El Duque de Norvandia y Arbon, Alberto, que pasaba por muchos años los 40, aún no se casaba y engendraba un heredero, algo que peligraba la conservación de su título, algo que a él no le preocupaba demacrado. Pero su vida da un giro cuando va a visitar a su gran amigo Roque y conoce a Constanza, la hija de 27 años del hombre, edad para la cual ya era considerada una solterona.
Alberto, se ve envuelto en una serie de eventos que lo llevan a desposar a la joven, sin tener en cuenta los sentimientos de Christophe, un joven mulato, hijo adoptivo del Duque, quien también tenía sentimientos por Constanza.
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capitulo 21: "Herederos"
Alberto, por su parte, en un momento, logro alejarse de su contrincante.
-¡Constanza!- exclamó, pero el hombre lo volvió a atacar y no le quedó más remedio que regresar a su lucha.
Mientras tanto, la Duquesa, seguía intentando y alcanzar algo con lo cual poder defenderse, hasta que llegó a una sartén que tenía algunas verduras dentro, la tomo y golpeó al hombre en la cabeza con mucha fuerza, tanto que la soltó de inmediato, haciendo unos pasos hacia atrás, evidentemente afectado. Ella se enderezó en la mesa tomándose en cuello, mientras tosía, pero rápidamente reaccionó y lo golpeo nuevamente, así otra vez y nuevamente. Le propinó tantos golpes, altamente enfurecida que terminó por derribarlo, y aún en el piso continuo golpeándolo. Hasta que creyó que ya era suficiente y lo dejo, ahí si, envuelta en una crisis de ansiedad y nervios se dejó caer.
justo en ese momento, levanto la mirada y pudo ver cómo Alberto atravesó con su espada al tío de Inés. Rápido corrió hacía ella, quien aún estaba en el piso, tranquilizándose.
-¿Estás bien, cariño?- pregunto desesperado, agachándose a su lado y abrazándola.
-¡Amor mío!- exclamó ella rodeándole el cuello con los brazos -Si ¿y tú? ¿Y tú estás bien?- pregunto entre besos.
En ese momento llegaron los jóvenes corriendo, tomados de las manos.
-¿Están bien?- pregunto Cristof.
-Sí.- respondió Alberto ayudando a su esposa a pararse -¿Y ustedes?- pregunto apoyando la mano en la mejilla de Inés.
-Estamos bien.- respondió la chica y él sonrió.
-¿Y Renoir?- pregunto nuevamente el Duque.
-Ya está, aunque otros escaparon, él no.- respondió el muchacho.
Inés vio a su tío y dio unos pasos hacia él, pero se detuvo al notar que aún vivía, Cristof le tomo la mano.
-Señor...- llamo Benavides al Duque con dificultad para respirar -Aún le queda un... Un enemigo... Y quizás el más peligroso...- y Alberto se acercó -Me busco en la taberna y me dio dinero para qué... Para qué nos deshagamos de todos... "Para destrozarle la vida" dijo.-
-Bueno, hombre, haz algo bien al final de tu vida y dinos quién ¿De quién se trata?- pregunto desesperado el Duque.
-De la... Marquesa de Roth.- confesó.
Todos se miraron entre sí, acto seguido Benavides murió.
Al morir el tío de Inés, Cristof partió de inmediato para ver si podía encontrar a la Marquesa, o por lo menos saber algo de ella.
Cuando regreso, fue a contarle al Duque, quien se había quedado para asegurarse de que Constanza e Inés se encuentren bien, sobre todo su esposa que fue quien se llevó la peor parte y tenía marcas en su cuello.
Le informo que la mujer había tomado todas sus joyas, dinero heredado y había subido a un barco rumbo a América.
-¡Maldita!- exclamó Alberto golpeando la mesa con ambos puños.
-Ya no se puede hacer nada, padre.- dijo Cristof más calmado.
