Más Allá Del Tiempo...

Al llegar al sótano Alessandra vio a los tres hombres colgando y luego su mirada viajo a una mesa donde había unos guantes y diversos objetos de tortura. La chica se dirigió allí en silencio y luego de tomar unas tijeras de jardinería dijo.

- Hola chicos, desearía que esto fuera rápido y sencillo, ustedes me dicen lo que quiero saber y yo los mato con rapidez.- Marc mantuvo su rostro inexpresivo, pero por dentro sintió un escalofrío, ya que Alessa parecía estar completamente loca.

- Púdrete perra...

El hombre escupió su cara y Alessa se limpió con un pañuelo que le entrego uno de sus hombres, cuando lo estaba por golpear está levanto su mano y sonrió.

- No debiste hacer eso.

Sin más empezó a pasar por su pecho la tijera y cuando llegó a su tetilla de un solo corte se la rebanó. El grito del hombre fue agudo y Bea sonrió.

- Muy bien volveré a repetir mi pregunta. ¿Quién los envío?

Empezó a pasar con delicadeza la tijera por el pecho de los otros dos hombres y al ver que esos no contestaba dijo.

- Tal vez están sordos.

Sin más levantó la tijera y corto la oreja de otro de ellos. Cuando se la logro cortar completa dijo.

- Tal vez así escuchen mejor.

Le mostró el pedazo de carne que tenía en su mano y lo dejo ver al piso.

- Vamos chicos ¿no querrán que este de esta manera todo el día? ¿O no? Es simple mi pregunta ¿quién los envío?

Bea se acercó al tercero y tanto Vicente como Filip tenían sus ojos sonrientes la chica estaba igual de loca que Luciana, no cabía duda que era su hija.

- Muy bien, ya que no quieren hablar por las buenas...

Abrió la tijera y corto el pecho del otro de ellos con las puntas de para luego decir.

- ¿Tiene sal?

Vicente sonrió y dijo.

- Tengo cal, que causa mayor ardor.

- Perfecto. Necesito un poco, pero primero.

Volvió a caminar hasta la mesa y tomo unos nudillos con puntas y luego agregó.

- Descárgate un poco mi ira. Venía con mi hermano en el auto.

Sin más Bea les dio un golpe tras otro. Los hombres que estaban allí solo observaron y podía escuchar los gritos de los tres hombres y como Bea disfrutaba todos está situación. Cuando se cansó dijo.

- Última oportunidad, ¿quién los envío?

Los hombres estaban en un estado lamentable, ninguno de los tres espero que esa chica fuera tan despiadada. Ellos no hablaban por qué los Mancini sabían dónde vivían y si decían algo su familia podían morir en horas.

Bea se apartó el cabello del rostro y limpio un poco la sangre que corría por su rostro y al voltear dijo.

- Una lástima no quieren decir nada.

Filip le entrego una bolsa y está sonrió.

- Veamos si con esto siguen sin decir nada.

Bea tomó un puñado y se lo soplo en la cara de uno de los secuestradores. El hombre con la poca fuerza para gritar que le quedaba grito y dijo.

- Tienen a nuestra familia...

Bea miró a los otros dos y dijo.

- ¿Dónde? Yo no soy rencorosa, puedo garantizar su seguridad siempre y cuando ustedes hablen.

Uno de ellos dudo y con voz baja dijo.

- Los Mancini... nuestras familias están en...

Una vez le dio toda la información Bea dijo.

- Donde sería mi entrega.

- Teníamos órdenes de... matarla. No importaba lo que le hiciéramos solo pidió llevar su cabeza.

Vicente y Filip enfurecieron al entender que querían hacerle y Antes de que estos pudieran decir algo Marc tomo un palo y se acercó a ellos

- Ah... malditos hijos de...

Sin más le pegó con él en sus costillas y cuando se cansó dijo.

- Yo lo siento...

Bea lo miro y dijo.

- Ve a tomar aire, yo estoy bien. No me hicieron nada.

