Aprendiendo A Amar Segunda Parte

Narra Tessa

Algunos días pasan y he podido aclarar con Marion y Jackson lo sucedido sin dar muchos detalles, obviamente a Jackson no le ha gustado en nada el lugar donde estamos, pero esto es mi total decisión y la vida de Vi es mi prioridad, incluso he pensado que lo mejor sería terminar mi relación, estoy en un momento muy tenso con el caos de esta familia y no creo que esto tenga algún futuro, menos a distancia.

He trabajado desde casa y he podido compartir tiempo con mi hija, a ella le ha encantado este lugar y sobre todo es feliz con Sifone y Medusa, sin contar que ha pasado tiempo con Bruno quien aún no ha despertado, creo que su estado es bastante delicado.

Llega la noche y estoy con mi pequeña viendo una película, pero el sueño me vence y me quedo dormida, al despertar no la veo por ningún lado y salgo a buscarla, voy primero a la cocina que es su lugar preferido a esta hora de la madrugada, pero no está; camino hasta donde están Sifone y Medusa, esperando que la muy traviesa estuviera con sus amigos, pero no; así que decido ir al cuarto de Bruno que es otro lugar en donde le gusta estar de fisgona, pero mi sorpresa es grande al ver que Dominic la tiene del brazo, me invade la furia y le exijo la suelte, el me recrimina el no estar pendiente de ella, nos enfrascamos en una disputa que francamente no soporto, de modo que le pido a Vi que se vaya para la habitación y me espere; mientras yo voy al estudio a tratar este tema con Dominic.

− ¿y bien…? – pregunta entre cerrando la puerta

− Quiero que quede claro, que si estoy aquí es por la seguridad de Vi, pero si vamos a convivir es importante establecer algunas reglas, o lo que sea para que nuestra convivencia sea más amena – explico mi punto mientras tomo asiento y veo como su mirada se fija en mis piernas y se deja al descubierto

− Yo tengo mi propia casa, la están remodelando, pero ordenare para que la tenga lo más pronto posible – responde el esquivando el lugar donde tenía fija su mirada

− Solo te pido que seas considerado y delicado en el trato que le das a mi hija, es una niña y no tiene la culpa de tu odio, ella no sabe nada de lo sucedido y por ende es inocente, por favor – suplico para que este ogro comprenda que mi niña no es consciente de su desprecio

− ¿algo más? – pregunta listo para salir

− Muchas cosas, pero no vienen al caso, así que, sí. Nada más – respondo

− Ok – responde y abre la puerta para salir, pero algo en mi quiere evitar si huida

− ¿Dominic…, tu, estas bien? Te siento un poco tomado – pregunto por su olor a alcohol y su rostro demacrado, se nota que no ha dormido bien

− No creo que te interese – responde aun con la mano en la perilla de la puerta, me acerco y toco su otra mano, es un acto que no fue voluntario, solo necesitaba sentir su contacto

− Me gustaría que algún día pudiéramos hablar, tal vez con el pasar de estos años las cosas entre los dos han sanado y es justo darle un cierre a nuestra historia – me explico con mi corazón compungido, pero siento que la mano que le toco se pone rígida – no tiene que ser ya, solo dime cuando te sientas cómodo para hablar – le hablo soltando su mano y disponiéndome para salir primero, pero esta vez es el quien agarra mi mano.

No dice nada, solo la aprieta sin fuerza, como queriendo decir algo, pero puedo ver lo mucho que se contiene, me quedo inmóvil, esos segundo fueron eternos y luego se acerca y comienza a olfatear mi cabello, mi piel se eriza de los nervios, creo que esto es un sueño, porque comienzo a temblar al tiempo que mi piel se enciende cuando baja su nariz por mi rostro, la roza con la mía al tiempo que su otra mano ya libre toca y presiona mis labios queriendo dejar su huella dactilar en ellos, su respiración de acelera y comienza a bajar con su nariz por mi cuello y siento mi corazón palpitar en dicho lugar, maldita sea, me siento derretir y estremecer con este sutil, pero rudo contacto, intento tocarlo, pero en ese preciso momento él se separa abruptamente de mí.

