Simple Deseo Insaciable

Mila finge estar inconsciente, es cargada y puesta en un auto, pero mientras es llevada ella saca una pequeña navaja y la mete en la manga de su buzó color negro, al instante que el auto está en movimiento, escuchando a los hombres quejarse, por los golpes que ella les había causado, pero ella parecía estar inconsciente por la droga suministrada. Así le pone como una especie de funda en su cabeza, ella puede abrir sus ojos, y no poder ver casi nada, pero por fortuna la tela no es oscura y puede ver. A través de ella un poco borroso, porque a ella la oscuridad le da ataques de pánico severos, pero trata de mantener la calma, sintiendo que el auto está en movimiento por casi unos diez minutos, hasta que se detiene y ella es cargada por un hombre grande se escucha el movimiento del agua que choca con la orilla, y un leve olor a pescado, sabe que están en una especie de puerto, hasta ser subida algo, mientras ella mantiene relajado su cuerpo, siendo atada a uno silla, con las manos hacia atrás.

Ella solo trata de calcular cuantos hombres hay en ese lugar, al hacerlo se da cuenta por las voces y los pasos que hay como mínimo seis hombres. Eiden llega al lugar bajando de su auto con sus escoltas, con cara de querer matar a todo el mundo, sube al yate para empezar a moverse lentamente alejándose de la orilla, el solo quiere su reloj y darle una lección a esa chica sin saber que nada saldrá como él espera.

Al verlo sus hombres, sé acerca uno de ellos, él solo lo mira sin expresión alguna entrando al lugar y bajando unas escaleras y ver a la chica atada en el centro de la habitación del yate.

— Señor, No hemos podido conseguir información de la chica, solo podemos encontrar que su nombre es Mila Díaz Moreno, tiene 17 años, aparece que es emigrante, necesitaré sus huellas para obtener más información. —Él mueve la cabeza, pero por alguna razón siente la sensación de que ella lo está observando aunque su rostro esté cubierto.

Eiden: ¡Deja de jugar niña!.— Le hace una seña a uno de sus hombres para que le quite la tela que cubría su rostro, uno de ellos sé dirige hacia ella y bruscamente le quita la tela ella queda con su cabello desordenado para dirigir su mirada a él. Lo cual a él le parece inquietante su mirada sin miedo más la hermosura de esos ojos verdes que parecen dos esmeraldas brillantes, no se podía negar que para ser una niña era muy hermosa solo mira sin mostrar ninguna emoción mientras se cruza de brazo observándola.

Mila:¿ Cuando les dirás a tus lamé bolas que me suelten?. ¡Ya suéltame!, imbécil. —Uno de sus hombres se acerca, pero Mila alza su pierna y lo empuja con ella haciendo retroceder del impacto al hombre que va hacia ella de nuevo con ganas de golpearla. Ella solo sé ríe del hombre y con su pierna lo detiene de nuevo. Pero Eiden , da una señal para que sé la dejen a él, al instante que él camina hacia ella, mientras ella lo mira fijamente, como si lo retará.

Eiden: No estoy para tú juegos culi cagada, solo dime dónde esta ¡MI RELOJ!.— Tomándola bruscamente por las mejillas, ella suelta un leve quejido de dolor, Pero ella empieza soltarse usando la navaja que había escondido anteriormente.

Mila: Sonríe, él la suelta con brusquedad, Ella se vuelve reír dejando ver sus grandes dientes de conejo

— No estás exagerado solo por un reloj.— Esclama ella.

Eiden: No tengo que explicarte nada solo devuélvelo maldita ladrona.- Ella se ríe nuevamente mientras que ambos están tan cerca del uno al otro porque Eiden estaba levemente inclinado hacia ella que la tiene justo al frente mirándose mutuamente. Ella sonríe ladinamente.

Mila:¡ S!i soy una ladrona entonces... Te robaré tu corazón.— quitándole el ojo. Él solo la mira por un breve instante mientras sus hombres trataban de no reírse al ver la reacción de su jefe, pero él los mira fulminándolos con la mirada, sin embargo para ese momento ella ya se había soltado, eso hace que ella golpea con una patada a Eiden haciéndolo retroceder del impacto, al instante que ella lanza la silla de madera a uno de los guardias, para lanzarle una patada. Pero Eiden la golpea cayendo en uno de los guardias que la sostiene en eso; Eiden hace una seña para qué sé la dejen a él. Ella entiende que él quiere probarla, empujando al hombre que la sostiene, para ponerse en posición de defensa. En ese instante Eiden se quita su chaqueta y dobla sus mangas mientras su rostro está sin expresión, ella decide lanzar sus golpes, pero el ágilmente los esquiva todos para él golpearla en su abdomen, eso hace que ella retrocedan por el dolor y vuelva hacia él, con más fuerza, pero él esquiva sus golpes, golpeándola esta vez en la cara lo cual ella ha estudiado cada uno de sus movimientos y esta vez da golpe y patada, pero si alcanza a darle en el rostro de Eiden lo cual hace que, el sé limpia la sangre y sonreía, esta vez él ataca primero volviendo a golpearla. Mientras ella trata de esquivar protegiéndose con sus manos eso hace que casi caiga y el la empuje volteándola dándole una palmada en su trasero redondo de Mila, lo cual ella lo ve sonreír por primera vez observando sus perfectos dientes blancos. Haciéndolo ver atractivo... Así que entre lucha y lucha, golpe patadas, defenderse y atacarse entre ellos, ambos sudados, siendo observado por sus hombres ambos empiezan a forcejear ambos sin soltar al otro, quedando tan cercas que podía sentír su respiración acelerada, por unos segundo sus mirada se encuentra casi perdiéndose ellas

