Sus sentimientos, mi más preciada posesión.
Su cuerpo, mi más grande adicción.
¿Que tipo de hombre prefieren las chicas? ¿un caballero? ¿un atrevido?, o la combianación de ambos.
**
Andrew, Valeria, Carla y Marcos, tienen algo en común: una buena amistad. Cada uno tiene sus propios estándares y distintos puntos de vista, pero eso no les ha impedido fraternizar hasta forjar lazos inquebrantables. Sin embargo, esos lazos se ven vulnerados cuando surgen sentimientos más profundos e intensos que la amistad.
Esto nos lleva a una serie de dramas que viven cada uno de ellos donde deben averiguar como lidiar con la situación. Pero también deben lidiar con varios factores externos donde la tentación jugará un papel crucial.
Huir parece complicado. O a lo mejor entregarse a lo que sienten es el camino. Sea cual sea la decisión que tomen las cosas ya no serán igual.
NovelToon tiene autorización de Álvaro Castro para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 20
Valeria.
Su mano izquierda se balanceaba sobre el lienzo mientras pintaba de colores primario las alas de un unicornio con un pincel. La silueta era formidable, el caballo alado fantasioso tenía unas patas robustas y pezuñas negras como el firmamento en la madrugada, las delanteras se detenían en el aire en una especie de pataleta o demostración de poder de un macho alfa—como dado a las diferentes perspectivas— poseía una extensa cabellera que le hacía ver más imponente, la cola era larga y lisa que le caía bajo sus patas traseras mientras se levantaba en ellas; afirmando todo su peso corporal. Tanta práctica y ensayos su técnica parecía perfeccionarse cada vez más, todo gracias a su dedicación a lo que amaba hacer, ya había intentado varias veces el mismo dibujo en anterioridad y este le había salido tan perfecto que fruto de su esfuerzo le dio un mejor sabor de logro, no cabía de gusto, estaba alcanzando su mejor potencial y fascinarse con sus creaciones, y lo hacía como si fuese su propio fan, animada ante sus dotes y ante el recuadro que observaba con aprecio.
En tanto ya acababa de dar los últimos retoques se sentía orgullosa por lo que había materializado, el blanco y opaco lienzo se convirtió en una hermosa obra de arte, magnífica y deslumbrante.
Cada uno de los estudiantes tenía una hora para hacer lo que sea que le viniera a la mente, no hubo reglas ni requisitos de tema puntual. Los trípodes estaban organizados de tal manera que el salón parecía una exposición donde se estaban forjando los nuevos artistas para el mundo.
—Muy bien, señorita Castañeda — dijo su profesor, mientras anotaba algo en su libreta —. Siempre tan sorprendente— añadió de forma más extraoficial.
—Se lo agradezco, Profesor, Salinas— dijo Valeria, sonriente.
Su profesor asintió de forma cordial y, siguió a revisar los demás trabajos de los otros aprendices.
En tanto, Valeria prosiguió contemplando las alas recién pintadas en degradado de amarillo y rojo. Sonrío satisfecha.
Buscó entre todos y halló a su mejor amiga al otro extremo, y esta le hizo una seña de "OK" con su mano. Estaba deseosa por ver lo que habría realizado, también tenía la idea clara de que Carla era igual de talentosa que ella, que aunque siempre la elogiaba, también, le daba créditos, era fabulosa.
Las calificaciones nutrirían a la nota final del corte de periodo en las vacaciones, eran importantes, ya que debido a eso se podría dar una palanca para graduarse con honores, algo que sin duda le serviría de mucho en su curriculum, y que pudiera obtener un empleo bastante remunerado, cumplir su sueño de que sus trabajos sean reconocidos, no solo por sus profesores, sus amigos o su madre — Sí, eran tan importantes, algo especial para ella — sino que también quería que lo admirarán los ojos de las personas a nivel nacional y mundial.
Al rato después de haberse calificado todos los trabajos le permitieron moverse de su sitio al fin. Menos mal, ya se le estaban entumeciendo los dedos de los pies, necesitaba sentarse y descansar, y comer, no tenía idea, pero pintar le provocaba mucha hambre, como si él hecho de liberar la imaginación le abriera el apetito.
Cuando vio el cuadro de Carla se quedó extasiada.
—Guau, me encanta— se oyó decir entre el parloteo que se presentaba en el salón.
A sus ojos observaba unas figuras de géneros opuestos dándose un beso en medio de un halo de corazón.
—Pienso llamarlo "el beso" ¿Qué te parece?— comentó Carla, tenía una expresión risueña y sus ojos avellanas brillantes.
—El beso ¿eh? Yo digo que le queda perfecto— argumentó Valeria juntando el índice con el pulgar, haciendo el símbolo de "perfecto".
Le gustaba esta versión de Carlota enamorada, lucia muy diferente a la de hace un mes, estaba ante el claro ejemplo de lo que produce el amor, y que en tiempos turbulentos te sacan del hueco oscuro, y que te dan el brillo, te suman y no te restan, te hacen crecer y no detienen tu progreso, que te dejan ser. Cuanto lo deseaba experimentar.
—Me encanta— dijo Carla, poniendo en un pedestal el nombre que le había puesto a su trabajo.