− ¿hablar, dices…? ¡ja! No me hagas reír, tú ya hiciste muchos estragos en mi vida, crees que necesito hablar contigo para cerrar ¿Qué? Una historia que jamás debió existir – expresa esta vez con rencor y odio en cada palabra

− Está bien, ¡jodete Dominic Devil! – respondo furiosa y salgo de ese lugar

− Hace rato estoy jodido – responde irónico

Camino furiosa por todo el pasillo hasta llegar a mi habitación, en donde Vi ya está dormida, me acerco y me acuesto a su lado, pero no puedo dormir, solo puedo sentir ira y deseo al mismo tiempo, hace un momento creí que Dominic me besaría y juro por Dios que me sentía como novata en el tema porque mi cuerpo era objeto de todos los más bajos deseos que solo este hombre puede lograr, es aquí donde comprendo que Dominic no es un tema superado, es más es un punto vivo y ardiente en mi maldita existencia. – Maldito hombre tan obstinado – hablo en voz alta y veo que Vi se remueve, pues tiene sus habituales pesadillas, me acomodo a su lado y comienzo a acariciar su hermoso cabello, después de unos segundos se regula su sueño y es ahí donde recuerdo que Vi me hablo de que Dominic sufría pesadillas, no creí que todavía las tuviera, mi corazón se contrista al saber que aún tiene noches de insomnio.

No recuerdo en qué momento de la madrugada me quede dormida, solo sé que en mi mente estaba el, su cercanía, he incluso la soledad que aún vive. Me levanto sin muchos ánimos y despierto a Vi.

Después de una hora estamos listas para bajar a desayunar, caminamos por el pasillo hablando de lo que haremos hoy, aunque no podemos salir, este lugar es lo suficientemente grande como para hacer muchas cosas agradables, llegamos al comedor y la persona sentada me daña la hermosa mañana

− Buen día Tessa – dice Vera con falsedad

− Ya no son tan buenas – respondo con obvia molestia

− con que ella es la famosa Violet – dice en un tono hipócrita – mucho gusto niña, yo soy Vera, podría decirse que soy como tu tía – dice ella con una sonrisa tan falsa como el color de su cabello

− ¿Qué haces aquí? – pregunto molesta

− Dom y yo vivimos aquí – responde con una sonrisa burlona que deseo borrarle de un golpe – además hoy viene mi familia, ellos desean conocer a la privilegiada – me imagino que habla de los padres de Joel y en mi crece una ira profunda, no hay seres más despreciables que ellos

− No son bienvenidos – es Dom es mi espalda

− Señor gruñón – dice Vi con alegría al verlo y el solo de la una mirada indiferente

− ¿desayunamos? – le habla Vera con coquetería mientras yo solo puedo sentir odio puro al ver que se sienta a su lado dejando que le toque la mano

Comemos sin decir una palabra, yo solo me dedico a darle a Vi su comida, ya que no le gustan algunas cosas y debe alimentarse bien, ella me habla de los perros y de lo mucho que desea jugar con ellos, así que le propongo que iremos con ellos si se come todos sus alimentos. En ocasiones creo sentir la mirada de Dom sobre mí, pero también la de Vera.

− ¿Deseas que te ayude a buscarle una buena escuela a la niña? – se ofrece Vera esforzándose por congraciarse no se con quién, porque esos gestos a Dominic le valen verg* y media

− ¿se supone que no debemos salir de la villa? Si no es así, prefiero volver a mi casa – respondo tajante

Ninguno dice nada, Dominic solo se enfoca en su móvil tecleando y con su mirada fija en eso. Me levanto y voy con Vi directo a la piscina, pero el ladrido de los perros se hace sonar en todo el lugar y se lanzan sobre Vi y la dejan en el suelo, a mí ni me determinan ya, pero amo ver como compaginan de bien, mi niña no es una pequeña sociable, tiene mucho del carácter de los Devil y poco del mío, por ende siempre la motivo a interactuar con niños de su edad, y si en este momento no se puede, pues que al menos que sea con estos seres que no pueden fingir empatía si no la sienten, así que si ellos mueven su cola eufóricamente y juegan con ella, es porque de verdad la aman