El Eterno Amor Del Fénix

Cuando Isael volvió a su casa aún le dolía la decepción eran las 7 de la noche y volvió a prender su teléfono, comenzó a sonar con cientos de mensajes y notificaciones de llamadas la gran mayoría de Mónica. Pensó que me sirve contestarle si no cambiará lo que vi y no solo yo todo el auditorio.

Mientras tanto Mónica no cabía de la desesperación no sabía cómo justificar su acción y mientras tenía a Aníbal a sus espaldas y él le decía.

Aníbal: Ven hermosa deja a ese tonto, tú sabes que el que te hace sentir placer soy yo, no sé que tanto le ruegas es un pobre idiota, ven mi cuerpo te necesita.

Mónica: No digas estupideces como no voy a rogarle, bien sabes que me conviene estar a su lado, sus padres son profesores como él. sabes los beneficios que puede traerme eso.

Aníbal: Sigues pensando que serás la profesora del año jajaja, no me hagas reír bien sabes que tiene nos reprobadas todas las materias, y no te dieron diploma solo una hoja en blanco.

Mónica: no te pregunté que me dieron, simplemente entiende mis motivos el puede ser mi pase al disfrute total, seré una profesora reconocida en todo el país y seré muy popular. Todos estarán a mis pies y no dudarán de mi inteligencia y carácter.

Aníbal: Bueno siendo honestos, a mi me puede convenir eso, seré el amante de una de las mujeres más influyentes del país.

Mónica sonrió, sabía que el poder solo sería para ella, únicamente ella disfrutaría, de todos esos beneficios, no planeaba incluir a nadie, ni siquiera al estúpido de Aníbal.

Mónica tenía planes un tanto turbios después de casarse con Isael, ya que estaba segura que el no tardaría, en proponerle matrimonio aunque

Después de este inconveniente tendría que tomar cartas en el asunto y resolver ya mismo como hacerlo regresar con ella.

Mónica miró de nuevo a Aníbal y se abalanzó a sus labios exigiendo más de él tocando y disfrutando de su cuerpo y sus caricias él era un amante excelente, pero su nivel económico era el inconveniente, se juró volver con Isael pronto caería y de eso ella se encargaba.

Isael continuo con su vida, no dejo que el dolor se volviera permanente, lloro lo que tenía que llorar, se deprimió, pero como el ave fénix que surge de sus cenizas, volvió a la vida y continuo con sus metas. Solo que ahora más fuerte e imponente, con más ganas de seguir adelante y no dejarse vencer por nada ni nadie. Su vida seguiría no se había acabado como había pensado muy por el contrario mejoro y mucho en muchos sentidos y sabía que lo bueno estaría por llegar.

Y así paso el tiempo en el que comenzó a trabajar en una escuela secundaria, Sus padres estaban orgullosos ambos sabían que habían hecho un gran trabajo con el ya que sus 2 hermanos habían escogido caminos distintos Alexis era administrador y Celeste era contadora.

Alexis se había casado hace 3 años con una linda mujer llamada Abigaíl y tenían una hermosa hija llamada Carola y Celeste estaba apenas casada con Víctor y esperaban con emocion a su primer hijo al que llamarían Farid.

Y así pasaron 5 años él no había vuelto a abrir su corazón al amor se sentía defraudado si había salido con muchas chicas, pero no sintió conexión con ninguna hasta que la conoció a ella, Vania era una estilista de la peluquería dónde él iba a cortar su cabello cada que asistía ella lo atendía con emoción y mucha dulzura y cumplidos un tanto melosos.

Vania: Hola pedacito de bombón dorado de chocolate y almendras, ya tan pronto por acá dime que te haremos en esta ocasión.

Isael: que tal buen día vengo por el corte de siempre si no te molesta es que mi cabello ondulado parece estropajo ya y no puedo llevarlo así al trabajo.

Vania: claro que sí no te preocupes déjalo en mis manos ya sabes que todo lo que pide el rey se hace mi hermoso muñeco de dulce chocolate.

Isael solo la miro y sonrió pensando en como es posible tanta miel en una sola persona.

El se preguntaba, si a todos los clientes les hablaba igual o solo era el, Vania le caía bien, pero no sabía si creer que siempre era así o solo de vez en cuando.

Era una chica guapa, pero muy empalagosa se preguntaba, si la invitaba a salir, después no se arrepentiría.

Las personas que eran como ella, con ese tipo de personalidad, solían estar locas, pero no quiso juzgar hasta que la conociera.

Le daría el beneficio de la duda, no quería emitir, un juicio que a fin de cuentas, no era necesario... Por Ahora, se dijo así mismo conócela y checas.

Por Ahora era solo eso, el tiempo lo dirá.