Me Enamore De La Hermana Equivocada.

Desde ese día, ha pasado una semana, Emma y Andreas no han vuelto a hablarse, él volvió a dormir en su sofá y ella sola en la cama. Emma está furiosa, tanto, que ya habló con su madre para volverse a Argentina, por alguna razón no pudo hablar con su padre y eso la tiene preocupada, pero no le importa lo que piense Andreas, ya pasaron 4 meses y el contrato está a punto de terminar.

La abuela Sofía ya se ha dado cuenta de la relación tensa que hay entre ellos, una de las tardes en la que merendaron juntas, con sutileza le pregunto:

-Emma sucede algo entre Andreas y tú? Hace días que los veo raros y no se dirigen la palabra.

-claro que no abuela, solo que está un poco enojado porque quiero irme unos días a Argentina, y él no quiere separarse de mí - dijo Emma mintiendo, no quería que la abuela se enterara de la verdad todavía, sería muy doloroso para ella, a pesar de todo Sara es su nieta y la crío con todo el amor que tiene adentro, le iba a dejar ese trabajo a Andreas, una vez que él supiera la verdad y por supuesto hubiese creído en ella, pero como no fue así no valía la pena contarle. Sara seguirá viviendo bajo el mismo techo, la que debe irse por su seguridad es ella y gitana.

-oh mi niña, hablaré con él... No puede tenerte aquí encarcelada, mereces visitar a tu familia, hace cuatro meses que no sales de aquí.

-gracias abuela - Emma sabe que la intervencion de sofia va a ser fundamental para que ella pueda irse y Andreas no la detenga.

Después de desayunar Emma va a las caballerizas, por supuesto con sus vestimentas de hombre, hoy comenzaría a trabajar nuevamente con los animales, si Andreas quiere o no, es su problema, no puede seguir estando como una tonta sin poder hacer nada.

Durante toda la mañana se dedico, junto a Aquiles a darle de comer a los animales, vacunarlos y brindarle todo el amor que ella les tiene, Emma y el joven se han hecho inseparables, por eso no puede creer, por lo que su pobre señora está pasando.

-señora Emma... No puedo creer que el señor antonopulos no crea en usted... - dice Aquiles sorprendido por la actitud de su señor, una persona tan inteligente como es el, debería haberse dado cuenta de la maldad que tiene la señorita Sara y creer en su esposa.

-así es Andreas, Aquiles, ve por los ojos de Sara. - dice Emma furiosa de solo recordar esa noche en la que le arrojo el maldito anillo en la cara - lo bueno que Sara no se ha enterado de lo que pasó y no te ha molestado.

-tampoco se ha ido de la finca todavía, quizás esta más tranquila y no cree que la descubran - responde Aquiles - tiene que haber una forma de que el señor antonopulos crea en usted.

-quizás si tu hablas aquíles, el crea en todo esto - le propone Emma.

-está segura señora? Si es así confíe en mi.

-no estoy segura, pero al menos hay que intentarlo, antes de que me vaya...

-a donde se va señora Emma? - pregunta incrédulo aquíles.

-me vuelvo a mi país aquíles, no puedo seguir aquí - dice Emma un tanto triste... No puede creer que esta por irse y abandonar todo esto, a pesar de todo echará de menos a sus empleados, porque se han hecho grandes amigos, y sobretodo a la abuela sofia, sin dudas será a la que más va a extrañar.

-señora, esta segura de lo que dice? El señor Andreas la quiere mucho - dice Aquiles muy apenado.

-lamentablemente, dudo que Andreas me quiera, si lo hiciera confiaría en mí.

-debe entender señora que el señor antonopulos quiere a la señorita Sara como a una hermana, la conoce desde que es niña, pero eso no significa que no la quiera.

-no se que creer Andreas, solo necesito que me ayudes a desenmascarar a Sara.

Emma, después de terminar de trabajar , vuelve hacia la casa, se toma un baño y baja a la cocina a ayudar a Vania con la cena. Allí se encuentra con Andreas, que al verla, se acerca a ella y comienza a gritarle:

-como es eso de que te vas de esta casa Emma?-pregunta Andreas furioso - No voy a permitir que te vayas.

-me voy a ir y no vas a poder detenerme - dice Emma enfrentándonos. Seguro la abuela Sofía intervino por ella para que la deje volver a su pais

-sabes muy bien Emma que no puedes hacer eso... - Andreas esta furioso, si piensa que esta mujer se va a salir con la suya esta equivocada.

-para qué quieres que me quede aquí? Si ni siquiera confías en mí, no has hablado conmigo en toda la semana, quiero irme con mi familia - Emma también esta furiosa, que no se crea que por ser un antonopulos la va a pasar por encima, ella sabe hacerse respetar.

-Emma... Eres mi esposa, aún queda un mes más y luego puedes hacer lo que quieras... - Emma abre los ojos de par en par, sorprendida, como había cambiado Andreas de un momento a otro, un minuto le estaba regalando un anillo de esmeraldas para que sea su verdadera esposa, diciéndole que la ama, y ahora no ve la hora que se termine el contrato.

-juro Andreas, juro, que contaré los minutos si es necesario para irme de aquí... Pero algún día sabrás la verdad y te arrepentirás de haberme perdido.

-no puedo confiar en una mujer como tú, que calumnia a otra, no lo entiendo Emma, pensé que no eras así, me has decepcionado tanto.

-el que me ha decepcionado fuiste tu, pensé que eras diferente, pero me doy cuenta de que no... Me iré a dormir, no quiero compartir la mesa contigo - Emma, se retira muy enojada de la cocina.

