Guiados Por El Cielo

El juicio había concluido,la sentencia fue "condena a perpetuidad" el asesino de Abigail fue penado por dos homicidios, En este país, la ley dicta que la vida comienza con la concepción, así que aunque el bebé no haya nacido estaba protegido por la ley y eso llevó a su doble condena.

Ahora más que nunca León, tenía la fuerza necesaria para investigar y descubrir a los asesinos de su hermano,iría tras el senador y su entorno.

La familia de Abigaíl se encontraba en la sala, conmovidos hasta las lágrimas, agradecieron a León, por su valentía y que a pesar de todas las amenazas él siguió adelante, el acusado antes de ser llevado por el servicio penitenciario a la prisión, dónde pasaría el resto de su vida, comenzó a insultar y amenazar al abogado y fiscales, su tío el senador no se encontraba presente, tenía claro que no había nada que pudiera hacer por su sobrino, estaba enfurecido con León, le prometió a su hermana, madre del acusado que destruiría al abogado que llevo a su hijo a la cárcel.

En la sala también se encontraba Abigaíl y Dante,escucharon cada palabra de la sentencia, Abigaíl sintió mucha paz al saber que su homicida era condenado, acarició su vientre y tomo la mano de Dante.

-Gracias, esto no hubiese sido posible si tú no estabas aquí, desde que tomaste mi caso y hasta que nos encontramos por primera vez, fuiste la luz que me guío en todo momento.

Dante sostuvo su mano con firmeza.

- Esto es gracias a León que no se dió por vencido y creyó en nosotros.

Le dijo cariñosamente a Abigaíl, Dante nunca se sintió como un guía, pero apreciaba las palabras de la joven, por quien llegó a sentir un gran aprecio.

Salieron del juzgado, el día era maravilloso, se respiraba aires de libertad, Dante observó desde la escalinata del tribunal a una bella y conocida mujer, allí estaba Victoria, recordó cuando él ganaba casos importantes, ella lo esperaba en la escalinata, no entraba a la sala porque se sentía muy nerviosa, pero siempre estaba presente, pero esa vez no lo esperaba a él, saludo con un fuerte abrazo a León. Abigaíl, vió en el rostro de Dante una profunda tristeza

- ¿Estás bien? Preguntó Abigail

- si lo estoy. Contestó Dante, Pero no dejaba de mirar la escena que tenía delante de sus ojos.

El abrazo entre Victoria y León, no tenía nada romantico, fue más de agradecimiento de parte de Victoria.

-Gracias por venir. Dijo León

- Debía estar, este caso le costó la vida a Dante, y sé que ellos fueron los culpables de su accidente.

-Ahora voy por ellos Victoria.

- Ten mucho cuidado, es gente muy poderosa y peligrosa, León.

- Lo sé, por eso te pido que me dejes protegerte.

- Lo está haciendo y te lo agradezco.

- Me gustaría hacer más por ti Victoria.

- Estoy bien, en verdad.

 La fresca brisa hizo que el cabello ondulado de Victoria cubriera su rostro, León acomodó delicadamente el mechón de cabello, detrás de su oreja, sus miradas se cruzaron, y él se perdió por un instante en los hermosos ojos claros de Victoria, quien se sonroja al ver por primera vez tan cerca a León, tenía un gran parecido a Dante, ero no lo era y aunque lo sabía su corazón comenzó a latir muy fuerte.

Dante y Abigaíl decidieron alejarse de la escena conmovedora, caminaban en silencio Abigaíl, lo acompañaba tomando su brazo,Dante trataba de procesar lo que pasaba en ese momento.

¿- Podrás aceptar una relación entre tu esposa…? Preguntó la joven pero Dante, no la dejo terminar la frase.

- No lo digas, ambos se merecen ser felices, pero por ahora no quiero ni pensarlo.

- Perdóname por mencionarlo.

- Está bien, y ahora, pequeña que planeas hacer?. Quería cambiar rápidamente de tema.

-Tengo que ir a un lugar. Dijo la joven.

Visitaron la casa que habitaba Abigail junto a sus padres, recorrieron las habitaciones, una a una, las fotos le recordaban los buenos momentos en familia, en todas ellas sonreía, nunca pasó por su cabeza que todo cambiaría de un momento a otro. Se llenó de buenos momentos.

Tambien Visitó a Sofi, la niña dormía tranquilamente, en su dormitorio, no quiso despertarla solo le acarició sus rubios y ondulados cabellos y le dio un beso de despedida en la frente

- gracias por todo Sofí, eres un ángel. Dijo Abigaíl a la niña.

Dante la acompañó en silencio, llegaron hasta la plaza donde se vieron por primera vez, se sentaron en la misma banca donde se conocieron.

-Quiero que pronto encuentres la paz que siento en este momento, que toda la angustia del pasado se borre y te sientas completo, cumplí mi destino en este lugar, me voy sin rencores y esto en parte es gracias a ti. Abigail volvía agradecer a Dante, no solo por su ayuda sino por su sostén y acompañarla en su momento más incierto.

- valió la pena todo lo que pasamos y espero que podamos reencontrarnos algún día.

- Así será mi abogado. Ambos sonrieron, -tengo un último lugar que quiero visitar. Dijo Abigaíl.

Y se dirigieron al jardín del anticuario, ese lugar era su favorito, rodeada de jazmines y magnolia, con la pergola repleta de flores, ahora sentía una gran paz interior, nada la retenía en este mundo, no había lugar para rencores ni males que le afectaran, la paz era absoluta, el ambiente olía a rosas , los rayos de sol que dejaba entrar la pérgola, la bañaron de una luz celestial, el anticuario y Dante nunca habían vivido algo igual, Abigaíl los despide con una sonrisa resplandeciente, se desvanece lentamente junto con los rayos del sol, la luz era enceguesedora, tuvieron que cerrar los ojos por unos segundos, cuando los vuelven abrir una gran mariposa blanca se posa en Dante por un momento y vuela hacia el exterior. La despedida de Abigaíl lo lleno de emoción.