Dulce una mujer que nunca quiso ser madre pero que la vida le dio un cambio de 80 60 grados encontrándose con Amy una niña huérfana que le robó el
Corazón de inmediato a tal punto de quererla como su hija cambiándole su mundo entero un amor que surgió entre ellas para Amy dulce es su mamá y para dulce Amy es su hija pero su felicidad se verá afectada por la llegada del papá de Amy Máximo un alfa despiadado que no le importa lo que tenga que hacer para encontrar a su hija sin importar a quien tenga que lastimar en el proceso un hombre que lo único que le importa es encontrar a su hija sin importar ensuciarse las manos en el proceso.
¿Que pasará cuando las encontré ?
—Yo soy el padre de Amy dame a mi hija
—Eso jamás Amy es mi hija y nunca te la daré
La hija del alfa es mía
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(Se que en el título dice hijo pero es niña aunque diga el hijo del alfa es mío trata de una niña )
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Cada vez más cerca de la verdad
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Máximo
Después de recibir esa llamada fui inmediatamente. Hace años que no había un ataque a mi manada. Esos malditos chupa sangre me las van a pagar. Me estoy volviendo loco: ya han pasado semanas y no sé nada de ella. Fui varias veces a su departamento y nunca la encontré. Estoy desesperado por no saber de ella. Es loco, pero cuando estaba con ella no me sentía tan solo. La última vez que fui a su casa, mi hermana Max me acompañó. No tuvimos suerte.
Estábamos en el parque cuando escuchamos a alguien gritar. Fuimos rápidamente y encontramos a la amiga de Dulce tirada en el piso. La ayudé a levantarse, y nos dijo que se habían llevado a su hija. Mi hermano fue tras el tipo, mientras yo me quedé con ella. Por lo que pude ver, tenía un esguince. Minutos después apareció mi hermano con la niña en brazos. La pequeña, desde que vio a su madre, se lanzó a sus brazos.
Nos ofrecimos a acompañarlas a la policía a levantar la denuncia. Luego, la chica me agradeció y me habló de Dulce. Me dijo que estaba viviendo en la casa de su padre con su hija. Me dio su número y la dirección.
Después de salir de allí, me informaron que mi manada estaba siendo atacada. Sin más, nos transformamos. Cuando llegamos, descubrimos que eran unos lobos exiliados que querían aprovechar que, según ellos, yo estaba débil.
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Doroti
—Alfa, acabo de llegar de viaje, pero me informaron que desde hace días desea verme. Lo siento mucho por la desaparición de la pequeña Amy. Si hay algo en lo que pueda ayudar, solo dígamelo.
—Así es, quiero verte para consultarte algo, pero eso será después. Ahora necesito que hagas un hechizo de protección para la manada. Hemos estado recibiendo muchos ataques.
—Está bien, Alfa. Me reuniré con mi aquelarre. Es un hechizo fuerte, pero a más tardar en unas horas estará listo. ¿Desea algo más?
—Sí. Quiero preguntarte algo, pero más tarde. Ahora debo atender asuntos urgentes de la manada.
—Lo entiendo. Pero después de terminar el hechizo, me iré de nuevo. Hay asuntos que debo solucionar… y para eso necesito recuperar mi vida.
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Qué extraño... después de decirme eso, se fue. Bueno, tendré que esperar, porque Doroti es la única en quien confío para contarle lo que me está pasando.
No tenía nada que hacer. Mis padres estaban de viaje y mis hermanos de fiesta. Salí a dar una vuelta lejos de mi manada. Estaba en el parque cuando comenzó a llover. Estaba disfrutando la lluvia cuando sentí el olor de Dulce. Pensé que era mi imaginación… pero el aroma se hizo más intenso. No me equivoqué. Era ella.
Iba caminando rápido, casi corriendo, cuando tropezó. Fui rápido e impedí que cayera al suelo. Al levantarla, la tenía frente a mí, con un brillo en los ojos que nunca había visto. No sé qué me pasó, pero la besé. Al principio ella se resistió, pero poco a poco fue aceptándolo. Fue mágico.
Esa mujer despierta cosas en mí que creía haber perdido… y eso me asusta.
Corrimos por todo el parque tratando de escapar de la lluvia. Ya había pasado una hora y aún no dejaba de llover… ni nosotros de besarnos. Después de tanto, caímos en la realidad y nos separamos al mismo tiempo. Ella se fue corriendo y yo fui tras ella. Vi que su coche estaba descompuesto. Me ofrecí a llevarla, lo cual aceptó con algo de pena.
El camino fue silencioso, pero no incómodo. Al llegar a su casa, me invitó a pasar para secarme. Apenas entré, sentí una paz inmensa. No puedo explicarlo, pero me gustó. Ojalá no tuviera que irme nunca.
De pronto, me llegó a la mente mi hija, y la tristeza me invadió. Mañana cumple cinco meses… y hace dos que no está conmigo. Sentí que el mundo se me caía encima. Limpié mis lágrimas cuando escuché pasos venir.
