La Novia Sustituta

Dos semanas después...

Petra se estaba preparando para salir con su esposo, iban a la boda de la prima de Bryan. Llevaba unos minutos frente al espejo, volteándose y admirando su vestido. Su cabello estaba suelto y con algunas ondas, era simple, pero elegantemente hermosa. De repente, escuchó el ruido de la silla de ruedas motorizada de Bryan acercándose.

— ¡Vaya, luces increíble! — dijo Bryan, mirándola de arriba abajo.

Petra sonrió, complacida con el cumplido.

— Gracias. Quería lucir muy bonita para ti hoy. — dice ella sin dejar de estar avergonzada, a Bryan le encantaba cuando se sonrojaba.

Bryan siguió admirando la belleza de su esposa en el vestido mientras se acercaba a ella.

— ¡Eres tan bella! Soy un hombre afortunado de tenerte a mi lado. — dijo, con una sonrisa en su rostro.

Petra sintió que su corazón se calentaba ante las palabras de Bryan.

— Tú también te ves increíble, y soy muy afortunada de tenerte a mi lado. — dice ella sonriendo.

Bryan detiene su silla junto a Petra y ella se sienta en su regazo, le da un beso y se sonríen.

— Mira lo perfectos que somos juntos. — dice Petra mirándose al espejo.

Se miraron juntos a través del espejo, admirándose en un amoroso silencio. Para Petra, no había mejor manera de sentirse hermosa que en los ojos de Bryan. Y para Bryan, no había mayor placer que alabar a su bella esposa.

— ¿Vamos cariño? — pregunta, acariciando la mejilla de Petra. Ella sonrió y asintió.

Así que Bryan salió manejando su silla con Petra en su regazo, ella sonreía feliz, estaba feliz.

. . .

La boda fue hermosa, Petra que estaba sentada al lado de Bryan, termino llorando. Petra siempre soñó con una hermosa boda por la iglesia, una hermosa fiesta, un hermoso vestido y, además, casarse con alguien a quien amaba mucho. En cambio, se casó, por obligación, en un hospital, con un vestido feo y un esposo en coma que no conocía.

Bryan observó a Petra durante toda la boda, solo por la forma en que sus ojos brillaron en la escena de la boda de su prima, supo que ese era el deseo de Petra. Tal vez podrían casarse, ahora, por amor más que por obligación.

Después de la boda, procedieron a la fiesta, que se celebraría en una casa de fiestas alquilada no muy lejos. Pasaron unos diez minutos para que todos estuvieran allí. La decoración era sencillamente espectacular, todo a un alto nivel.

Petra miró todo con atención, todo tan lujoso que la incomodaba un poco.

— A Alice le gusta presumir. — Bryan dice, estrechando la mano de Petra. — Su esposo, Justin, es el que no le gusta mucho, sin embargo, terminó cediendo al pedido de su esposa y haciendo todo como ella quería.

— Está bien, es tan hermoso. — dice Petra. — Me encantaron las flores y toda la decoración.

El lugar es realmente hermoso, todos los invitados quedaron encantados.

— ¿Quieres algo de beber? — pregunta Bryan.

— Sí, algo sin alcohol. — dice Petra.

— Está bien, vuelvo enseguida. — dice saliendo.

Petra junta sus manos frente a su cuerpo y mira a su alrededor, se siente tímida y fuera de lugar en medio de toda esa gente, como ella nunca iba a fiestas así, su padre nunca le permitía salir a fiestas.

— ¿Estás perdida, hermanita? — Petra escucha la voz enferma de su hermana y pone los ojos en blanco.

Cuando Petra se da la vuelta, se sorprende al ver a su hermana del brazo del mismo hombre que estuvo en su casa hace unos días, si no se equivocaba, su nombre era Logan.

— ¿Qué quieres, Emma? — pregunta Petra.

— ¿Perdiste tu educación? — dice Emma sonriendo, casi rezumando veneno por la comisura de su boca.

— No, simplemente no creo que sea necesario usarlo contigo. — dice Petra tomando su cabello que estaba sobre sus hombros y echándolo hacia atrás, con postura.

— Has cambiado mucho, pero nunca dejarás de ser esa niña asustadiza. — dice acercándose a Petra, dejando a Logan solo mirando.

— Y nunca dejarás de ser una perra sin escrúpulos, egoísta y ensimismada. — dice Petra. — Ahora, si me disculpan, voy a buscar a mi esposo.

Entonces Petra se va dejando a Emma escupiendo fuego. A Emma le encantaba el hecho de que siempre humillaba a Petra y decía lo que quería, sin que Petra tomara represalias, pero ahora, Petra ya no bajaba la cabeza y respondía a las provocaciones recibidas.

Petra se acerca a Bryan, que sostenía dos vasos mientras hablaba con Anton, su padre, pero antes de que ella se les acercara por completo, Anton se marcha rápidamente, sin embargo, antes de mirar a Petra con mala mirada.

— Tu bebida. — él dice. — perdón por la demora, tu padre vino a hablar y terminó tomándome mi tiempo.

— ¿Qué quería él? — pregunta Petra con curiosidad mientras toma un sorbo de su bebida.

— Nada, aburrido asunto de la empresa. — dice Bryan. — vino a quejarse conmigo, su padre es un fastidio.

— Tengo que estar de acuerdo. — dice Petra y sonríen.

— ¿Está gustando? — pregunta Bryan.

— Es genial, me encanta la música. — dice Petra apreciando la música suave que sonaba alrededor, era acogedor, a pesar de que ese ambiente no era tan agradecido para ella, Petra lo disfrutaba. — la bebida es genial, estoy segura de que la comida también lo es, estoy deseando cortar el pastel.

Petra susurró como si fuera un secreto y Bryan sonrió de acuerdo con ella. Eran como dos niños planeando en secreto robar los dulces antes de la fiesta.

— Voy al baño. — Petra dice después de un rato, ya se había tomado unos vasos de bebida, que era dulce y sin alcohol, parecía jugo, pero sabía que no lo era.

— ¿Quieres que vaya contigo? — pregunta Bryan.

— No, vuelvo enseguida. — dice Petra.

— El baño está al final de este pasillo. — dice Bryan, señalando uno de los pasillos a su derecha. Petra asintió y se fue.

Su viaje al baño fue rápido, con una parada frente al espejo para arreglar su cabello que estaba un poco desordenado. Cuando llegó al pasillo y comenzó a caminar hacia el salón de baile, vio a su padre, que la estaba esperando.

— Ahí tienes. — Anton dice caminando hacia Petra.

— ¿Qué deseas? — dice Petra.

— No te hagas el tonto, lo sabes muy bien. — Anton dice, Petra lo mira confundida. — estás tratando de tomar mi parte de la empresa, Bryan está transfiriendo varias acciones de la empresa a tu nombre, las que se suponía que eran mías.

— ¿Qué? — pregunta Petra en estado de shock.

Anton agarró el brazo de Petra y la empujó contra la pared.

— Estás engañando a tu familia, bastarda desagradecida. — Anton grita, Petra se estremece. — Hablas mal de mí y de tu hermana, pero eres peor que nosotras. Pero quiero que hables con tu marido idiota y lo convenzas de que vuelva a poner las acciones a mi nombre.

— Yo no voy a hacer eso. — dice Petra gritando. — Tú y la serpiente de Emma no os merecéis nada.

Petra vio todo a cámara lenta, su padre levantando el brazo para abofetearla, ella optó por esperar el impacto, sin embargo, no llegó.

Cuando abrió los ojos, la conmoción fue aún mayor. Bryan estaba de pie junto a ella mientras sostenía el brazo de Anton y lo miraba.