Débora es una mujer con una vida monótona. Tras llevar una vida de actriz, no se siente lo suficientemente segura de sí misma. Todo cambia radicalmente después de un reencuentro con aquel hombre que prometió formar parte de su vida, con aquel hombre del que ha estado enamorada desde su adolescencia; Ángel.
Pero, ¿qué pasará cuando sepa que él olvidó esa promesa que ella siempre ha llevado en su corazón, cuando sepa que éste ya tiene dueña?
NovelToon tiene autorización de Zuly Torres para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
#21: "Una noche maravillosa"
Un respirador artificial cubre su nariz, unos finos tubos salen de su cuerpo. Se ve tan mal, aún así abre los ojos solo para sonreírme.
—Pense que te irías.
—¿No confías lo suficiente en mí, Débora?
—Confio en ti pero no en la muerte. Eres un ángel en mi vida, lo más bello que me ha pasado, no soportaría otra cosa como ésta.
—Perdoname, te prometo que no volveré a jugar con tus sentimientos. ¿Me das un abrazo?
—Sigues delicado — beso su mejilla —. Confórmate con eso por ahora. El doctor dijo que solo una persona podía entrar así que tu padre me dijo que la ideal sería yo.
—Y no se equivocó. Quédate otro ratito más, me siento tan bien con tu compañía.
—Esme también quiere verte, vino con las lágrimas haciendo un tsunami en sus mejillas, vendré luego.
—¿Lo prometes?
—Sabes que de los dos, soy la que siempre cumple, quédate aquí.
Suelto su mano cruzando la raya que me separa de la habitación. Esme me agradece con la cabeza, sin tardar en correr al cuarto donde está Ángel.
—Débora, siento si incomodo, supe del accidente que tuvo Ángel.
—Muchas gracias por estar aquí, Fabricio. Ángel está en descanso, todo está bien.
—¿Segura? ¿El accidente no provocó algo grave...?
—Gracias a Dios no, solo tuvo unas fracturas y lesiones que ya arreglaron.
—Si sucede algo, sabes que siempre estaré para tí.
—Lo agradezco, eres un gran amigo.
—Debo irme, me tomé ésta hora antes de hacer un viaje. Estaré al pendiente del celular por si una llamada, bye..
Sonrío viéndolo desaparecer por las puertas de la clínica con sus guardaespaldas.
—No me cae bien — la voz de ultratumba de mamá por casi me mata.
—Fabricio es un amigo, mamá.
—Por experiencia digo que ni en esos que se dicen llamar "amigos" se puede confiar.
—¿Estás desconfiando de Fabricio, un hombre que ni conoces?
—No hace falta conocer a una persona para notar el olor a perro dolido.
Lo sucedido con Ángel dejó un amargo saber a venganza en mis labios, un accidente como ese fué provocado. Esa noche el carro estaba sin freno por lo que en una presión misma se volcó, ¿pero quién fué? Tengo miedo de imaginar que la droga haya arrastrado a Dusan a algo como ésto, no sé lo que haría si me llego a enterar que sus manos están metidas en ésto.
Por una milagrosa recuperación en Ángel, las familias Howard, Leonardi, y Moretti han decidido reunirse para celebrarlo como se suele hacer en una cena.
—Se que no llevan mucho tiempo de estar comprometidos — mi padre bebe algo de vino para hablar —, ¿pero ya han pesando en una fecha aproximada?
—Si fuera por mí me casaría con Débora ahora mismo, pero sé que los preparativos llevarán tiempo. Creo que la mejor fecha sería en unos cuatro meses? ¿Tú que opinas mi amor? — el idiota de Matt carraspea con una risita que lo acompaña.
—Bueno, yo... — fácil no es hablar con más de once personas viéndome —, me parece excelente en unos cuatro meses. Es un tiempo justo para celebrar a lo grande algo como éste amor que sentimos mutuamente — bebo rápidamente un poco de vino para resbalar los nervios.
—¡Veo que celebran sin mí! — Dusan aparece con una sonrisa torcida, sin intenciones de venir en paz —. Buenas noches, familia. ¿Por qué no me invitaron en esta celebración tan especial como es la recuperación de mi amigo y ex cuñado? — Ángel rueda los ojos.
—La última vez que estuvieron juntos, resultó un conflicto — responde seriamente el Sr. Donato.
—Vengo en son de paz —sin ser invitado toma asiento al lado de Jasin—. Pero continúen en lo que estaban, ¿de qué hablaban?
Nadie responde, y por la incomodidad del momento lo hace Esme.
—De la boda que se aproxima.
—Ah, sí. La que muy pronto realizarán Ángel y Débora. Quién iba a decir que llegarían a ésto después de que jugaras con los sentimientos de Débora, Ángel.
—Dusan has silencio — su padre susurra .
—¿Por qué? Es una noche maravillosa para ser sincero. Vamos Ángel, dime el secreto para que hayas atrapado con tus encantos a Débora, algo que me negaste hacer cuando de la nada te metiste en nuestro camino.
—Callate Dusan —tiro la cuchara al plato—. Tú y yo nunca tuvimos ni tendremos nada, deja el agua correr, después de todo siempre te he visto como amigo.
—Y es una verdadera lastima que estés por casarte con un hombre...que solo ha jugado con dos mujeres al mismo tiempo.
—Ya fué suficiente por hoy —Angel lo toma de la camisa para darle un golpe, justo la voz de su madrastra es lo único que lo detiene.
—Ángel no lo hagas.
Dusan ríe en su cara.
—Hazle caso a tu mami, Ángel. Como que noto el ambiente tenso, ¿acaso no les caigo bien?
—Si veniste fué solo para joderme la vida, imbécil. No dudaría en pensar que tuviste algo que ver con mi accidente.
—Aunque ganas tengo de que te mueras, no lo hice.
—¡Largo de aquí, Dusan! — Su padre se levanta molesto de la mesa, a lo que Ángel lo suelta —. Si vienes a decir puras pendejadas, ahí está la puerta. No permitiré que vengas a faltar el respeto.
—Y como siempre, no recibo el apoyo de mi padre. Pero no me sorprendo de usted, mi estimado Donato Leonardi, acostumbra a darle la espalda a su familia, no? Porque la imagen de cuando llegaste después de cuatro años de haber dejado a mi madre, sigue en mi cabeza — ríe—. Tardes y noches tuve que abrazar a mi madre al verla llorar por tu culpa, tal vez por eso es que sigo sin perdonarte por lo que nos hiciste después de tu maldita desconfianza — El Sr. Donato levanta su mano tirandolo hacia la mesa —. ¿Tanto te duele la sinceridad, padre?
—¡Saquen a éste imbécil de mi presencia!
—¡Dusan!— Jasin toma su camisa —. Vete ahora y no des más problemas, por respeto a mamá, vete ahora.
—Son tantas las cosas que me faltan por decir, muchas cartas por poner sobre la mesa. Empecemos por tí Ángel Howard, eres un maldito detestable.
—¡Ya cierra la boca, Dusan! — Jasin estalla —. Estás drogado, volviste a hacerlo.
—¿Qué? — La Sra. Isabella mira ambos —. Repite lo que acabas de decir, Jasin.
Maldita sea la hora en la que Dusan llegó, como acostumbra, su presencia nunca trae nada bueno.
felicitaciones autora gracias por compartir tu maravilloso talento