Eleonor La Emperatriz Con Un Harén

~EN EL SALON DEL TRONO~

- Majestad creemos que es hora de que de un heredero._ Hablo el ministro.

- Opino lo mismo, tiene que escoger un concubino para que sea su emperador._ Dijo un duque.

- Hemos escuchado que se está quedando sin concubinos por sus faltas, que le parece elegir a cualquier hijo de nosotros._ hablo un Márquez.

-Silencio!! Hemos convocado a esta reunión para tratar asuntos más importantes._ Dice molesta Eleonor.

- Pero el dar a un heredero también es un asunto importante para que sea nuestro futuro emperador._ siguió hablando el Duque, padre de Alex.

- Ya tengo a la persona que será mi emperador y futuro gobernante de este imperio, mi compañero de vida también, pero no es el momento de hablar de eso, ahora si señores, hay asuntos más importantes de que hablar._ Hablo seria Eleonor.

Todos quedaron en shock tras la confesión de su emperatriz, querían seguir preguntando pero Eleonor les dedicó una mirada furiosa así que se quedaron callados.

El tiempo pasó volando y afuera del palacio de la emperatriz se estacionó un carruaje, el príncipe Eliel había llegado, ya habían transcurrido los dos meses y medio que se le habia dado para que el entrene.

- Baje principe, por fin llegamos._ hablo Víctor.

- Víctor ya quiero ver a la emperatriz._ nervioso.

- Tranquilo príncipe, ella seguro también lo quedra ver.

- Buenos días príncipe Eliel, se ve muy cambiado casi no lo reconozco._ hablo ismael el mayordomo de la emperatriz.

- Sir Ismael, buenos días, me podría decir donde está la emperatriz._ pregunto Eliel.

- La emperatriz tiene visitas y está ocupada, me dijo que más tarde lo visitaría.

- Ahh entiendo._ un poco decepcionado

- Déjeme mandar a algunas sirvientas para que lleven sus cosas._ Dice Ismael.

OFICINA DE LA EMPERATRIZ

- Majestad ya no es necesario que siga pasándole de su poder al príncipe.

- Explique mejor mago.

- Ya descubrí la manera en que se puede romper la maldición._ Dijo uno de los magos más fuertes.

- Cual es esa manera?

- Lo que provocaba que la maldición se hiciera más fuerte era por las emociones del príncipe, la mayor parte de su vida ha estado rodeado por la tristeza, parecía un cuerpo sin vida, pero últimamente ha encontrado la paz y goza de felicidad.

- *Con razón ese día sentí que su fuerza aumentó, dependía de su estado de animo*._ pensó Eleonor.

- Pero la maldición aún no está rota, que le falta para que pueda romperla?._ pregunto Eleonor.

-Amor._ Dijo el mago

-¿Amor?

- Necesita ser aceptado y ser amado, que sus sentimientos sean correspondidos, es lo único que le falta para que pueda acabar con la maldición.

- El esta enamorado?.

- Si, eso es lo que puedo ver en el._ responde el mago.

-Gracias por todo mago, usted nunca me defrauda._ dice Eleonor.

- Mi trabajo está terminado, usted descanse ha agotado mucha energía dandosela al príncipe.

- Eso haré, pronto yo estaré mejor.

- Me marcho._ haciendo una reverencia para irse.

-*¿Enamorado? ¿De quien? ¿Habra conocido a alguien?*pensaba la emperatriz.

~EN LA NOCHE~

- Víctor, la emperatriz no ha venido a verme ._ Dijo Eliel acostado en su cama triste.

- Debe estar ocupada principe.

- No debo hacerme ilusiones con ella, cada día pienso que ella no me vee de la misma manera en que yo la veo...

- Como sabe si no lo intenta ._ Dijo Víctor tratando de consolar a su amo.

- Y si me rechaza?, yo solo soy su concubino, ella tiene mejores opciones en lugar de un principe repudiado por su padre.

- Majestad pensar esas cosas no le hace bien, descanse mejor.

- Esta bien Víctor, ya dormiré._ Hablo Eliel.