VUELVE A MI

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— ¡No!, es solo que tenía una imagen diferente de ti, pero ahora que te conozco, creo que eres increíble —.

— ¿Y cuál era esa imagen diferente?, tengo curiosidad de saber — Rasca su cabeza algo insegura de hablar.

— Vamos Dani, dime qué creías que era, ya sé… arrogante, presumido y sangrón — Al parecer acierto ya que solo sonríe.

— Si algo así, pero ya no lo creo, ahora que te conozco se que eres genial, me agradas mucho de verdad — Platicamos un rato más en el auto y el tiempo se fue sin notarlo, ya es tarde y la dejo para que descanse mejor. Pasaré el resto del domingo sin ella, ya que debo hacer algo urgente y Víctor me espera.

Me reúno con él en mi casa, dónde nadie puede escucharnos.

— Ya estoy aquí, dime qué información me tienes — Digo dejando la sudadera sobre el sillón mientras Víctor me entrega unos papeles.

— Escucha esto Nando, las compañeras de Daniela si la drogaron, aquí tengo una carta de confesión de una de ellas que dijo ser amenazada, le ofrecí un buen trato y conservar su empleo a cambio de esta joya — En las manos tiene un vídeo de esas desgraciadas afirmando que ellas lo habían hecho, pero había algo muy extraño, algo que no logro comprender.

Una de ellas dijo que el pago fue muy poco y que en definitiva el tipo estaba loco, ¿Pero de quién hablan?.

— ¡¿Tienes la dirección de esas brujas?! —.

— Claro que sí, trabajan en la empresa, su información está aquí — Tomo los documentos y mi llave para ir a buscarlas, Víctor se pone de pie intentando detenerme al ver mi cara molesta y salir de casa pero es inútil.

— Vamos amigo, cálmate un poco ellas son chicas que no saben lo que hacen —.

— Ellas son unas perras que dañaron a una persona inocente, pudo haber muerto en manos de un loco desconocido — Salimos en busca de una de ellas, la misma que ha dejado la duda en mí. La observo con su noviecito, llamo de prisa a algunos de mis chicos que pronto se reúnen y mientras la pareja entra a la casa de ella, irrumpimos antes de que la puerta se cierre.

— ¡¿Qué creen que hacen idiotas!?, ¡salgan de aquí! — Dos de mis hombres sujetan al chico y la chica se asusta por lo que acontece, luego ve mi rostro y queda en shock sin lograr comprender lo que esta pasando.

Amarran al tipo a una silla y siento a la mujer en el sillón mirando a su amando con mucha preocupación.

— Bien, vamos a hablar y todo lo que suceda aquí será decisión tuya Amelia — Comienza a llorar pero eso es algo que no me provoca sentimiento alguno.

— ¿Qué está pasando señor Fernando, por qué está haciendo esto?, yo no le he hecho nada — Su voz temblorosa hace que hable en voz baja, apenas puedo oírla.

— ¿No me has hecho nada?, te ayudaré porque veo que no lo sabes, tu, querida Amelia has dañado a la persona que amo y vengo por respuestas, espero que seas honesta porque no sabes de lo que soy capaz — Miro a su novio y le doy un golpe en el rostro, abriendo su labio inferior.

— ¡Por favor no!, ¡diré todo lo que quiera pero por favor no lo lastime! — Esa es la reacción que esperaba; Dejo caer mi cuerpo junto a ella en el sillón y le muestro el vídeo.

— ¿Todo esto es sobre Daniela?, ¡puedo explicarlo lo juro! —.

— Pues habla y más te vale ser clara que no me interesa perder el tiempo — Mi voz ahora es amenazadora, no cederé ni tendré piedad con estas… lo que sean.

— No se que tiene usted que ver en todo esto pero… su padre fue quien nos pago por hacer esto — ¿Esta mujer crees que soy estúpido?

— ¿Ah si?, explícate porque no tiene sentido, ¿ustedes entienden chicos? — Mis hombres niegan, mientras uno de ellas se acerca al chico y lo toma de los hombros, listo para golpearlo de nuevo.

— No sé cuáles son los problemas que la jefa tiene pero su padre dijo que era por su bien, además… — Su silencio me irrita, puese hace perder tiempo.

— ¡Que! — Le grito para que continúe.