Se va hacia su habitación, allí toma su celular y marca el número de su madre, del otro lado del teléfono leila atiende enseguida.

-hola mi querida Emma, cómo estás? - pregunta leila, por alguna razón Emma siente que su madre tiene la voz cansada, triste y apagada, sabe que algo está pasando, pero leila no quiere contarle.

-mamá, algo está pasando y debes decirme que es...

-no pasa nada Emma, todo esta bien aquí en la estancia - Emma no puede creerle a su madre, pero leila desvía el tema de conversación-has sabido algo de tu hermana, hija?

-si mama, me ha escrito un mensaje en dos oportunidades, pero mama no me cambies de tema... Quiero saber que pasa... - insiste Emma.

-Emma no pasa nada... Pero me gustaría que en unos días Anna y tú vengan a argentina, hay algo que debemos decirle tu padre y yo... Debemos hablar personalmente.

-mamá, porque tanto misterio... Sucede algo? Dímelo mama. - Emma está ahora más preocupada.

-no sucede nada hija, no te preocupes, solo queremos verlas, tu padre y yo las extrañamos.

-mamá intentaré comunicarme con Anna, en una semana estaré por allí, haré un viaje sin retorno.

-hija, sucedió algo con Andreas? - pregunta sorprendida leila.

-si mama, es una larga historia que te la contaré personalmente... Pero Andreas no confía en mí, y para tener un esposo así. Prefiero irme de aquí... Además, solo queda un mes para que se termine el contrato.

-pero Emma, Andreas y tu estaban muy bien juntos, y no iban a separarse después de que finalizará el contrato.

-estoy muy enamorada de él mama, pero mi esposo no confía en mí, y me dijo que lo he decepcionado mucho... Así que no vale la pena que siga a su lado.

-hija mía, no sé que decirte, solamente sabes que las puertas de esta casa siempre estarán abiertas para Anna y para ti.

-lo se mama y gracias, te amo - dice Emma cortando el teléfono.

-yo también te amo hija.

Después de cenar, Andreas se encierra en su oficina, mientras bebe un vaso de whisky piensa en Emma, a pesar de que tiene mucho trabajo, no puede dejar de pensar en su esposa, esta todo el día en su cabeza, extraña tanto hablar con ella por las noches, dormir abrazados, pero no puede creer lo que dijo de Sara, confía en Sara, es como su hermana, se criaron juntos, sabe que su prima sería incapaz de hacer algo así, realmente no sabe que pensar... Dos de las mujeres más importantes de su vida están enfrentadas y no puede controlar eso.

Andreas tampoco quiere que Emma se vaya de la casa, que se vaya devuelta a Argentina, no quiere terminar peleado con ella, de verdad deseaba que se convirtiera en su verdadera esposa, pero no puede con el carácter de Emma, esa mujer es muy difícil de controlar.

En ese momento siente que golpean la puerta de su oficina, sacándolo de sus pensamientos, Andreas le da permiso a la persona que ingrese y se sorprende al ver que es su abuela, son las dos de la mañana, siempre está durmiendo a estas horas.

-abuela, que haces levantada?

-mi querido Andreas... No podía dormir por tu culpa.

-por mi culpa? - dice Andreas más sorprendido aun - que he hecho abuela.

-no has hecho nada Andreas, solo que eres demasiado bueno y tonto. - Sofía no puede creer que de verdad su nieto sea tan tonto.

-abuela... No entiendo, porque me dices eso?

-porque estas por dejar ir a la mujer que amas hijo mio... Deja de comportarte como lo hizo tu padre... Mi hijo perdió a tu madre por no poder sacarla de ese lugar, por tener miedo al que dirán... Dejo ir al amor de su vida... Te crío con tanto amor porque eras lo único que quedaba de ella, no cometas el mismo error que tu padre... Yo lo vi llorando por las noches extrañandola.

-abuela... Tú no entiendes... Recuerdo muy poco de mi madre... Pero no tenía el carácter de Emma, Emma es muy difícil de llevar abuela, tiene un carácter muy fuerte, además le gustan las mentiras, y tu sabes que conmigo las mentiras no van.

-no sé que paso entre ustedes Andreas... ¿Pero por qué no la escuchas? Como estás tan seguro que esta mintiendo? Si la dejas ir te vas a arrepentir toda la vida, ya vi sufrir a mi hijo, mi amor, no quiero verte sufrir a ti también.

-abuela, no la defiendas, entiendo que veas a Emma como una nieta más, pero no es la persona que tu crees que es... - dice Andreas muy dolido.

-Emma ha sufrido mucho Andreas, se le ve en sus ojos por más que nunca ha contado nada... No la pierdas mi amor, de verdad habla con ella, hazlo por mí

-abuela... No puedes pedirme eso, que me rebaje a sus mentiras...

-Andreas hazme caso, no por nada tengo 80 años...

-esta bien abuela, esta bien hablaré con ella... Pero no podre convencerla, Emma se irá igual de aquí así que ve sabiéndolo - Andreas no quería decir eso, pero esta tan enojado que hablo de más y lo que menos quiere es hacer sufrir a su abuela, aunque sabe que Sofía no se va a quedar tranquila hasta que él no hable...

-a que te refieres con eso Andreas?

-olvídalo abuela...

-sabes que no me quédare tranquila hasta que me expliques lo que acabas de decir... - Andreas no quería llegar a eso, pero no le queda otra que decirle la verdad...

-abuela... El matrimonio entre Emma y yo es una farsa...