En un mundo muy distinto al nuestro, en el que los seres humanos se han expandido por toda la galaxia y criaturas extrañas conviven con nosotros, vive Olivia Temple.
Su vida es perfecta, tiene un novio maravilloso y el trabajo que siempre quiso.
Pero una noche todo cambia para ella.
Alberto la deja y Olivia, despechada, se emborracha y pasa la noche con un desconocido.
Unos días después empieza a sentirse mal y, siguiendo un presentimiento, se hace una prueba de embarazo que resulta positiva.
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17
Nick y yo llegamos enseguida al hospital.
Estaba asustada, el corazón me latía a mil por hora.
Por favor no te mueras. Por favor no te mueras. Oh diosa, por favor que no se muera.
Era lo único en que podía pensar.
No me sorprendió el ver a Emily en la sala de espera, pero sí me sorprendí al ver a Mónica.
Sé que ella y Daniel son amigos, pero supongo que no me lo esperaba.
Emily estaba llorando y Mónica la sujetaba en un abrazo confortable.
Nos miró a Nick y a mí con curiosidad en sus ojos pero por fortuna no hizo ningún comentario.
Parecía centrada en consolar a Emily.
—Tranquila Emi, saldrá adelante. Daniel es un chico muy terco como para dejarse vencer.
Eso, en cierta forma, me alivió a mí también.
Significaba que no estaba muerto.
Me senté alejada de ellas, sintiéndome un poco fuera de lugar.
Nick me puso una mano en el hombro para llamar mi atención.
Le miré.
—Iré a preguntar. Espera aquí.
Asentí con la cabeza. No tenía pensado salir de este edificio hasta que no me aseguren que Daniel estará bien.
Simplemente no se puede morir.
No lo admitiré.
Me quedé mirando sin ver la pared blanca de la sala de espera, escuchando los sollozos de Emily y los susurros de Mónica.
Empecé a sentirme culpable.
Si no hubiera metido a Daniel en todo esto, nunca le habrían disparado.
Seguramente incluso seguiría con Emily, feliz y sin preocupaciones.
Pero fui egoísta y tuve que involucrarle en mis problemas, simplemente porque no se me ocurrió recurrir a nadie más.
Me aguanto las ganas de llorar.
—¿Estás bien?
Miro a Nick. Me doy cuenta de que parece agotado.
—¿Qué te han dicho? — pregunto, ignorando su cuestión.
Noto como Mónica se acerca a nosotros. Emily ha dejado de llorar;ahora está sentada con la mirada fija en el suelo.
—¿Nick? ¿Sabes que ha pasado? — aunque habla a Nick me doy cuenta de que me mira a mí, como si supiera que soy la culpable. Nick suspira.
—Le están operando en estos momentos. La bala está incrustada entre dos costillas de su columna vertebral y, aunque no corre riesgo de morir, no saben si podrá caminar.
No morirá.
Me centro en esa información, pues me niego a pensar en lo que implica el resto.
Daniel está bien. No morirá.
Mi corazón se tranquiliza.
—Olivia, deberías descansar — dijo Nick —. Te acompaño a tu casa y regreso aquí.
Niego con la cabeza.
—No pienso moverme — afirmo rotunda.
—Olivia, debes descansar— insiste él—. Si no lo haces por ti misma, te encerraré en una celda hasta que te duermas de aburrimiento.
Le miré.
Levanté la barbilla y me crucé de brazos.
En ese momento sonó un teléfono.
Nick suspiró.
—Diosa, no tengo tiempo para esto.
Se alejó para hablar con tranquilidad,dejándome a solas con Mónica.
—Así que... Al final pudiste hablar con Nick. — dijo mientras se sentaba a mi lado.
La miré de reojo.
Recordé el comentario de Daniel sobre cómo estaban cotilleando sobre mí.
¿Qué buscaba? ¿Más chismes?
—No gracias a ti— le repliqué.
—Oye Olivia, le pasé tu mensaje. No es mi culpa que se negase. —
sonrió —. Te sienta bien el embarazo ¿sabes? Tienes más carácter.
Quise golpearla.
—Vete, Mónica.
Mónica parecía que quería decir más, pero se limitó a encogerse de hombros y regresar con Emily.
Me sentí como una estúpida.
Últimamente me estoy sintiendo mucho así.
Pero de verdad creí que Mónica era mi amiga.
Supongo que estaba equivocada.
Nick volvió.
—Han terminado de limpiar tu piso. Incluso tenías el teléfono pinchado, Olivia. Quién te esté acosando va en serio.
—¿Cómo pudo hacer todo eso sin que me diera cuenta?
—Tiene que ser alguien muy cercano a ti, tanto como para tener acceso a tu piso sin que tú no estés. ¿De verdad no sé te ocurre nadie? Me dolía la cabeza.
—Acabo de darme cuenta de que nunca nadie es como esperas.comenté, mirando a Mónica.
—Te pondré vigilancia, es lo mínimo que puedo hacer. Siento no haberte creído antes.
—Sí,fuiste un completo imbécil.
—Hay muchas denuncias falsas de este tipo, Olivia. Gente que sólo busca hacer daño a alguien que la ha lastimado. — me cogió de la mano Escúchame, te prometo que no dejaré que os pase nada ni a ti ni al bebé.
¿Resultaría ser Nick un buen tipo después de todo? Yo ya no me atrevía a asumir nada.
Retiré mi mano.
No intentó convencerme de salir de allí.
Bien, porque yo no iba a moverme.
La espera fue eterna.
Creo que me quedé dormida en algún momento, porque cuando me di cuenta un médico estaba hablando con Emily y Mónica.
Me levanté y me acerqué, nerviosa.
Nick me siguió.
—¿Cómo está? — pregunté.
—¿Está aquí también por Daniel Thompson? — asentí —. Estable.
Hemos podido extraerle la bala sin dañarle ningún nervio. Ahora está sedado, pero creemos que despertará sin ningún problema.
Suspiré aliviada.
—¿Qué más, doctor? — preguntó Emily. La miré—. Hay algo que no quiere decirnos.
Contemplé al médico. Parecía culpable.
—Aún es pronto, tenemos que hacerle unas pruebas para asegurarnos.
Pero me temo que no podrá volver a caminar.
No.
De ninguna manera.
No pude aguantar más.
Vomité.