— Nos pago muy bien por hacerlo, también dijo que ella renunciaría y una de nosotras se quedaría con su puesto, yo no acepté al principio pero Rosa aceptó y nos pidió ayuda, dijo que si no lo hacíamos cuando ella fuera la jefa nos despediría a todas, de verdad lo siento mucho, no deseo que nada malo le pase ella es muy buena conmigo y la he visto enferma, por favor perdóneme — Parece estar siendo honesta, además que no deja de llorar, ¿pero por qué su padre la dañaría de esa manera? No tiene sentido.

— Tus acciones tienen consecuencias Amelia, tengo en mis manos la prueba de como has dañado a una persona inocente, irás a la cárcel, en cambio nadie sabe que estoy aquí ya que en este momento estoy fuera del país según mi pasaporte y no tienes pruebas, es tu palabra contra mi dinero, pero… por haber colaborado te daré una compensación, pero quiero que te vayas de aquí, no quiero volver a ver tu rostro jamás en lo que me resta de vida, ¿comprendes lo que digo? — Afirma con lágrimas incesantes; Le dejo un cheque y su carta de renuncia para que la firme. Carta que Víctor ya tenía lista, sabe bien que clase de persona soy y que no me ando con rodeos cuando de destruir a alguien se trata.

— ¿Qué vamos a hacer? — Víctor y mis chicos caminan detrás, deseando saber qué sucederá, y quién recibirá toda mi ira.

— Vamos por Rosa — Está por anochecer, Rosa vive con sus padres, así que esperamos hasta que la vemos salir; Camina sola con mucho ego creyéndose tan hermosa, pero solo es una bruja que se arrepentirá de todas sus malas acciones.

— Ahí viene jefe — Estamos estacionados cerca de su casa cuando pasa a un lado de la camioneta donde la esperamos, la puerta se abre de golpe y la sujetan, le cubren la boca y nariz con un pañuelo con cloroformo para silenciar a esta desgraciada, que cae dormida casi de inmediato.

Unas horas después despierta, para su mala suerte no esta nada cerca de casa, la sorpresa que le preparé no creo que le agrade del todo.

— Hola Rosa — Abre los ojos despacio sin reconocer el lugar.

— ¿Señor Fernando?, ¿Qué pasó, dónde estamos? — Habla mirando alrededor.

— ¿No lo sabes Rosa?, sé que eres estúpida pero no puedes reconocer el desierto — Está sorprendida y confundida a la vez.

— ¿Cómo es que llegué aquí? — Se incorpora despacio muy confundida.

— Te he traído para que lo conozcas a detalle, ¿quieres saber por qué? — Le doy una sonrisa malvada, de esas que regalo a mis peores enemigos.

— Cortesía de mi pequeña Dan, disculpa, de Daniela, la misma que drogaste y pusiste en riesgo su vida por un puesto de trabajo y dinero, yo entiendo que tu envidia es mucha pero, hubieras mejorado en vez de dañarla — Sus ojos se abren tanto por ser descubierta.

— ¡No es lo que parece, todo fue idea de su padre lo juro! — Todos son inocentes claro.

— Pudiste negarte, sin embargo te dio placer dañar a tu jefa, ahora vas a recibir las consecuencias de tus actos, te recomiendo que este tiempo a solas lo uses pare reflexionar sobre lo desgraciada que eres y como deberías tener solidaridad con otras mujeres en vez de atacarlas — Increíblemente su arrogancia no disminuye y deja salir una sonrisa de lado.

— No me dejaría sola aquí, no tiene los pantalones, además eso solo afectaría su imagen — Pero está mujer no sabe con quién se mete, o está realmente loca.

— Bueno te daré a elegir, te quedas aquí o te llevo a la cárcel, no tienes idea de cuántos contactos tengo, además de las pruebas que circularían por todos lados, este video estará en todos los canales, todos verán la clase de maldita que eres, así que tú decides cuál será tu castigo — Se que intenta asesinarme con la mirada, por suerte esas no matan y baja del helicóptero sola, no le dejo nada, pero no soy tan desgraciado no la asesinaría, el pueblo más cercano está a unas horas caminando, quizá unas seis y la noche recién ha llegado, si apresura el paso llegará antes de que salga el sol, pero eso depende de ella.

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Llevo muchas horas despierto; Siento un poco de cansancio, y tomo café bien cargado para resistir el día, pero aún estando así de agotado paso a casa por mi pequeña Dan, aunque lo que veo me desanimo un poco, ese imbécil está esperando por ella frente a su casa. Solo puedo mirar mis manos y sentirme inútil al no poder defenderla como lo merece.

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