La Hermana De La Villana

En el palacio Alida se encontraba tomando clases de etiqueta, cuando la clase terminó decidió volver a la mansión, en el camino para salir del palacio, la dama de Alida observo como a lo lejos Cora se encontraba tomando el té junto al príncipe Káiser.

 - Que descaro.- menciono, esa muchacha no sabrá de decencia como puede estar a solas con un hombre ya comprometido.

 - ¿Qué ocurre Laura?.- pregunto Alida confundida.

 - Mire, el príncipe se encuentra solo con leydi Cora, que descaro la de esa muchacha.

Alida miró en dirección a donde señalaba su dama, era verdad el príncipe se encontraba con Cora, pero le resto importancia pues no pelearía por un hombre a quien no ama, cuando estuvo a punto de marcharse de lugar Cora la llamo, pues está había notado de su presencia y se acercó a ella.

 - Leydi Alida, no vaya a pensar mal el príncipe y yo solo somos amigos.-

 - No se preocupe, si quiere manchar su reputación no es problema mío.- respondió con indiferencia.

Cora se molestó por el comentario y cuando vio que el príncipe se acercaba comenzó a llorar, Káiser al ver esto se apresuró a llegar en dónde se encontraban las dos jóvenes.

 - Alida que fue lo que le hiciste a Cora.- pregunto molestó y abrazo a Cora tratando de consolarla.

 - No le hice nada, solo le mencioné que no me importa lo que usted y ella hagan.

 - Majestad Alida me dijo que yo estaba manchando mi reputación al juntarme con usted.- menciono aún sollozando.

 - Cómo fuiste capaz de decir algo así.

 - ¿Acaso no es cierto?, una joven que está sola con un hombre comprometido generaría habladurías que mancharían la reputación de cualquier muchacha.- menciono tratando de marcharse de lugar, pero Káiser la sostuvo del brazo.

 - ¿Qué estás insinuando?.

 - Yo no insinuó nada, solo digo lo que veo.

Esto molestó al príncipe Alida en pocas palabras insinuaba que él tenía una aventura con Cora, sin pensarlo aventó a Alida al suelo, Alida se levantó no generó alboroto ni mucho menos sollozo más, por el contrario, se levantó siendo ayudada por su dama, y decidió marcharse del lugar.

 - No creas que por estar comprometida conmigo llegaré a apreciarte.- Alida se detuvo y sonrió irónicamente.- Y sabes que tienes razón, hubiera preferido comprometerme con Cora.

 - Si es así anule nuestro compromiso y comprométase con leydi Cora, me haría un gran favor.- menciono sin siquiera verlo y se marchó ya no quería estar en ese lugar.

Káiser vio marcharse a Alida pero prefirió quedarse junto a Alida, si estuviera en sus manos anularía su compromiso con Alida.

 - Majestad es verdad lo que usted mencionó?.- pregunto Cora con un leve sonrojo.

 - Claro que lo es, si estuviera en mi poder usted sería mi futura reina.- menciono mientras agarraba las manos de Cora.

Todos los sirvientes vieron tal escena, muchos de ellos apreciaban a Alida, ya que siempre los trataba con amabilidad, querían ayudarla pero tenían temor a perder su empleo.

 - ¿señorita se encuentra bien?.- pregunto Laura preocupada pues desde que salieron del palacio Alida empezó a cojear.

 - Si no tienes por qué preocuparte.- respondió, no permitiría que nadie la vea vulnerable.- Laura quiero que lo que paso no se lo mencionaras a mis padres.

 - Pero señorita.

 - Por favor, siento que mi padre está preocupado por algo, no quiero agregarle otro problema.

 - Está bien.- dijo resignada.

Alida se subió al carruaje para volver a la mansión. En cambio, en la mansión del ministro este se mostraba molestó pues su nieto no logro su propósito el cual era enamorar a Nadia.

 - Abuelo cálmate.

 - Como puedo calmarme, si no enamoras a Nadia, no podrás llegar a ser rey.

 - No comprendo por qué es tan importante que me case con esa joven.- pregunto pues aún no comprendía del todo el plan de su abuelo

 - Cuando te cases con ella, podré desacerarme del duque y toda su riqueza será tuya de ese modo podremos hacer un golpe de estado, por eso debes de ganarte su corazón.

Finnian por fin había comprendido pero aún tenía una duda que ocurriría con su primo.

 - Abuelo, ¿qué ocurrirá con mi tía y Káiser?.

 - Los eliminaremos al igual que toda la familia real, tu tía aún sigue pensando que estoy de su lado.- sonrió con burla su sobrina era tan tonta y utilizará eso para llegar al poder.

Finnian posterior a la charla de su abuelo decidió ir a su alcoba y se recostó en ella, cuando cero los ojos la imagen de Nadia observando las flores se le vino a la mente, era muy linda además un tanto agresiva. Esa mezcla de delicadeza y carácter lo intrigaban muchísimo, estaba decidido, la conquistaría a cualquier costo.

En la mansión Goldwyn, Nadia se encontraba en su habitación pensando en como saldría de la mansión pues debía de ir a ver a Lucían y comentarle lo ocurrido con el ministro y su padre, pero cuando pidió permiso de salir su petición fue negada, pues ya era muy tarde. Al escuchar que un carruaje llegaba a la mansión Nadia corrió a la entrada esperando a Alida, al verla se acercó a ella pero noto que su hermana estaba cojeando algo que la preocupo.

¿Alida que te ocurrió?.- pregunto preocupada.

Solo caí, y creo que me lastime el tobillo.

Hay que llamar al médico.

No es necesario, me ayudas a llegar a mi habitación.

Claro.- respondió ayudando a su hermana pero algo le decía que no se había tropezado como dice.

Luego de llevar a su hermana a su habitación y untarle una pomada para que mejore, al salir le pregunto a Laura que fue lo que le ocurrió a su hermana al inicio Laura estaba reacia a responder pero luego de insistir respondió contándole todo lo ocurrido en el palacio.

Ese bastardo.- menciono molesta.

Señorita por favor no le diga a su hermana que se lo mencioné.

No te preocupes no le diré nada.

Nadia estába preocupada por Alida debía de hacer algo para que el compromiso se anule, pero ya estaba pensando en algo menos peligroso, solo necesitaba que Lucían la ayude.