Sorpresa me llevé al ver quién estaba allí: ¡la bruja más poderosa! Pensé que había muerto hace años. Era la madre de Doroti, antigua líder del aquelarre. Me reconoció de inmediato. Iba a decirle algo, cuando apareció Dulce con unas toallas y ropa seca.
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Dulce
Cuando me di vuelta para ver quién me había salvado de caer, no lo podía creer: era Máximo. Sentí algo raro, una necesidad de besarlo… y él sentía lo mismo. Nos besamos. Mi parte racional me decía que no, pero apagué todos mis sentidos y me dejé llevar como hace mucho no lo hacía. No me importó la lluvia ni nada. Estuvimos corriendo y besándonos por más de una hora. Nunca me había sentido así. Fue tan mágico que nos hizo olvidar todo.
Cuando recuperamos la razón, me dio mucha vergüenza y salí corriendo, pero él me alcanzó y se ofreció a llevarme. No tuve opción, acepté. El camino fue silencioso, pero no incómodo.
Al llegar, lo hice pasar para que se secara. Quería ver a mi hija, pero antes debía secarme.
—Máximo, toma. Puedes cambiarte en la habitación de invitados.
—Mi niña, ¿por qué están empapados? Mejor no pregunto. Les voy a preparar un chocolate caliente… y como le gusta a mi niña, con masmelos.
—Gracias, nana. No se te ha olvidado. Y antes de que te vayas, déjame presentarte a Máximo Müller. Él es… mi superhéroe. Siempre aparece cuando más lo necesito.
—Y Máximo, ella es mi nana. Ha sido más que una madre para mí.
Después de presentarlos, fui a cambiarme rápido. Necesitaba estar ya con mi bebé. Entré a su habitación sin hacer ruido. Estaba dormida… un verdadero ángel.
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Máximo
Nunca imaginé que la bruja más poderosa estuviera trabajando como nana. Esta chica tiene que ser muy importante para que Doris cuide de ella. Ahora que lo pienso… Dulce y Doroti tienen cierto parecido. Si no fuera porque conozco a Doroti desde hace años, diría que Dulce es su hija. Algún parentesco deben tener. Todo esto despierta aún más mi curiosidad. No sé qué relación tenga con las brujas, pero lo voy a descubrir.
—Alfa Máximo, nunca imaginé que usted fuera el “superhéroe” de mi niña. Le estoy muy agradecida por haberla salvado. Pero quiero que me sea sincero: ¿ella sabe de su verdadera naturaleza?
—Qué gusto verte de nuevo, Doris. Hace años que no sabía nada de ti. Pensamos que habías muerto. Y no, Dulce no sabe nada. A pesar de haber estado en la manada, desconoce la existencia de seres sobrenaturales. Supongo que tampoco sabe nada del tuyo. Me intriga saber por qué una bruja tan poderosa trabaja como nana.
—Alfa, son tantas cosas que usted no sabe… secretos que muy pronto saldrán a la luz. Tuve que ocultarme por muchos años. Y sí, estás en lo cierto: ella no sabe nada. Bueno… no del todo. Tiene recuerdos bloqueados. Lo hice por su bien. Mi niña… es especial.
—Lo supe desde el primer momento. Te daré tu espacio. Cuando creas que es el momento, le contarás todo. Pero te seré sincero… todo esto me causa mucha intriga. Todo lo que rodea a Dulce me confunde.
—¿Por qué lo dices?
—Te lo diré, porque eres de confianza. Solo a Doroti pensaba contarle esto, pero se fue, y estoy confundido. No sé si lo sabes, pero hace 4 meses mi mate, Emely, murió dando a luz a mi pequeña Amy. A Dulce la conocí el mismo día que se robaron a mi hija. Estábamos en la misma fiesta. Estaba por salir cuando percibí un aroma a menta y lavanda. Mi lobo tomó el control. Me acerqué a ella… y olfateé su cuello. Luego volví en razón, la aparté y huí al bosque.
Al principio pensé que me había alterado por el parecido del aroma al de Emely… menta y rosas. También su voz era parecida. Pero hoy, cuando la besé… sentí cosas que creí que nunca volvería a sentir. Cuando estoy con ella, siento una paz que no sé explicar. Y por un instante, siento que mi hija está en un lugar donde la aman tanto como yo. Eso sentí al entrar a esta casa.
Estoy muy confundido. Si no hubiera encontrado a mi mate, creería que Dulce lo es. Pero ya tuve a mi mate… y murió. Doris, ¿puedes ayudarme a entender qué me pasa?
—Gracias por confiar en mí. Y no te equivocas: mi niña es especial. Investigaré por qué. Pero te pido algo: hasta que estés seguro de lo que sientes, no juegues con su corazón. Y por favor, guarda el secreto… aún no es momento de que lo sepa. Primero, necesita conocer muchas verdades. Y… Alfa, si sientes que tu hija está en un lugar seguro, es porque en verdad lo está. Tu hija está más cerca de lo que crees. Tu hija está…
Andrea
—¡Hola nana! ¿Y Dulce? Salió hace rato del departamento de Lucy y no responde… su celular va directo al buzón. ¿Saben algo de ella?
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