Un viejo enemigo altera la paz y tranquilidad que Bonnie construyó cuando se mudó, ella y su madre están más unidad luego de saber que su hija estuvo apunto de morir. Los amigos de Bonnie, están en constantes discusiones para saber si la buscan o no. Theo y Jia se encuentran con Bonnie e intentan sabotearla. Samantha (Samuel) esta decidida a buscar de nuevo a Bonnie y ganar de su confianza, no quiere volver a perderla.
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Amenazas y Cumpleaños.
—No quiero obligarte a nada pero... — vuelve a respirar profundo. — Necesito que estaba, no discutas y hagas lo que te pido, sin conflictos, sin discusión, sin peros... —
Aprieto los dientes, al saber que tendría que quedarme en casa, pero adoro cuando ella me cuida, durante el día estaría encerrado en la casa esperando a que ella llegara cansada a la casa luego de un duro día de trabajo. Mientras que por la noche, y solo a veces tendríamos relaciones, para no discutir y seguiremos siendo una pareja en donde la una ellas, está en peligro constante.
—Está bien, prometo quedarme... Pero quiero saber una cosa. — antes de continuar ella me besa.
—Dime. —
—¿Podrás conseguirle los videos de las cámaras del edificio de PPP...? — ella se quedó mirándome, suspiro agachando la cabeza.
—Está bien, hablaré con Kuan-Yin mañana y veremos qué pasa. — eso llegó a consolar un tercio de mis dudas.
—¿Qué quieres comer? — pregunte luego de besarla en los labios.
—Ahora... — se acerca, para pasar su lengua por los labios. — A ti. —
No deje que se saliera de control, sé que somos pareja ahora, pero nunca supe poner límites ahora me siento drogada, como si estuviera bajo el efecto de alguna droga o efecto afrodisíaco. O solo es parte de la atracción que siento por ella, cada vez siento ese cosquilleo.
Las damas fueron pasando al igual que los días, pero eso no cambia en nada ahora que en mi nueva rutina de levantar casi a las 12 del medio día se volvió fundamental. A veces solía hablar con Lan Fen y Mei-Mei, pero Kuan-Yin, no quiero responder a mis mensajes. Es normal que no quiera hablar conmigo, luego de estar por casi 1 mes sin hablar entiendo que esté molesta.
Una mañana como cualquiera de las anteriores, el timbre de la casa me despierto sobresaltará y camino a la puerta, viendo una sombra frente a la puerta. Me armé de valor y abre la puerta, me sorprendió al ver que es Brandon junto a Hansol, Luka y Chris, con un pastel y globos.
Ese día me había olvidado de mi cumpleaños. Realmente lo olvidé. Cada uno me abrazo como si no me viera durante años, menos Brandon él solo me entregó la caja con el pastel dentro. No suele demostrar mucho cariño.
—Feliz cumpleaños, traumada. — sin importarme nada lo abrazo.
—Gracias hermano mayor. — este corresponde a mi abrazo.
—De nada. —
Sé muy bien que estés día no estaría sola, pero tampoco estaría con las personas que quiero, Mei-Mei, Kuan-Yin, Lan Fen y en especial mi madre, ella no me había llamado, mucho menos mandado un mensaje. Supongo que papá la debe estar agotando. Esperaré a que llegue la noche para hablar con ella.
Entre risa y foto, Luka y Chris hacen videos cortos y sacan fotos en cada momento, pero el ambiente y la tensión entre Hansol y Brandon es tan evidente que solo puedo sonreír y saber que entre vos se buscan, ahora que ellos lo sepan es un misterio.
Me levanto para ir a la cocina y siento que uno de ellos me sigue, busco algunas servilletas y una gaseosa, volteo y veo a Brandon parado, queriendo tronar sus dedos pero no truenan.
—Tienes que aclarar todo o terminarás peor que yo. — él me sonríe y nos abrazamos.
—Gracias hermana pequeñas. — sonrió.
—¿Hace cuanto que sales con Hansol? — pregunte curiosa.
