Acompáñame a leer esta bella historia, se puede decir que es la continuación de la anterior Solo Sé Mía, aunque esta estará enfocada en las vidas de Alonso y Gisell.
Esta historia al igual que las anteriores son de mi entera autoría, prohibido el plagio, pues mis obras están debidamente registradas.
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Capítulo 19
Alonso regresaba después de haber abandonado el cuerpo del hombre en un lugar lejano, al estacionarse en una estación de gasolina saco el celular de Jasper, allí pudo observar las fotos que el tipo le había tomado a Sarah mientras dormía.
-Maldito hijo de puta.
Espeto molesto, aunque una idea cruzo por su cabeza, pues al enviar la documentación a Steven podía también hacerle llegar una de esas fotos y esto haría que el hombre se encargara de rescatar pronto a la chica, con eso él podía evitar los problemas que se avecinaban.
Al siguiente día decidió hacerle una llamada a Steven para presionarlo.
📱Alonso: Señor Cooper un placer saludarlo, solo le llamo para recordar que debe poner su firma en el documento digo pues si quiere ver a su esposa.
📲Steven: ¿Quién es usted?
📱Alonso: Eso no importa ahora.
📲Steven: Necesito hablar con mi esposa.
📱Alonso: Eso no será posible por ahora, pero si quiere verla pronto firme el acuerdo y llévelo mañana a las 07:00am al café que se encuentra frente a su empresa, allí deberá dejarlo sobre la mesa número 1.
Con esas palabras finalizo la llamada.
Al siguiente día se encargó de recoger el documento firmado.
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Tiffany: Muy bien Alonso.
Decía feliz mientras sostenía en una mano una copa de vino y en la otra el acuerdo de divorcio firmado por Steven.
-Ahora solo falta la estocada final.
Una semana después:
Alonso ingresó a la habitación y al observar a Sarah dormida sintió lástima por ella la veía como una mujer indefensa que sería incapaz de dañar a alguien, no podía olvidar las sensaciones que presentaba al estar cerca de ella, era quizás la mujer más bella que había visto tan inocente, tan hermosa y el para su desgracia era uno de sus verdugos, aunque no negaba el orgullo que sintió al poder evitar que Jasper abusara de ella.
Cada vez que Sarah le suplicaba que la ayudara a salir de ese sitio, el sentía
su corazón comprimirse al no poder hacerlo, pues por más que quisiera no podía permitirse traicionar a su media hermana, porque, aunque ella lo considerase un bastardo y siempre le obligaba a llamarle señorita, él debía protegerla y estar de su lado.
Observo los platos sin comida, minutos después ella despertó.
- Por fin comiste algo, me alegra.
Sarah lo observo y le sonrió.
-Debo hacerlo por mi bebé.
Alonso: Ven mujer acércate, tengo que enseñarte algo.
Sarah se acercó confundida.
Alonso: Te podrás ir de aquí, pero debes ver y firmar esto primero.
Él le extendió la carpeta y Sarah la recibió.
Sarah: ¿Qué es esto?
Alonso: Esto es por lo que te trajimos aquí, debes firmar para que puedas ser libre.
La chica abrió la carpeta y empezó a leer el contenido de los documentos.
Alonso: Debes firmar y después yo te llevaré al aeropuerto, allí tomarás un vuelo a los Estados Unidos, no podrás volver si quieres ser libre.
Sarah: No, no, no puedo hacerlo él es mi esposo.
Alonso sintió que lo que iba a decir a continuación le dolería más a él, pues con esas palabras lastimaría a la hermosa chica.
- No seas tonta mujer, es que no ves lo que te estoy mostrando es un acuerdo de divorcio, está firmado por quien dice ser tu marido, es más que lógico que él no te quiere en su vida, mira él nos pagó para desaparecerte, así que firma el documento y serás libre para que seas feliz con tu bebé.
Sarah: Estas mintiendo, Stev nunca me haría esto, nunca nos lo haría.
Le decía mientras acariciaba su vientre y las lagrimas resbalaban por sus pálidas mejillas.
Alonso: ¿Acaso eres ciega?, si no quieres entender por las buenas será de otra manera.
Con esas palabras le extendió otro sobre el cual Sarah recibió y abrió de inmediato, al observar su contenido no pudo evitar desplomarse pues las imágenes le rompieron el corazón, en esas fotos se observaba a su esposo teniendo sexo con otra mujer.
-Déjame sola por favor.
Le dijo la chica con su tono de voz quebrado.
El hombre salió de la habitación y Sarah lloró hasta quedarse dormida, Alonso se maldecía así mismo, pues escuchar los sollozos de la chica hizo que se le comprimiera su corazón. No lo podía negar ahora más que nunca, se había enamorado perdidamente de ella.
Al siguiente día Sarah entregó el documento firmado a Alonso.
-No puedo viajar por mi bebé.
Decía con su tono de voz triste.
Alonso: Eso será un problema, pero puedo solucionarlo.
Con esas palabras salió del lugar.
Tiffany: Muy bien Alonso, ahora ya te puedes deshacer de la chica.
Le decía mientras recibía los documentos.
Alonso salió del lugar sin imaginar que era observado por otro hombre, mientras conducía analizaba lo que su hermana le había pedido, pues el no estaba de acuerdo con asesinar a Sarah, decidió que no obedecería la orden y la protegería, intento llamar a Tiffany a su teléfono, pero ella no respondió esto le ocasiono un mal presentimiento, así que acelero y llego al lugar, sabia que tenia que esconder a Sarah antes de que su hermana se enterará su traición.
Alonso: En 10 minutos salimos.
Sarah: Puedo llamar a mis padres para avisarles que estoy bien.
Alonso negó con su cabeza.
Sarah: Por favor, solo serán dos minutos.
El hombre al ver los ojos suplicantes de la chica no pudo negarse y le ofreció su celular.
-No te demores mucho, mientras preparo el auto, con estas palabras salió a la cochera para preparar todo.
Alonso: ¿Como te fue en tu llamada?
Le pregunto a la chica mientras recogía las ultimas cosas.
Sarah: No me respondieron.
Alonso la observo sospechoso pues algo no andaba bien con la chica.
Sarah: ¿Puedo comer algo antes de irnos?, es que muero de hambre.
Alonso: En el camino comeremos algo.
Sarah: Bueno, como tu digas.
Alonso: Está bien, dime que deseas comer.
Sarah: Quiero comida china.
Alonso iba a salir de la habitación.
-Bien.
Sarah: O no, no, mejor comida italiana.
Alonso se giró.
-Bueno.
Sarah: Disculpa mejor algo de mariscos.
Alonso empezó a sospechar de la chica.
- ¿Pasa algo?
Sarah: No pasa nada.
Respondió nerviosa.
Alonso: Es que pareciera que no quieres que salga de esta habitación.
Sarah: Lo siento, es que en las semanas que he estado aquí no he probado nada de los alimentos que te mencione y como me diste la oportunidad de escoger entonces no sé bien que pedir.
Alonso pensó que era razonable la respuesta de la chica.
-Bueno miraré que te puedo traer más rápido.
Con esas palabras salió de la habitación.
Queridos lectores, de ante mano ofrezco disculpas por la demora, pero ha sido complicado escribir, contemple incluso la idea de abandonar la novela, pero a raíz de sus buenos comentarios he decidido continuarla, a partir de este momento se publicarán capítulos dos veces por semana, la idea es terminarla pronto. Espero contar con sus comentarios y sus generosos votos.
Gracias por el apoyo, Bendiciones y un fuerte abrazo para todos.