El golpe a su rodilla haciéndola perder el equilibrio y caer arrodillada pero al verse cayendo ella lo golpea con su cabeza en el estómago, él la toma por su cuello y ella aprovechó para agarrar sus pelotas prácticamente casi dejándolo sin descendencia con todas sus fuerza sintiendo el dolor de esa parte que lo hace doblegarse, Mila trata de liberarse, pero él no la suelta del agarre de su cuello.

Ella no lo suelta de sus partes íntimas chocando con las paredes del yate, solo se escuchan sus quejidos adoloridos, pero ninguno de los se rinde ante el otro. Aunque Eiden es más fuerte que ella y tiene más ventaja, ella no se queda atrás es ágil y rápida y para hacer pequeña es fuerte, ambos está en la misma dolorosa posición, ninguno suelta el otro entre más el la ahorca con sus manos, ella aprieta sus partes íntima, lo cual hace que ambos sientan dolor, pero ella en un solo movimiento usa su boca para morder su hombro Eso hace que la suerte por inercia caiga al suelo ella aprovecha para correr mientras... Mila empuja unos de los guardias subiendo unas escaleras hasta llegar a la superficie del yate, los guardias de Eiden ayuda a su jefe a levantarse observando la sangre del hombro por los dientes don ella lo había mordido, pero está tan lleno de furia que nadie saciará el deseo de hacerla pagar, toma el arma de uno de su hombre y empujándolo para ir tras de ella.

Ella solo mira perdida sin saber qué hacer, ni para dónde coger pues él yate están alejado bastante de la orilla, solo la brisa mueve su cabello mientras su respiración está agitada y un poco adolorida por la anterior pelea... Eiden ahora está furioso pues esta mujer se ha burlado de él y aún sigue sin saber sobre el paradero de su preciado reloj, sube las escaleras con el arma en su mano seguido por sus hombres. Ella corre en busca de saber qué hacer él dispara en el aire y ella queda congelada mirando la furia del hombre que viene hacia ella apuntándole, esta vez con un arma y furioso con sus hombres atrás.

Mila: pone sus manos elevadas, maldiciendo internamente la hora que se le ocurrió robarle a ese hombre.

—¡cálmate!... ¡cálmate baja el arma y hablemos !—con su respiración agitada sin dejar de ver al hombre furioso apuntándole con el arma.

Eiden: ¡Contaré hasta tres!. Me dirás ¿En dónde está mi reloj?; sin juegos porque ya me cansé de ellos.1...- Al terminar de decir el dispara a un costado de ella , Mila se sobresalta por el disparo. Mientras su respiración está agitada ella solo da un paso hacia atrás retrocediendo viendo la altura en donde está ella del agua.

Eiden: Disculpa, mi impaciencia... Es que estoy apresurado. ¡DIME DÓNDE ESTÁ Maldita SEA!...2— vuelve a disparar esta vez a los pies de ella, pero ella salta de nuevo asustada.

Mila: ¡ey!..ya cálmate quieres, está bien te lo diré... - con su voz pausada por los nervios. Él sigue apuntándola ferozmente con el arma, pero lo que no sé esperaba y mucho menos nadie de sus hombres es que la chica tuvieron un plan en mente.

Mila caminando hacia atrás lentamente

—Jamás te lo diré — Esas fueron sus últimas palabras antes de correr y lanzarse al agua. Eiden al ver esa acción corre con el arma en la mano hacía barandal del yate, pero no hay rastro de ella. Mientras que sus hombres miran impactados por lo que acaba de suceder, pero Eiden solo da un golpe al barandal del yate con rabia maldiciendo y más enojado que nunca.

Pero ella sale del agua a unos 20 metros del yate, él solo la observa en el agua, al instante que ella le lanza un beso, para sumergirse de nuevo, Eiden queda lleno de furia por tal osadía, ¿quién se creía esa chica? Para robarle y dejarlo como un completo imbécil ante sus hombres, apretaba el barandal del yate jurando encontrarla y hacerla pagar ...

Por parte Mila sigue nadando ágilmente hasta llegar a la orilla cansada, adolorida solo sé queda ahí un rato tratando de recuperar el aliento, pero ella sabía que no podía estar mucho tiempo, pensado en lo que debía hacer, sabía que ese hombre quien fuera. No se daría por vencido, pero ella necesitaba el dinero para los medicamentos de su hermana, ahora ella con su cuerpo un poco adolorido decide irse sin saber que su encuentro con ese hombre está más cerca de lo que ella piensa...