—Desde noviembre del año pasado, nos encontramos en un viaje de trabajo en donde tu padre, lo mandó a negociar con otros empresarios. — su manera de expresarse es tan fuerte que no me deja dudar.
—¿Mi padre lo mandó sin entrenarlo? — él solo asentó.
—Ese mismo día salimos a tomar algo y entre copas, terminamos en la cama recordando todo lo que pasó... — algo provocó un escalofrío en mi espalda.
—Espera un momento. — por la puerta que va al patio de atrás, me quedo parada enfrente. — Brandon, llama a la policía ciento que alguien nos observa. —
En segundos esa persona aparece enfrente de mí, con una bolsa color blanco en las manos. Brandon se pone enfrente de mí, obstruyendo la vista de la persona, con su mano libre la levanta apuntandome con su dedo y deja la bolsa y se pierde en la oscuridad.
Corro hasta los interruptores de luz, y alumbró el patio , peroeste ya no está.
—Quédate adentro. — ordenó, saliendo para averiguar qué hay dentro de la bolsa.
—¿Qué carajo está pasando? — pensé mientras este se agacha para meter la mano dentro y sacar su contenido.
Cuando se levanta, me muestran un pergamino con las palabras de color rojas estilo sangre que dicen - No debiste volver. - mantengo la calma y escuchó como Chris, Luka y Hansol se acercan, Hansol sale al patio para mirarse con Brandon y este voltea a verme.
Luka me abraza, para que olvide lo que lo que acabo de ver, pero es imposible sabiendo que ahora no estoy segura, ni si quiera en la casa.
Esta amenaza provoca escalofríos en mi cuerpo, mi corazón de se agota como en la tienda. Y vuelvo a tener un ataque de pánico.
Los chicos sé que darán a dormir, Samantha llegó y no quería contarles, pero ninguno supo cerrar la boca. En especial Brandon.
Luka y Chris se quedaron la habitación que está cerca de la nuestro, pero Brandon y Hansol se quedaron en la que está cerca de la cocina, los quiero alejados me pone muy feliz que estén bien y que puedan progresar con su relación. Salgo del baño y Samantha se me queda mirando mi pijama, un camión de color rojo vino, con encajes en la zona de los senos.
Se deshace de la corbata de su cuello, desabrocha los pueblos de su caliza, poniéndose cómoda para lo que sigue.
Me acercó a ella y antes de poder besarla, del bolso lo de su pantalón, saca una pequeña cajita, sonrió porque sé muy bien que no necesito nada más que compartir lindos y fogosos momentos.
—Gracias Sam, pero no hacía falta. — agradeció dejando la cajita en la mesa de noche.
—Feliz cumpleaños, amor. — sus manos las deja en mi trasero.
—Te amo Samantha. — se pone de pie, haciendo que levante la cabeza.
—Te amo Bonnie. — nos besamos.
Esa noche no teníamos más nada que decir que sólo abrazarnos, e intentar no hacer nada más porque tenemos visitas. Y aunque ellos se han que no les molesta yo sé que es muy incómodo.
A la mañana siguiente, me hice la idea erróneamente que mi madre me llamaría o me mandaría mensaje , perocomo siempre. Como me lo esperaba, ella aún sigue siendo opacada por mi padre. Pensé varias veces, en ir a visitar a mi madre, le mandaría un mensaje antes de aparecer enfrente de su puerta.
No tendría la valentía para ir a ver a mi padre, no quiero provocarle nada malo mucho menos interrumpir su tratamiento. Volteo para ver dormir a Samantha y sonrió dejando un tierno beso en su frente, salgo de la cama y busco una muda de ropa para bañarme y salir un rato a caminar. Abro la canilla del agua fría y dejo que caiga, para despues abrir la del agua caliente.
Me desnudo por completo, tirando la ropa en el suelo y entrando a la tina, el agua calma los músculos de mi cuerpo.
—¿Bonnie te estás bañando? —
—Sí. — Respondí, quedándome quieta.
—Saldré por unas horas, necesito que te quede aquí. — sonrío de lado.