—Me gusta esta parte — señaló ella el halo—. Es como una burbuja que los encierra en su amor.
Notó a Carla carraspear, supuso que no le había pasado por la cabeza, pero que asintió.
—Sí, de hecho es justo lo que pensé, es muy bonito— dijo Carla—. Ahora quiero ver el tuyo, vamos, vamos.
—De acuerdo— se limitó a decir, pero su amiga ya iba dos pasos adelante.
Cuando consiguió darle alcance, Carla ya estaba apreciando su obra con inmensa impresión.
—¡Es maravilloso!— exclamó—. Amo los unicornios, de pequeña My Little Poni eran mis caricaturas favoritas.
Enseguida ella sacó su teléfono móvil y tomó unas instantáneas, Valeria solo mostraba sus dientes pequeños en una bonita sonrisa cargada de emoción.
—Que adorable— escuchó a sus espaldas.
Vio a Martha López al girar. Usaba unos lentes transparentes que no eran de aumento que le daban un toque de sofisticada. Pocas eran las veces en las que trataba con ella más que el trato de compañera, en otros ámbitos solo era una conocida.
—Gracias, también vi el tuyo, es espléndido — respondió amigablemente.
Martha le brindó una agradable sonrisa—, Se hace lo que se puede. Pero el tuyo es una obra de arte al nivel de los grandes— la elogio.
Sintió cohibirse, los elogios siempre la ponían nerviosa, y no sabía como responder a eso.
—Ya quisiera estar entre ellos, pero por ahora soy solo una simple mortal— dijo muy modesta.
—Que agradable eres, Valeria— contestó Martha, al mismo tiempo en que la chicharra resonó fuertemente —. Bueno, hasta luego, chicas— se despidió de ambas y salió del salón con andar elegante.
—Esa niña tan estirada— escuchó susurrar a Carla.
—¿Qué dijiste?— preguntó extrañada.
—Un pajarito me contó que ella es amiga de la hermana de Jacob, que sale de compras con ella a tiendas muy caras, me arde la cara con solo ver como se relame como una ricachona, como si lo fuese.
Se sorprendió mucho con la actitud de su amiga. Luego reparó ante lo que había dicho "ella es amiga de la hermana de Jacob", es decir; debía de ser Juliana, la tipa que le escribió arbitrariamente, y en otras palabras Martha fue la que le dio su número, imagino que lo sacaría del grupo oficial del curso. Pero por más que se indignó, no pretendió hacerle ningún reclamo, no le importaba.
Carla y ella recogieron sus cosas e hicieron lo mismo, marcharse del salón.
El resto de las clases fue rutinario, teorías y tomar apuntes. Su mano hábil estaba molida, por tanto moverla, que se alegró mucho cuando les dieron hora libre porque la profesora de inglés se había ausentado. Así que aprovechó para reposarse, charlar con su amiga y confidente.
—Entonces me dijo mi nombre completo ¿Puedes creerlo?, bueno, mi nombre es hermoso, pero no me gustó para nada— mencionó Carla, contándole el suceso que tuvo con Marcos el día de ayer.
—Me imagino la cara que habrías de poner, ¿y qué pasó luego? Por lo que veo no se lo tomó bien eso de que le hayas mencionado aquello — dijo Valeria.
—Pues le disgustó tanto que terminó nuestra salida y me llevó a casa, como todo un caballero, pero molesto, más consigo que por lo que le dije, eso creo, lo sentía tenso— respondió Carla.
—Ya veo— contestó —. Digo, como se ha acostumbrado a hacer lo que él quiera que lo de ayer le pareció algo extraño a su modo de ser él. Y estoy de acuerdo contigo, sabes, tomar mucho alcohol nunca ha sido buen hábito.
—Tal cual, ya conoces la historia con mi papá— dijo Carla rodando los ojos —. Si puedo hacer algo por evitar que Marcos sea como... mi padre, lo haré.
Asintió, se veía con claridad como Carla se preocupaba por el bienestar de su pareja y eso le pareció lo "muy, muy" algo supremamente genial. Pensó en como sería ser un faro en la vida de su futura pareja, si es que alguna vez se enamoraba perdidamente, sin embargo, un pensamiento rebelde le pasó por la mente ¿apoco no lo estás?
Apartó rápidamente el pensamiento y se centró en su amiga.
—Haces bien, Carly. Entonces ¿Sigue serio contigo o...?— dejó la frase inacabada.
—En la noche me escribió diciéndome esto— completó la frase, desbloqueó su celular y le enseño el mensaje.
—Vaya— dijo Valeria viendo la pantalla, tan sorprendida como lo estaba con la nueva versión de Carla—. Quien iba a pensar que en el fondo Marcos iba a haber un chico romántico.
Se imaginaba de todo hacia Marcos Lora, mujeriego, borracho, rebelde, pero romántico jamás. La verdad es que las apariencias solo son eso; apariencias, lo importante es lo de adentro, y ¡ay! Que bonito es descubrir la belleza interior de una persona.
—Ni yo lo había pensado, pero lo he conocido mucho y suficiente para hallar en él algo que no he encontrado en otro chico— dijo Carla, risueña.
—¿Y qué es ese algo?— inquirió Valeria.
—Amor, amiga, amor, el más puro y sincero — respondió su mejor amiga.
me encanta