-Pero ¿Y si regresa?-
-Estaremos preparados. De igual manera, no creo que regrese en mucho tiempo.- respondió el muchacho apoyando la mano en su hombro y él asintió con la cabeza -¿Y tú? ¿Qué novedades has traído?-
-He confirmado que Inés es mí hija.- contesto -Ella y Constanza ya lo saben.-
-Oh... Y ahora... ¿Qué harás?-
-Por ahora reconocerla legalmente lo antes posible y hacerle valer sus derechos.- el Duque se quedó pensativo por un segundo y sonrió -Me agrada mucho tener una hija, solo deseo darle el cariño que no pude antes.-
-Siempre tuviste una relación especial con ella.- dijo el muchacho devolviéndole la sonrisa -Entonces...- continuo carraspeando la garganta un poco nervioso -Si es tu hija... Ella y yo podemos...-
-¿Tú?- pregunto divertido, entendiendo a la perfección lo que el chico quería decir.
-Bueno... Si es hija de un Duque, puede... casarse con un... Marqués... ¿Verdad?- pregunto, al fin, tomando valor.
Alberto sonrió, pero se puso serio nuevamente.
-Su relación tiene mí total aprobación, pero es que... quería pasar más tiempo con ella, ahora que sé la verdad, como para afianzar el vínculo.- confesó.
-Sí, es verdad.- dijo Cristof en tono triste, así que él suspiró y le apoyo la mano de los hombros.
-Solo prométeme que nos visitaran con frecuencia y nosotros a ustedes.-
El muchacho sonrió nuevamente y lo abrazo.
-¡Gracias, padre!- Exclamó -Bueno, "Suegro".-
-Pero me la cuidas, eh.- finalizó, dándole un tierno golpecito en la mejilla.
Tiempo después, los Duques de Norvandia y Arbon despidieron a los jóvenes Marqueses luego de su sencilla boda. A pesar de la promesa de futuras visitas y de que no vivirían muy lejos, fue muy difícil despegarse de ellos, pero Cristof debía tomar poder de su título.
Una vez que se marcharon, Constanza quedó muy angustiada, así que Alberto la tomo de la mano y la llevo a dar una vuelta por el jardín.
-Será muy difícil vivir aquí sin ellos.- comento la Duquesa -Pero es un final feliz ¿Verdad?-
-No es el final, cariño.-
-La sé, pero lograron estar juntos a pesar de todo.- explico.
-Eso si es verdad.- afirmó el Duque -Yo planeaba llevarte al Río de la Plata como tanto deséabas, pero hay cosas con las que lidiar todavía.- continuo después de una pausa -Lo de las tierras de los campesinos lo arreglaremos con Cristof, pero está lo del previo del trigo, la cosecha y... No nos olvidemos de que Judith anda suelta.-
-¿Y crees que es peligrosa?- pregunto preocupada.
-No lo sé, aunque no creo que sepamos de ella en mucho tiempo.- la consoló y su esposa suspiro.
-Creo que deberé acostumbrarme a Amparo como ayudante de cámara.- comento ella con gracia para cambiar de tema -Además, creo que necesitaremos más empleados, ahora que habrá uno más...-
-¿Qué quieres decir?- pregunto su esposo frenando sus pasos.
-Esta vez me lo ha confirmado el médico.- respondió Constanza con una sonrisa y él la miro cómplice.
-¿De verdad?- pregunto nuevamente y ella sintió con efusivos movimientos de cabeza.
El Duque no pudo ocultar su alegría, la tomo entre sus brazos y giro con ella.
-Oh, lo siento.- dijo él, dejando de moverse -Tal vez sea muy peligroso.-
-ES muy pequeño.- dijo su esposa -Debo estar de unos 3 meses o un poco más, así que según mis cálculos, lo de la cocina ha surtido efecto.-
-Entonces será nuestro nuevo lugar...- dijo Alberto abrazándola sin dejar de sonreír.
Ella no pudo controlar su carcajada, luego sellaron, así, tanta felicidad con un beso.
FIN.
El Duque ya tiene su heredera 🤔🤔🤔
O tiene que ser hijos con su legítima esposa🤔🤔🤔
Y la marquezorra no se queda atrás ella tiene mucho qué ver en la muerte de su esposo y con los bandidos eso nadie me lo quita de la cabeza 🤔🤔🤔