—Está bien, me quedaré con los chicos. — acerco mi cabeza al borde la puerta de la cucha.
No escucha nada más por parte de Samantha, y supuse que salió técnicamente corriendo. Cuando termino, comienzo a vestirme, opte por algo cómodo y no tan complicado. Unos jeans claros, una remera de color verde, y unas zapatillas cómodas, no perdería el tiempo en nada complicado. Al salir del baño, busco una mochila y guardo casi lo esencial, pero veo la caja que Samantha me dio anoche y me siento sobre la cama para abrirla y ver que se trata de un collar con un girasol.
Ahora esto me hace sentir mal, por la idea de escaparme de la casa, cuando ella no está. Hasta que escucho la voz de Luka gritan mi nombre. Salgo de la habitación y le veo en el pasillo, tirado en el suelo mientras que Chris lo golpea de manera juguetona. Hansol aparece por detrás de ellos y se acerca a mí.
—Buenos días, Bonnie. — le sonrío.
—Hola Han… ¿Ya desayunaron? —
—En eso vengo a hablar contigo. Saldremos a desayunar por tu cumpleaños…. Le prometí a Samantha, que te cuidaría. — golpea mi cabeza, levemente.
—Gracias, chicos… —
—Chris, Luka… prepárense saldremos. — Vuelvo a entrar a mi habitación.
—Bonnie, necesito hablar contigo. — dijo mientras cierra la puerta. —Sé que ahora sabes lo que paso entre Brandon y yo. —
—Sí, ya lo sabía y la verdad no me molesta, me agrada saber que estás en buenas manos… — me siento a su lado.
—Gracias, Bonnie prometo que voy a cuidarlo. — sus ojos se cristalizan.
Nos abrazamos y el grito de Brando nos hace separarnos y bajar por las escaleras, Chris y Luka vestidos bonito.
Nos subimos al auto de Chris en donde entramos todos sin problemas. Brandon comenzó a conducir.
En las calles de la ciudad de Pekín, el sol comienza a alumbrar, los grandes edificios, la gente empieza a salir de sus casas, los venderos abren sus tiendas al público, de a poco el lugar empieza a tomar vida.
Nos deteníamos en varios lugares, como locales de ropa, cafeterías, puestos de comida, Brandon y los chicos se disponen a liberarme de la presión de estar encerrada en la casa. Para cuando Luka y Chris nos avisaron que tenían que irse, ninguno los detuvo. Durante el camino pensé que iríamos de vuelta a casa, pero, en cambio, llegamos a un hotel en donde una mujer muy parecida a mi mamá.
Brandon se detiene, me bajo y Hansol me sigue detrás, camino a ella y voltea, sus ojos se cristalizan y me abraza con tan tanta fuerza que no puedo describirla. Siento como su cuerpo tiembla y sus voz se quiebra al querer hablarme.
No quiero arruinar el momento, pero detrás de ella de un auto color negro, se bajan dos personas mayores, de edad. Cuando el hombre voltea a mirarme, me alejo un poco de mi madre y miro a los ojos.
—¿Qué sucede mamá? — pregunto, preocupada.
—Vienen por tu padre. — aviso, luego de ignorar el saludo de mi madre.
Caminamos, hasta la entrada del hotel una de las empleadas que está en recepción, se acerca para decirnos y pedirnos que por favor la siguiéramos, pero Hansol tendría que quedarse, en el lobby del hotel. Nos miramos entre los dos y este solo se acercó a un asiento.
Caminamos detrás de la chica, en el ascensor presiento lo que estamos por presenciar con mi madre, sé que es algo malo. La situación de mi padre, al parecer no estaba mejoran, y no creo que mejore. En una sala de juntas, una mesa en forma de cero, larga y con muchas sillas a sus costados, ocupan gran parte de la habitación.
Mis abuelos, sentados enfrente de nosotras, mi madre toma a ciento asustada y sujeto su mano para calmarla. Ahora más que nunca tendré que estar preparada para lo que tendrán que decirme.