás eres una mujer que haré mía hasta los últimos días de mi vida, acaso no entiendes que te amo que me has robado el corazón aun cuando tú me odies y me desprecies yo te amo.
Cómo creerte cuando siempre me tomas por la fuerza le dijo cuando sintió como se deslizaba en su interior, era imposible negarse a sus caprichos pues Alessandro era mucho más grande y fuerte, ya que el tiempo que tenía libre se la pasaba metido en su gimnasio personal que tenía en la mansión.
Su mano apretó aún más fuerte su cuello era algo que le excitaba al verla sumisa ante él incapaz de negarse a darle placer.
Ella podía decir que lo detestaba pero su cuerpo decía todo lo contrario pues estaba húmeda para él y sus pechos en puntas que dejaban ver lo excitada que está al igual que él.
Tal vez lo niegues pero tu cuerpo me desea al igual que yo te deseo, porque te niegas a darme una oportunidad de amarme tal cual soy.
Alessandro salió de su interior para darle la vuelta y quedar cara a cara y poder ver su reacción mientras respondía.
¿Acaso tú me has dado la oportunidad de elegir?, siempre me tomas asi como si fuera tu mujerzuela.
Alessandro la beso apasionadamente sin importarle lo que ella había dicho pues sabia que de darle la más mínima oportunidad de elegir ella lo abandonaría y ese era un riesgo que no pensaba correr la amaba y la quería tener para siempre a su lado.
La sujeto por las caderas y la cargo obligándola a abrirse par él y en un ágil movimiento la penetro una vez más y se adueñó de sus labios los cuales besaba apasionadamente una y otra vez para después bajar por su cuello y sin más tomo uno de sus puntas al ver que ella se arqueaba para él.
Alice era muy joven y era natural que s cuerpo reaccionar al toque de aquel hombre no era deseo era solo la reacción natural a sus bajos instintos se repetía una y otra vez.
Pero que bien se sentía su fuerte agarre y aquel deseo incontrolable con el que la embestía Alessandro a diferencia de Marcus era un hombre experto en el arte del sexo y sabía como hacerle el amor a una mujer en todas las posiciones inimaginables provocándole diversos orgasmos.
El cuerpo de Alice cedió ante aquel hombre después del primer orgasmo pues perdió la noción del tiempo entre aquellas embestidas con las cuales ella disfrutó al máximo.
Alessandro conocía a muchas mujeres y sabía distinguir perfectamente cuando una mujer fingía un orgasmo y cuando en verdad lo estaba disfrutando y su querida Alice en verdad gozaba de su sexo, eso lo hacía tener al menos una esperanza de que ella lo amara aunque fuera un poco.
Cerro las llaves de la regadera y tomo entre sus brazos el delicado cuerpo de Alice para llevarla a la suavidad de la cama donde ella accedió una vez más a que este entrara nuevamente en ella para seguir haciendo el amor.
Te amo Alice, te amo como nunca he amado a una mujer eres la única que habita en mi corazón y no me importa si te niegas a entregarme tu corazón el saberte cerca me hace feliz y quiero que tengamos otro hijo el pequeño Luka no puede estar solo el necesita tener un compañero y cómplice para poder enfrentar la vida tan dura que les espera.
Dijo eso justo cuándo Alice llegaba al clímax y él terminó dentro de ella para asegurarse de que con sus continuos encuentros ella quedara embarazada nuevamente.