¿Inocente O Culpable?

El abogado Diego Farías hizo todo lo posible por sacar a Kelly de la cárcel. Dos días después salió en libertad por falta de pruebas.

Los tipos a los que les pagó no fueron encontrados.

Kelly decidió poner tierra de por medio y se largó a otro lugar a vivir.

Jamás la volvieron a ver.

Sheila encontró lugar en la competencia de "la noticia".

Ese periódico no era tan bueno como "la noticia", pero al menos le daba para poder mantenerse.

.

.

Alison fue solicitada por Sofía, quería hablar con ella, pero ella no quería regresar a ese lugar no le gustaba para nada el ambiente de una prisión. Y menos quería estar junto a Sofía que le causaba mucho temor.

Sin embargo, había algo en Sofía que le decía que ella era inocente.

Esa noche lo platicó con Igor.

¿Cómo ves que Sofía quiere verme?, le dijo Alison tratando de encontrar un apoyo en él.

Tal vez quiera decirte algo importante, ¿irás?

No lo sé, tengo miedo de volver a ver a esa mujer.

Mi amor, si ella hubiera querido hacerte daño ya lo hubiera hecho, ¿no crees? Además, ¿qué más puede perder si está en la cárcel? Si quieres, te puedo acompañar. Y si no quieres ir no pasa nada, tampoco me voy a enojar. Sabes que yo te apoyo en todo lo que decidas.

Lo sé, mi amor, pero por lo pronto no quiero pensar en eso, la sola idea de ver a esa mujer me aterra.

Entonces, ven aquí.

Igor empezó a besarla. Sus manos parecían tener alas, volaban por todo el cuerpo de ella. A cada caricia que Igor le prodigaba Allison soltaba un pequeño gemido. Eso hacía que Igor se excitara más.

Igor la cargó y la llevó a la alcoba nupcial. La despojó de toda la ropa e hizo lo propio.

Todo el ambiente se llenó de gemidos de placer y grititos.

.

.

Al día siguiente, Alison ya había tomado una decisión.

Está bien amor, iré, pero voy a ir sola.

¿De verdad no quieres que te acompañe, amor?, le dijo Igor acercando su boca a la de ella.

Estaré bien, no te preocupes.

Alison le dio un beso en la boca.

Igor correspondió a su vez dándole una palmadita en las pompas.

Alison se separó temiendo que volvieran a caer en la cama.

Discúlpame, amor, necesito ir temprano para que no se me haga noche de regreso.

Ándale, pues, cualquier cosa me llamas.

Desde luego, tú vas a ser el primero.

Pero justo cuando iba llegando al reclusorio un auto le salió al encuentro.

Era Sheila que se puso en su camino.

Sheila, ¿qué haces aquí?, hazte a un lado necesito pasar.

No te voy a dejar pasar, ahora es necesario que hablemos; sal del carro y vamos a hablar, pero muévete.

Al menos deja que me estacione.

Está bien, pero mucho cuidado con hacer algo sospechoso porque mueres en el instante. Ya me cansé de tus chiflazones.

Alison se estacionó un poco más adelante seguida de Sheila que también se estacionó.

Bueno, Sheila, ¿qué es lo que quieres?

Por tu culpa me corrieron del trabajo, si le hubieras dado esos papeles a Kelly nada de esto estuviera pasando.

Entonces sí es verdad que tú mandaste a Kelly a sabotearme, querías que ella me matara, ¿verdad?

Yo no la mandé a matarte esa decisión fue tomada por ella misma. Lo único que yo quiero es que me entregues los papeles de los datos que sacaste de Sofía.

Cómo comprenderás no tengo los datos en este momento los tengo en una caja de seguridad tendrás que esperarme.

¿Qué te parece si mejor vamos en este momento las dos y sacas esos papeles de la caja de seguridad y me los entregas?

Tú no das brinco sin huarache, ¿verdad? Está bien, si no me queda de otra...

Claro que no te queda de otra, nos iremos en mi coche. Tú manejas y más te vale que no hagas nada sospechoso no quisiera matarte eres un buen elemento.

Ni tan buena para que me hayas despedido.

¿Ya se te olvidó que fuiste tú la que renunció?

Prácticamente, me obligaste al no querer hacer ese maldito reportaje.

Y mira lo que son las cosas, al final de todos modos voy a ser la dueña de tus escritos.

Está bien, son solo papeles, ¿crees que no tengo la capacidad para escribir otras historias?, dijo Alison segura de sus palabras.

Yo sé que tienes la capacidad, pero otra historia como esta no creo que se vuelva a dar.

Como esa y como otras más; yo puedo hacer cualquier historia porque a mí sí me da. En cambio, tú eres un pelele que no sabes hacer nada más que robarte las ideas de otras personas.

Sheila le dio una cachetada a Alison.

¿A quién le dices pelele, imbécil? Yo soy una persona muy eficiente e inteligente, soy graduada en técnica de la comunicación.

Y aún así eres capaz de robarte mis historias, dijo Alison sobándose la mejilla con la mano pintada.

No me estoy robando nada, piensa que le haces un favor, ya no al periódico sino a mí que pienso abrir una empresa nueva de historias.

Pues si piensas hacer eso crea tus propias historias, ¿por qué robarte las mías?

Deja de hablar y vamos por esos papeles.

Cuando llegaron al banco la dependienta reconoció de inmediato a Alison.

Hola, ¿va a guardar algo más? Le dijo muy amable.

No, vengo a sacar algo.

Está bien, pase. Sheila iba a pasar con ella, pero la dependienta le franqueó el paso. Lo siento, solo puede entrar la propietaria.

Alison sacó una carpeta que tenía en su bolsa cuadrada. Ahí tenía otra historia no tan buena, la tenía como opción, por si algo saloa mal; esa es la que pensaba darle a Sheila, después de todo no le había gustado. Le había puesto por título, "la historia de Sofía" para despistar a sus enemigos.

Después de todo no era una tonta.

Sonrió para sus adentros, "la sorpresa que se va a llevar".

Rato después salió del banco con un aire de superioridad.

"No crea esta estúpida que le voy a regalar mi trabajo", pensó.

Aquí está y grábate bien en la mente que esto que haces no es legal.

Está bien, y te advierto que si hablas una sola palabra de esto no te la vas a acabar, te pienso buscar hasta el fin del mundo y no te va a gustar lo que haga contigo.

Claro, solo puedes arreglar eso con amenazas y pistolas, pero no eres capaz ni siquiera de matar una mosca, eres una inepta. Pobre calavera.

Sheila salió de ahí sin hacerle caso a Alison, iba completamente complacida con el resultado.

Alison la observó con una sonrisa en su rostro.

Tomó un taxi y se fue de nuevo hacia el reclusorio.