Marc asintió soltó el palo y salió.

Bea volvió a mirar a los hombres y al ver que respiraban con dificultad de su cintura saco un arma y apuntando sus cabezas disparo. Cuando terminó dijo.

- Rescaten a sus familiares y luego vamos por los Mancini. No debí tenerle piedad a esa perra.

Vicente la miro y dijo.

- ¿Cuál perra? ¿Qué paso?

Bea suspiró y le contó todo lo que había pasado y una vez termino dijo.

- Michelle dice que ella estaba obsesionada con él desde que eran niños. No la matamos por qué los Mancini son amigos de los Lucchese y su padre apareció para detenernos.

No sé que paso después, pero seguramente la devolvió con su familia.

- Muy bien, llama a tu novio, dile que nos reuniremos con los Mancini.

Bea lo miro y dijo.

- ¿Solo reunirnos?

- Ya lo verás.

Vicente había viajado a Nueva York para hacer una sociedad de comercio y compartir algunas rutas que comercializa con Europa. Uno de sus futuros socios era el señor Mancini, pero al enterarse de lo que este quería hacer, iba a tenderle una trampa.

Cuando Bea llamo a Lucas y le contó lo sucedido este enfureció y se dirigió a la mansión de Vicente. Luego de ingresar lo primero que hizo fue abrazar a la chica y dijo.

-¿Estás bien?

- Si, gracias a Filip y a Marc que manejo muy bien para poder evadirlos hasta que llegaron los refuerzos.

Michelle vio a Marc sentado y extendiendo su mano dijo.

- Gracias Marc.

Marc tomo su mano y dijo.

- Es mi hermana yo siempre la voy a proteger.

Michelle asintió y luego miro. Vicente.

- ¿Qué tienen en mente?

- Vayamos a mi oficina.

Una vez todos reunidos este volvió a hablar.

- Lo siento por su familia, pero esto que hicieron no lo dejaré pasar. Enviaron esa gente no solo para matarla, sino para...

Michelle entendió su silencio y dijo.

- Ya veo... Muy bien estoy a su disposición.

Vicente le contó de su plan y no pasó mucho cuando Filip y Vicente ya habían organizado a todos para darle la lección a los Mancini y a todos los que se atrevieran a volver a meterse con su nieta.

Marc quería ir pero Bea dijo.

- Marc aún no puedes ir. No quiero estar preocupada por ti. Prometo que cuando estés listo te llevaremos.

- Alessandria promete que te cuidaras.

- Lo prometo, ¿todavía te quedan dudas?

- No, la verdad siempre supe que estabas loca, pero hoy lo llevaste a otro nivel. - Alessandria sonrió y en arco una de sus cejas- Recuérdame nunca hacerte enojar.

- Ja, ja, ja cállate, jamás te haría daño, eres una de las personas en las que más confío. Mi hermano.

Marc la abrazo y una vez se soltaron miró a Michelle y dijo.

- Cuídala.

Michelle palmeo su espalda y dijo

- Tranquilo, yo me encargo.

Marc asintió y Vicente dijo.

- Quédate aquí. Siéntete cómo en tu casa.

Marc solo asintió y los vio marcharse a todos en diferentes camionetas. No sabía bien que harían, pero luego de ver lo de hoy podía imaginarlo.

Marc no era tan inocente como aparentaba, cuando era más joven tuvo muchas peleas por su sexualidad y el bullying de no tener familia. Él y Alessandria se conocían desde que eran niños prácticamente y ambos sabían hasta que punto podía llegar el otro, pero hoy Alessandra había mostrado otro lado de su personalidad que él creía que había calmado cuando entro al mundo del modelaje y se casó con el idiota de su exesposo. Hoy se había dado cuenta de que no era así. Sin pensar mucho en eso se dirigió a una chica de servicio y le pregunto si le podía hacer algo de comer, ya que por los nervios tenía hambre y la chica con una sonrisa asintió.

Luego de eso tomo su celular y espero, pacientemente, a que Alessandra lo llamara...