En un reino de poder y pasión, donde la lealtad se compra y se vende, y el amor es un lujo peligroso...
Zared, un joven alfa valiente y astuto, emerge como el salvador de Astrum después de una batalla épica contra el enemigo.
Su victoria lo convierte en el general de la Brigada de Caballeros Negros y lo pone en el centro de una compleja red de intrigas y alianzas en la corte real.
Con un corazón lleno de dolor por la pérdida de su amigo y hermano de armas, Lyrien, Zared se ve obligado a navegar las aguas turbulentas de la política y sus propios deseos.
En la fiesta de mayoría de edad de los príncipes del reino, Zared se encuentra face a face con sus futuros rivales y posibles amantes: los príncipes Cassian y Ryker, lobos con piel de oveja que esconden secretos y pasiones detrás de sus sonrisas encantadoras.
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Capitulo 20
A la mañana siguiente, los hermanos se reunieron con Zared en su oficina, para discutir qué harían a partir de ahora para que el alfa pudiera ascender a rey.
—Entonces, ¿qué se supone que tenemos que hacer? —preguntó Cassian.
—Por ahora, ustedes se encargarán de hacer todos los trámites y averiguar si realmente es necesario que el siguiente sucesor a la corona sea un alfa puro —respondió Zared.
—¿Y cómo haremos eso? —preguntó Cassian.
—Buscarán en el historial de la familia real y la creación del reino, los libros revelarán si el comienzo de todo, allí sabremos si el primer gobernante o el segundo eran alfas.
—¿Y cómo haremos eso, nuestra madre no quiere que visitemos el castillo y nosotros tampoco queremos verla? —dijo Alaric disgustado.
—No hace falta que vayan al castillo, pueden ordenar que les traigan los libros o verlos en la biblioteca real, su padre no les prohibirá la entrada —dijo Zared.
—Está bien —dijo Cassian.
—¿Y tú qué harás? —preguntó el omega.
—Su padre me nombró capitán general, es un rango muy alto, pero por el momento me encargaré de enseñarle a los jóvenes y para ganarme su respeto y el del pueblo decidí inscribirme en el torneo de batalla del reino.
—Pero ese lugar es la muerte o sales muy herido, no queremos que estés en un lugar muy peligroso —dijo Alaric.
—Les recuerdo que estuve en el campo de batalla donde matar es la única manera de sobrevivir —dijo Zared.
—Pero han pasado varios años, las personas ya no son como antes, ¡quién sabe qué trucos sucios hacen para ganar! —dijo Alaric.
—Está bien, estaré bien, el torneo será dentro de tres semanas, pondré en forma mi cuerpo y volveré a luchar —dijo Zared.
—Ok —dijeron los omegas no muy convencidos.
Los días pasaron y Zared se preparaba para el torneo, los omegas en cambio buscaron en toda la biblioteca y milagrosamente hallaron registros del pasado de su familia.
Esa tarde, después de dos semanas de entrenamiento, el alfa se reunió con los omegas en su oficina para hablar de los hallazgos de su familia.
—¿Y qué encontraron? —preguntó Zared.
—Según el árbol genealógico de la familia, hubo reyes que fueron omegas masculinos ,solo fue en el segundo reinado, después de ahí ascendió un tirano alfa, su reinado formó parte de la crisis y de la pandemia en el siglo XXXX,
después ascendieron dos parejas de omegas, su reinado rehabilitó el reino y lo estabilizó, pero desgraciadamente no duró mucho ya que la opinión de los consejeros y de los demás duques del congreso,
fueron machistas con ellos, provocando su muerte, después de ahí la línea familiar fueron todos alfas, pero no hay ninguna ley que prohíba que un alfa que no es puro ascienda al trono —dijo Cassian.
—Entonces ya sabemos que tanto ustedes como yo podemos ascender al trono —dijo el alfa.
—Sí —dijo Alaric—.
—Pero el alfa o omega que ascienda debe ser familiar de sangre o ser la pareja del descendiente de sangre —continuó Cassian.
—Está bien, cumplimos con esos requisitos —dijo Zared.
El alfa sonrió al ver lo que habían logrado sus omegas, pero con cansancio bostezó.
Cassian y Alaric miraron a Zared, que parecía querer dormir, los ojos del alfa se cerraban solos, tal vez era porque su cuerpo no estaba acostumbrado a levantarse tan temprano.
—¿Quieres tomar una siesta, Zared? —dijo Cassian.
El alfa abrió sus ojos medio dormido y habló:
—Está bien, solo que estas semanas me he sentido con sueño y cansado —dijo Zared.
—Seguro, tal vez dormir un poco sea mejor para tu cuerpo —dijo Alaric.
—Está bien, ustedes continúen hablando —dijo Zared.
—Está bien —dijo Alaric.
El omega continuó hablando y Zared se apoyó en su asiento, los ojos del alfa poco a poco comenzaron a cerrarse, hasta que se cerraron por completo.
Cassian, que miraba a su hermano, después de terminar de hablar, los omegas miraron a su pareja, se había dormido por completo.
Ambos ayudaron al alfa y lo recostaron sobre el sillón.
El alfa dormía profundamente, que no se había dado cuenta de que lo habían movido de lugar.
—¿No te parece raro que últimamente duerma mucho y que esté cansado? —dijo Alaric.
Su hermano lo miró y asintió.
—Es cierto, Camelia también está preocupada, últimamente Zared come demasiado y siempre está pidiendo frutillas —dijo Cassian.
Tanto Cassian como Alaric estaban preocupados por la situación de su esposo, aunque para ellos tal vez el alfa se estaba exigiendo demasiado.
